
Centristas inquietos: voces moderadas alertan por los riesgos de un eventual gobierno de Kast
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En medio de una campaña presidencial marcada por la polarización y la narrativa de la ultraderecha, un conjunto de figuras políticas y económicas del centro —históricamente alejadas de los extremos— ha comenzado a manifestar con claridad sus dudas, aprensiones y advertencias respecto de un eventual gobierno de José Antonio Kast. No se trata de dirigentes ni de economistas vinculados al oficialismo, sino de referentes que durante décadas han defendido el equilibrio institucional, el modelo neoliberal, la moderación democrática y las políticas de la transición.
El fenómeno revela un dato político clave para la recta final de la elección: no sólo la izquierda teme un giro radical, sino también sectores del centro político y técnico que ven riesgos en un liderazgo incapaz de negociar, en una derecha sin mayoría parlamentaria y en la creciente rigidez ideológica del Partido Republicano.
Ignacio Walker: “La derecha minimiza el rol del Congreso y relativiza la dictadura”
El exsenador y excanciller Ignacio Walker, una de las voces históricas de la Democracia Cristiana, ha sido uno de los primeros en marcar distancia. En recientes entrevistas, afirmó que anularía su voto en segunda vuelta, argumentando que no se reconoce ni en la “izquierda dura” ni en la “derecha dura”, pero destacando en particular su preocupación por ciertos discursos del sector de Kast.
Walker sostuvo que declaraciones del propio candidato y de dirigentes empresariales afines “demuestran que hay un solo libreto” en la derecha: uno que minimiza el rol del Congreso, relativiza episodios autoritarios del pasado y plantea un liderazgo concentrado en una figura fuerte, con escaso margen para la deliberación democrática.
El excanciller ha insistido en que un proyecto como el de Kast puede significar un retroceso en los equilibrios institucionales que han sostenido la transición democrática chilena. Desde su perspectiva, “nunca la derecha había llegado con un discurso tan radicalizado a una elección presidencial”.
Sebastián Edwards: “Un gobierno entrampado, sin capacidad de negociar y con riesgo de estancamiento”
En el plano económico, una advertencia particularmente influyente provino del economista Sebastián Edwards, académico de la UCLA y una de las voces más respetadas entre inversionistas y organismos internacionales.
Edwards ha sido categórico: un gobierno de Kast tendrá grandes dificultades para gobernar, principalmente porque:
No posee mayoría en el Congreso,
Su liderazgo no está acostumbrado a negociar,
El país enfrenta un ciclo prolongado de bajo crecimiento y productividad,
Un estilo rígido o confrontacional puede llevar a un nuevo periodo de estancamiento político y económico.
El economista ha subrayado que la derecha “ganó pero también perdió”: pese a imponerse en votos, no logró construir una coalición legislativa capaz de sostener reformas profundas. De ahí que un gobierno republicano podría enfrentar bloqueos legislativos, pérdida de confianza de los mercados y un deterioro del clima político.
Edwards también ha analizado el contexto estructural: caída de la inversión, estancamiento productivo, alto endeudamiento y un modelo en fatiga. Bajo ese escenario, un gobierno ideológicamente rígido y con poca capacidad de diálogo genera incertidumbre adicional.
El centro entra en alerta: gobernabilidad, moderación y riesgo institucional
Más allá de Walker y Edwards, la inquietud en sectores centristas responde a un patrón común:
Desconfianza en la capacidad de Kast para negociar,
Temor a un avance institucional de la derecha dura,
Riesgo de políticas identitarias o punitivas sin sustento técnico,
Preocupación por el aislamiento político,
Incertidumbre económica ante un programa sin mayorías.
Estos actores —políticos moderados, economistas liberales, exministros de la Concertación y analistas del centro— observan con preocupación el tono de campaña del candidato republicano, su vinculación con sectores conservadores de línea dura y su retórica de “orden” sin contrapeso institucional.
El diagnóstico común es que Chile enfrenta un momento de fragilidad económica e institucional, y que un gobierno sin capacidad de negociación podría agravar esa tendencia. La advertencia de Edwards resume ese temor: “otros cuatro años de estancamiento”.
Un mensaje que incomoda a la derecha
Que estas advertencias vengan del centro —y no de la izquierda— resulta especialmente incómodo para Kast. No son voces militantes ni operadores políticos: se trata de referentes que han defendido la estabilidad del sistema, la convivencia democrática y el crecimiento económico durante décadas.
Su alerta apunta a un posible desequilibrio: un gobierno ideológicamente duro, sin mayorías parlamentarias, enfrentando un país cansado, endeudado y sin margen económico para experimentos.
En una elección extremadamente estrecha, estas señales del centro podrían influir en sectores moderados del electorado, históricamente cruciales en toda segunda vuelta.






Ricardo says:
Ignacio Walker yerra al equiparar ambos «extremos» ; hay hechos contundentes, irrefutables: en Chile nunca hemos tenido una dictadura comunista , y sí una feroz dictadura derechista.