
Bots, trolls y desinformación: las sombras digitales que rodean a Kast apuntan al Canal 13
Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 8 segundos
El reportaje emitido este miércoles por CHV Noticias volvió a poner en el centro de la discusión un tema que atraviesa la política chilena desde hace años: el uso de cuentas falsas, bots y redes coordinadas de “trolls” para hostigar adversarios, propagar desinformación y moldear la opinión pública. La investigación televisiva reveló identidades hasta ahora desconocidas de algunos de los operadores de estas campañas digitales, vinculados al entorno político de José Antonio Kast, y abrió nuevas interrogantes sobre los límites éticos y democráticos de la lucha por el poder.
Un periodista bajo sospecha
El nombre que más sorprendió fue el de Patricio Góngora Torreblanca, periodista y miembro del directorio de Canal 13, canal propiedad del Grupo Luksic. Según la pesquisa, Góngora sería el responsable de la cuenta @Patitoo_Verde, activa en campañas de desinformación y acoso masivo en redes sociales. Aunque no figuraba dentro de los creadores de contenido intensivo previamente identificados, la asociación directa de un ejecutivo de un medio tradicional con estas prácticas genera un ruido mayor en el ecosistema informativo chileno.
El reportaje sostiene que Góngora operaba en coordinación con Ricardo Inaiman Barrios, alias @JackedIn, señalado como el líder de la cuenta “madre” de esta maquinaria digital. Con 38 años y antecedentes penales por agredir a su madre, Inaiman habría intentado reclutar colaboradores para recopilar información contra figuras políticas del gobierno. Frente a las cámaras de CHV, respondió con evasivas: calificó de infundados los señalamientos y defendió su derecho a expresarse libremente, como si las campañas de difamación fuesen simples ejercicios de opinión individual.

Bots en la política chilena: una práctica instalada
La investigación televisiva confirma lo que otros medios y expertos ya habían advertido. La Unidad de Investigación de El Mostrador, junto con analistas de redes, ha documentado desde la campaña presidencial de 2021 la proliferación de estas estrategias digitales. Su impacto no ha sido menor: campañas de difamación, manipulación de tendencias y hostigamiento sistemático contra adversarios políticos.
Uno de los episodios más recordados fue la difusión de la falsa noticia sobre un supuesto Alzheimer de Evelyn Matthei, fabricada y esparcida desde estas cuentas coordinadas. La exalcaldesa no dudó en calificar los ataques como una “campaña asquerosa”, subrayando que el objetivo era dañar su imagen a través de la acción simultánea de decenas de perfiles anónimos.
El caso Matthei es sintomático: el golpe no solo buscaba socavar la credibilidad de una figura de la derecha que rivaliza con Kast, sino también instalar la normalidad de la mentira como herramienta política.
El silencio de Kast y la voz de Jara
En medio de estas revelaciones, Evelyn Matthei ha optado por responder con indignación pero sin profundizar en la conexión con Kast. Más llamativo resulta el silencio del propio líder republicano, quien en ocasiones anteriores había negado tajantemente cualquier vínculo con el uso de bots. Su mutismo frente al reportaje de CHV alimenta las sospechas de connivencia y erosiona su discurso de transparencia y orden.
Desde la vereda contraria, la candidata presidencial de Unidad por Chile, Jeannette Jara, fue categórica: advirtió que la manipulación mediante bots constituye una amenaza real para la democracia y emplazó a Kast a pronunciarse. La denuncia pública de Jara instala el tema en la campaña y obliga a un debate que, más allá de la contingencia electoral, apunta al corazón mismo del sistema democrático.
Pruebas, infiltraciones y negaciones
El reportaje televisivo incluyó además el testimonio de una abogada que se infiltró en los grupos donde se coordinaban estas operaciones digitales, inicialmente con fines académicos. Su relato permitió identificar a Inaiman como el operador central y vincular, a través de él, la cuenta “Patito Verde” con Patricio Góngora.
Las pruebas presentadas no son menores: coincidencias en fotos de perfil, referencias geográficas a propiedades de Góngora y publicaciones relacionadas con su trayectoria profesional, incluyendo su paso por la Asociación de AFP. Pese a la evidencia, Góngora negó ser el usuario de la cuenta y declinó dar entrevistas.
Democracia bajo ataque
El fenómeno de los bots no es nuevo, pero la revelación de identidades concretas lo acerca peligrosamente a los círculos del poder mediático y político en Chile. Cuando un miembro del directorio de un canal de televisión y un operador con antecedentes penales aparecen como engranajes de una maquinaria de difamación, la pregunta ya no es solo quién se beneficia, sino cuánto daño se está causando al debate democrático.
La normalización del acoso digital y la difusión masiva de noticias falsas debilitan la confianza pública, polarizan aún más el escenario político y convierten la mentira en moneda corriente. En este terreno pantanoso, las campañas electorales dejan de ser espacios de deliberación ciudadana para transformarse en campos de batalla controlados por algoritmos y operadores en la sombra.
Una advertencia necesaria
El silencio de Kast frente a estas denuncias lo deja expuesto a la sospecha de complicidad, mientras que la voz de Jara apunta a encarar el problema con una perspectiva democrática. Matthei, en tanto, aparece como la principal víctima de una estrategia que no distingue adversarios, siempre que obstaculicen las ambiciones del líder republicano.
La lección es clara: la democracia no puede sobrevivir si el juego político se libra en redes infestadas de bots y trolls coordinados. La transparencia, la verdad y la responsabilidad política deben imponerse sobre la manipulación digital. De lo contrario, el futuro electoral de Chile quedará secuestrado por operadores anónimos que, escondidos tras perfiles falsos, deciden el curso del debate público.
Simón del Valle
Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín





