Trabajadores del comercio alertan sobre intento de abrir malls el día de las elecciones
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“El derecho a votar no se negocia”, señaló Sergio Fuentes, secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores del Comercio y Servicios (CONATRACOPS), luego de que la Cámara Nacional de Comercio (CNC), junto al ministro del Trabajo, anunciaran la posibilidad de “flexibilizar” el feriado irrenunciable del próximo día de elecciones para permitir la apertura del gran comercio.
La ley protege el derecho a votar
El dirigente recordó que la legislación chilena garantiza el derecho de los trabajadores a participar en las elecciones y prohíbe expresamente la apertura de malls y grandes tiendas durante esa jornada.
“En Chile, la Ley protege el derecho de los trabajadores a participar en las elecciones y prohíbe la apertura del gran comercio durante los comicios presidenciales y parlamentarios”, señaló Fuentes, citando el artículo 169 del Código del Trabajo y la Ley N°18.700 sobre Votaciones Populares y Escrutinios.
Ambas normas establecen que los trabajadores deben disponer de al menos dos horas continuas para sufragar, tiempo que se considera trabajado, y que el descanso obligatorio en feriados irrenunciables —como el día de elecciones— rige especialmente para los trabajadores del comercio, supermercados y centros comerciales.
Un derecho conquistado, no un privilegio
El dirigente sindical recordó que esta norma no fue un regalo ni un capricho, sino el resultado de años de movilización y presión sindical, cuando los trabajadores del retail se veían obligados a escoger entre su empleo y su derecho ciudadano.
“Fue una conquista de los trabajadores para que nadie tuviera que elegir entre votar o conservar el trabajo”, enfatizó.
Por eso, desde la CONATRACOPS observan con preocupación que la CNC y el propio Ministerio del Trabajo planteen ahora abrir los malls durante las elecciones, bajo el argumento de mantener la actividad económica.
“Cambiar la ley para permitir la apertura de los malls sería un retroceso grave, porque vulnera el principio constitucional de igualdad ante la ley y pone al capital por sobre la democracia”, añadió Fuentes.
La presión del empresariado
El planteamiento de la Cámara Nacional de Comercio se enmarca en una estrategia que busca flexibilizar los feriados irrenunciables en beneficio del sector retail, que agrupa a las grandes cadenas de tiendas y supermercados.
Estos actores sostienen que el cierre durante elecciones, plebiscitos o festividades como el 1° de mayo genera pérdidas económicas significativas y afecta las ventas de fin de semana.
Sin embargo, los sindicatos responden que la rentabilidad del comercio no puede estar por encima del derecho político de los trabajadores.
“Lo que la CNC presenta como un acuerdo es en realidad una forma de presión al gobierno. No se trata solo de abrir un mall, sino de debilitar una conquista que pertenece a todo el mundo del trabajo”, dijo Fuentes.
Retroceso y discriminación
El dirigente calificó la propuesta como discriminatoria, al pretender que el comercio tenga un trato distinto respecto de otros sectores laborales.
“Sería una medida claramente discriminatoria hacia un sector específico de trabajadores, que volverían a estar sometidos a la voluntad de sus empleadores incluso en el día de las elecciones”, señaló.
Recordó además que el descanso obligatorio no solo garantiza la posibilidad de votar, sino también el derecho a participar en la vida cívica y familiar, un aspecto central en la noción moderna de ciudadanía laboral.
Desde la CONATRACOPS y otras organizaciones sindicales se anunció que estarán “atentos y movilizados” frente a cualquier intento de modificar la ley actual.
“No vamos a permitir ese retroceso. Defenderemos el derecho de cada trabajador y trabajadora a ejercer su voto sin presiones ni condiciones. La democracia no se construye desde un mall”, concluyó Fuentes.
El trasfondo político
La controversia surge en un momento donde el gobierno busca mostrar acuerdos con el sector empresarial en vísperas de un proceso electoral polarizado.
Para los sindicatos, esa búsqueda de diálogo no puede traducirse en concesiones que debiliten derechos laborales básicos.
El gesto del ministro del Trabajo, al aparecer junto a la CNC en el anuncio, fue interpretado como una señal ambigua, que reabre heridas del pasado reciente, cuando las reformas laborales se negociaban con el gran empresariado antes que con las federaciones de trabajadores.
A días de las elecciones, la discusión vuelve a poner sobre la mesa una pregunta de fondo:
¿hasta qué punto el Estado chileno está dispuesto a garantizar que el derecho a votar sea también un derecho laboral efectivo, especialmente para los sectores más precarizados?
