
Chile alerta sobre una posible intervención de Estados Unidos en Venezuela: «América Latina debe seguir siendo una zona de paz»
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El Gobierno chileno expresó su “gran preocupación” por el despliegue de operaciones militares de gran escala de Estados Unidos en el Caribe, calificando la situación como un riesgo directo para la estabilidad regional.
“Chile reafirma su compromiso con el derecho internacional, el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los Estados”, señaló La Moneda en un comunicado oficial, subrayando que “América Latina y el Caribe deben mantenerse como una zona de paz”.
El pronunciamiento, en línea con condenas similares de Francia y otros gobiernos europeos, representa una advertencia frente a la creciente tensión militar provocada por el envío de la flota estadounidense hacia las cercanías de Venezuela, un despliegue que Washington justifica bajo el argumento de “luchar contra el crimen organizado transnacional”.
Una guerra vieja con nuevos uniformes
En la práctica, la operación estadounidense significa mucho más que una acción contra el narcotráfico. Con el portaaviones USS Gerald R. Ford y varios buques de guerra desplazándose hacia el norte de Sudamérica, lo que está en curso es un ejercicio de presión política y militar que revive los peores reflejos del intervencionismo estadounidense en la región.
El gobierno de Nicolás Maduro ha declarado “alerta máxima” y acusa a Washington de planear un intento de desestabilización o incluso una acción armada directa. A la vez, sectores de la derecha latinoamericana se alinean con el discurso imperial, retomando la lógica del enemigo interno.
En Chile, el debate presidencial volvió a exponer esa fractura: José Antonio Kast y Johannes Kaiser apoyaron públicamente una posible intervención norteamericana, bajo la consigna de “liberar a Venezuela del comunismo”. Este tipo de declaraciones —que hace décadas habrían parecido impensables en una democracia latinoamericana— muestran hasta qué punto ciertos sectores de la derecha han normalizado la subordinación ideológica al poder militar de Estados Unidos.
La hora decisiva, según María Corina
Desde Caracas, la opositora María Corina Machado declaró que Venezuela “está en horas decisivas”, en un tono que muchos analistas interpretan como una legitimación política del despliegue estadounidense.
Machado afirmó este miércoles que se acerca a un cambio crucial para Venezuela y garantizó una “transición pacífica”, mientras crece la tensión por la llegada del mayor portaaviones de Estados Unidos al Caribe. “Les pido que nos acompañen en este momento histórico, en sus horas decisivas, porque lo que está ocurriendo en Venezuela no es solo un hecho nacional, es un punto de inflexión de toda América Latina“, dijo de forma virtual en un foro de expresidentes iberoamericanos del Grupo IDEA en el Miami-Dade College (MDC).
Chile, entre la prudencia y la memoria
El comunicado de La Moneda recuerda los fundamentos históricos de la política exterior chilena desde el retorno a la democracia: defensa del multilateralismo, resolución pacífica de los conflictos y rechazo absoluto al uso de la fuerza como herramienta de política exterior. Pero también evoca una memoria más profunda: la de un continente que ya sufrió golpes, invasiones y dictaduras amparadas por Washington en nombre de la “libertad”.
Por eso, la declaración chilena —más que una reacción diplomática— es una advertencia política. En un momento de polarización global, donde la guerra vuelve a ser presentada como un acto de justicia, Chile reivindica el derecho a la paz como un principio activo de soberanía latinoamericana.
El viejo mapa del poder
El despliegue de la flota estadounidense en el Caribe ocurre en un contexto global donde la política exterior de Trump busca reafirmar su dominio hemisférico. Detrás de las justificaciones sobre el narcotráfico se esconde la intención de proyectar fuerza ante Rusia y China, cuyos vínculos con Venezuela —en materia energética y militar— han crecido en los últimos años.
La operación, por tanto, no solo amenaza a Caracas: redefine el tablero estratégico en América Latina, desplazando el centro de gravedad de la política regional desde los organismos multilaterales hacia la lógica de las bases, los portaaviones y los acuerdos bilaterales de seguridad.
Simón del Valle






Felipe Portales says:
¡Al fin sacó la voz el Gobierno sobre el tema!
Patricio Serendero says:
La Derecha chilena ha sido siempre vendepatria. Siempre. Sus «modernos» representantes ultra-derechistas de hoy son la misma cosa. Todos con una banderita chilena en la solapa de la chaqueta por supuesto.
Y pensar que hay chilenas y chilenos que se creen muy patriotas y votarán por estos individuos que solo ofrecen volver atrás las ruedas de la Historia.