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Exfiscal Manuel Guerra acusado de favorecer a Luis Hermosilla en causas judiciales

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Una querella de capítulos de 71 páginas fue presentada por el fiscal regional de Arica, Mario Carrera, ante la Corte de Apelaciones de Santiago, en contra del exfiscal regional Metropolitano Oriente Manuel Guerra. El escrito constituye el paso previo para solicitar una medida cautelar en su contra cuando el Ministerio Público pida la audiencia de formalización.

Aunque Guerra ya no forma parte de la Fiscalía, Carrera acudió a este mecanismo debido a la jurisprudencia de la Corte Suprema, que establece que, si los hechos investigados ocurrieron en el ejercicio de sus funciones como fiscal, corresponde activar este tipo de procedimiento especial.

Los delitos imputados

La acusación se sustenta en chats extraídos de los teléfonos de Guerra y del abogado Luis Hermosilla, principal imputado del Caso Audio. Según Carrera, estos antecedentes revelan actos irregulares, infracción de deberes y una relación sostenida de favores mutuos, los que configurarían delitos de cohecho agravado, violación de secretos y prevaricación administrativa.

De acuerdo al fiscal regional de Arica, entre 2015 y 2021, Guerra habría solicitado reiteradamente beneficios indebidos para sí mismo y terceros, a cambio de filtraciones de información reservada, anticipación de diligencias y decisiones injustas en procesos judiciales.




El periodo más crítico, sostiene Carrera, se dio en 2017, cuando Guerra habría manipulado el desarrollo del Caso Penta, favoreciendo salidas alternativas y penas menores para imputados vinculados a Hermosilla, mediante maniobras destinadas a excluir querellantes y eliminar imputaciones de corrupción.

Una red de favores con Hermosilla

La querella describe en detalle la relación entre Guerra y Hermosilla, cimentada en el intercambio de favores. En sus conversaciones se abordan denuncias de Carabineros, investigaciones de la PDI y estrategias judiciales, siempre con el abogado como receptor de información confidencial.

Incluso en materias sensibles como el estallido social y la eventual imputación de altos mandos de Carabineros, Guerra habría compartido información estratégica con Hermosilla.

Los chats también muestran que el exfiscal solicitó apoyo personal: preguntó por oportunidades laborales en el Consejo de Defensa del Estado (CDE) y en la red de contactos del exministro Andrés Chadwick. Además, pidió ayuda para favorecer al fiscal Tufit Bufadel, investigado por delitos sexuales, con el objetivo de lograr su sobreseimiento.

El fundamento de la querella

Para Carrera, estos hechos configuran una conducta sistemática de corrupción en la que Guerra, aprovechando su rol institucional, vulneró los deberes de imparcialidad y probidad para favorecer indebidamente a Hermosilla y su círculo.

La querella concluye que las filtraciones, gestiones y beneficios solicitados por Guerra constituyen una violación directa a la confianza pública depositada en el Ministerio Público y representan uno de los episodios más graves de falta de probidad dentro de la institución.



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