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El poder oscuro de Kast en redes: nuevo reportaje conecta su campaña con trolls

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La política chilena no solo se disputa en las calles, en los parlamentos o en los debates televisivos. Una parte crucial del combate electoral se libra en el campo digital, allí donde los algoritmos amplifican voces anónimas y los perfiles falsos logran instalar temas, destruir reputaciones y moldear percepciones colectivas. El reciente reportaje de CIPER, que reveló diálogos y conexiones de la cuenta @JackedIn —conocida como “Neuroc”— con el equipo digital de José Antonio Kast, confirma lo que desde hace tiempo se intuía: la extrema derecha chilena se mueve con comodidad en las aguas turbias de la desinformación.

Una cuenta madre del troll center republicano

El perfil @JackedIn, creado en noviembre de 2021, coincide con la primera irrupción de Kast en una segunda vuelta presidencial. Desde entonces, acumula más de 53 mil publicaciones y supera los 15 mil seguidores. No es un usuario cualquiera: su actividad lo sitúa como un “account mother”, es decir, un nodo central en la red de trolls republicanos.

Según informes internos de Chile Vamos citados por CIPER, cerca del 38% de las cuentas que participaron en ataques coordinados contra Evelyn Matthei también respaldaban a Kast, y entre ellas estaba “Neuroc”. Sus publicaciones no solo han apuntado contra la candidata de la derecha tradicional, sino también contra Johannes Kaiser, ex aliado republicano, y contra la oficialista Jeannette Jara. En todos los casos, el patrón se repite: noticias falsas, tergiversaciones y mensajes insultantes diseñados para erosionar a los rivales de Kast.

En un chat privado fechado el 28 de noviembre de 2024, a pocos días de las elecciones municipales, “Neuroc” fue explícito: “Nosotros hablamos a menudo con el CM de Kast”. Una afirmación que, más allá de la negación o el silencio del comando, instala una duda inevitable: ¿cuánto de esta operación digital es espontánea y cuánto responde a una estrategia política diseñada desde la cúpula republicana?




Ricardo Inaiman, el rostro detrás del alias

El reportaje de Chilevisión había identificado previamente al administrador de la cuenta como Ricardo Inaiman Barrios, de 38 años. Ni él ni el Partido Republicano han desmentido con claridad esa atribución. CIPER intentó contactarlo, sin éxito.

Inaiman no es un personaje menor: registra antecedentes judiciales, incluida una condena por agresiones contra su madre en 2011, y enfrenta hoy una querella por injurias graves tras difundir insultos y datos personales de una mujer a través de sus cuentas. En el expediente judicial se enumeran epítetos como “puta octubrista”, “terrorista” y “perra infiltrada”, evidencia de un método basado en la violencia verbal y la humillación pública.

Lejos de ser un caso aislado, su conducta revela un patrón extendido en las guerras digitales: hostigar, funar, intoxicar el debate. Y hacerlo con un manto de impunidad que solo se rompe cuando las denuncias llegan a tribunales o cuando la prensa de investigación logra romper la coraza del anonimato.

La apuesta republicana: el Congreso como “madre de las batallas”

En la conversación privada a la que accedió CIPER, “Neuroc” también dejó ver la estrategia de largo plazo: “La madre de las batallas serán las parlamentarias de 2025, más que la presidencia, y estamos preparándonos con todo para eso”. La afirmación no es menor. Mientras los focos mediáticos se concentran en la pugna entre Kast, Matthei y Jara por la presidencia, los republicanos saben que el verdadero poder radica en el control del Congreso.

La lógica es clara: aún si Kast llegara debilitado a La Moneda, una bancada robusta y disciplinada en el Parlamento puede bloquear o imponer la agenda legislativa. Para ese objetivo, la red de trolls y bots opera como un ejército paralelo que condiciona la discusión pública, desgasta a los adversarios y legitima el relato republicano entre los sectores más activos en redes sociales.

Entre el silencio y la complicidad

Hasta ahora, ni Felipe Costabal —jefe creativo del equipo digital de Kast— ni otros integrantes del comando han respondido a las consultas de la prensa. La cuenta oficial del candidato, sin embargo, sigue a “Neuroc” y a otras cuentas señaladas como difusoras de fake news. Ese solo gesto ya habla de una tolerancia, cuando no de una complicidad, frente a estas prácticas.

En democracia, el silencio también es una forma de respuesta. Y lo que ese silencio transmite es que la maquinaria digital que ataca, miente y denigra, lejos de ser un accidente, forma parte de la estrategia.

Una advertencia para el futuro inmediato

El caso “Neuroc” desnuda la fragilidad del debate democrático en tiempos de hiperconexión. La frontera entre opinión legítima y manipulación interesada se difumina cuando cuentas anónimas, con miles de seguidores, articulan ataques coordinados que luego repercuten en medios tradicionales.

La investigación judicial que encabeza la fiscal Claudia Perivancich sobre una red de bots favorables a Kast apenas comienza. Pero el problema excede los tribunales. Si las campañas políticas se normalizan como guerras de trolls, lo que está en juego no es solo la limpieza de una elección, sino la calidad misma de la democracia.

En un país marcado por el descrédito institucional y el desencanto ciudadano, la tentación de usar la mentira como arma puede parecer efectiva a corto plazo. Sin embargo, como muestran los ejemplos internacionales, la erosión de la confianza pública puede ser irreversible.

Por ahora, lo cierto es que @JackedIn sigue activo, defendiendo a Kast, atacando a Matthei y Jara, e instalando la idea de que el Partido Republicano es la única “derecha popular” capaz de llegar al poder. Un relato construido no en plazas ni cabildos, sino en la trinchera oscura de las redes sociales, allí donde la verdad es apenas un obstáculo que hay que sortear.



  1. El crucial tema de la manipulación digital creo trasciende los bots : los experimentos tipo Cambridge Analytica fueron denunciados y prohibidos en EEUU , pero en nuestros países dependientes es muy probable que estén siendo tele-aplicados ; solo así podrían explicarse incoherencias enormes: en México , el 91 % desconfía o rechaza a Trump, según la conservadora Pew Institution , de EE.UU., y sin embargo , en sitios mexicanos masivos de comentarios, aparece una cantidad desproporcionada , asombrosa , de mexicanos apoyando las políticas de Trump , incluyendo ….¡ una eventual invasión estadounidense a su propio país ! ( sitio SPD ) .En Chile , el 25 % apoyaba una mayor aproximación a EE.UU. y el 47 % prefería a China , según encuesta de El Mercurio hace unos meses , pero Kast ,el candidato más ligado a EEUU , lidera encuestas ! .Y nadie investiga estas mega -inconsistencias , aparentemente

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