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Ecuador: protestas contra Noboa se intensifican en medio de denuncias de represión y acusaciones cruzadas

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Las movilizaciones sociales en Ecuador entraron este miércoles en su día 17 con un escenario cada vez más complejo: enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública, denuncias de represión desmedida y acusaciones cruzadas entre el gobierno y el movimiento indígena sobre un reciente incidente que involucró al presidente Daniel Noboa.

Denuncias de represión en Quito

La Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) denunció un “uso desmedido de la fuerza” por parte de la Policía Nacional en San Miguel del Común, al norte de Quito. Según la organización, se utilizaron gases lacrimógenos y perdigones en sectores habitados, dejando al menos un herido de gravedad trasladado a un hospital, además de otros afectados.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), principal convocante del paro nacional, afirmó que los uniformados ingresaron con violencia a la comunidad y lanzaron gases incluso en inmediaciones de escuelas y viviendas, sin respetar la presencia de niños ni de adultos mayores.

Movilizaciones en Imbabura y cierre de carreteras

En paralelo, comunidades indígenas de la provincia de Imbabura iniciaron una marcha hacia Ibarra, capital del territorio, en lo que la Conaie denominó “una jornada de resistencia y dignidad”. El Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 informó que las vías permanecen cerradas por manifestaciones en Chimborazo, Imbabura y Pichincha.




Según datos del Ministerio del Interior, en los 17 días de movilizaciones se han detenido a 117 personas. Cinco de ellas fueron aprehendidas la víspera en la provincia de Cañar, donde una protesta derivó en el ataque a la caravana presidencial.

El ataque a la caravana de Noboa

El gobierno aseguró que unas 500 personas emboscaron al convoy oficial en la localidad de El Tambo, lanzando piedras y presuntamente disparos, lo que llevó a la ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, a presentar una denuncia por intento de asesinato contra el presidente. La funcionaria afirmó que incluso había “signos de balas en el carro del presidente”.

Sin embargo, un informe policial revelado por el diario El Mercurio contradijo esa versión. Según el reporte, no se hallaron “indicios balísticos”, aunque sí se constataron impactos de objetos contundentes que dejaron a un policía y tres militares heridos.

Cruce de acusaciones

La Conaie respondió que el ingreso de la caravana oficial en una “zona de resistencia” no fue accidental, sino una provocación del Ejecutivo. Rechazó tajantemente la acusación de intento de asesinato y aseguró que los vehículos solo fueron apedreados.

“El Estado debe garantizar la seguridad del presidente sin exponer a la población civil ni usar los recorridos oficiales como provocación política. Estas decisiones reflejan la postura guerrerista del gobierno de Daniel Noboa”, señaló la organización indígena en un comunicado.

Origen del conflicto

Las protestas se iniciaron el 22 de septiembre, luego de que el Ejecutivo anunciara la eliminación del subsidio al diésel. A esa demanda se han sumado otras exigencias: atención a la salud, educación y seguridad, así como la reversión del aumento del IVA del 12% al 15%.

Mientras el gobierno insiste en que enfrenta intentos de radicalización que amenazan la seguridad del país, las organizaciones sociales recalcan que la movilización continuará hasta que Noboa dé marcha atrás en sus medidas económicas y se abra un diálogo real con los sectores movilizados.



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