MAT exige ruptura de relaciones con Israel y llama a intensificar movilizaciones en solidaridad con Palestina
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El Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT) difundió una declaración en la que expresó su “solidaridad incondicional” con el pueblo palestino y llamó a continuar las movilizaciones y el boicot contra las empresas israelíes que operan en Chile. La organización instó al gobierno del presidente Gabriel Boric a romper vínculos militares, diplomáticos y comerciales con Israel y a sumarse a los esfuerzos internacionales para detener lo que califican como un “genocidio en curso” en Gaza.
Respaldo a la movilización estudiantil
El MAT valoró las recientes protestas estudiantiles que exigen poner fin a todos los convenios de la Universidad de Chile con instituciones israelíes. En su declaración, la organización recordó que participa junto a “diversos sectores sociales” en la denuncia contra lo que definen como el genocidio perpetrado por el Estado de Israel. Asimismo, reiteró su rechazo a la vigencia de contratos con la empresa israelí Mekorot, acusada de despojar a los palestinos de sus recursos hídricos.
Un genocidio documentado
La declaración enfatiza que desde el 7 de octubre de 2023 la ofensiva israelí contra Gaza ha generado una crisis humanitaria sin precedentes. Según el documento, a octubre de 2025 más de 67.000 palestinos han muerto, entre ellos 26.000 niños, y el 90% de las viviendas ha sido destruido. Denuncian además bombardeos a hospitales y centros educativos, el uso del hambre como arma y la devastación de los cultivos, lo que ha dejado a 1,5 millones de personas en inseguridad alimentaria aguda.
El MAT recordó que organismos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han calificado estas acciones como crímenes de guerra y genocidio. También mencionó el informe de una comisión independiente de Naciones Unidas, publicado en septiembre de 2025, que concluyó que Israel está cometiendo genocidio contra el pueblo palestino en Gaza.
Responsabilidad internacional
La organización denunció la “impunidad” de Israel, respaldada por más de 17.900 millones de dólares en ayuda militar estadounidense desde 2023, así como por las exportaciones de armas de países como el Reino Unido y Alemania. Destacó que la Corte Internacional de Justicia declaró ilegal la ocupación y ordenó el desmantelamiento de asentamientos en 2024, mientras que la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Yoav Gallant en noviembre de ese mismo año.
Una lucha común
El movimiento estableció un paralelo entre el despojo que sufre el pueblo palestino y la lucha del pueblo mapuche en Chile, afirmando que ambas causas forman parte de una misma resistencia anticolonial. También denunció el rol de corporaciones armamentísticas y energéticas que lucran con el conflicto, como Lockheed Martin y Chevron, señalando que el genocidio tiene una dimensión económica y extractivista.
El documento subrayó que la violencia afecta de manera particular a mujeres y niñas palestinas, mientras que la niñez en Gaza ha quedado prácticamente sin futuro: siete de cada diez niños han perdido sus hogares y miles han muerto o quedado heridos desde 2023, según UNICEF.
Demandas y llamado a la acción
El MAT planteó tres ejes de acción prioritarios:
Boicot activo a empresas israelíes en Chile y continuidad de las movilizaciones por el fin del genocidio.
Ruptura inmediata de relaciones militares, diplomáticas y comerciales entre Chile e Israel, así como apoyo a la reconstrucción de Gaza bajo la autoridad palestina.
Exigencias internacionales, entre ellas: reconocimiento del Estado de Palestina en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como capital; un alto al fuego permanente en Gaza; sanciones internacionales contra Israel hasta que cumpla con el derecho internacional; y el juicio de los responsables de crímenes de guerra y genocidio ante la Corte Penal Internacional.
El movimiento cerró su declaración afirmando que la resistencia del pueblo palestino “es un faro para todos los pueblos oprimidos” y un llamado a construir un futuro basado en la justicia, la dignidad y los derechos humanos.
