
Frei Ruiz Tagle: Humano, demasiado humano
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LA POLITICA COMO SIMULACRO.
¿Qué puede significar la frase del filósofo del martillo ( Nietzsche) en una cotidianidad como la nuestra, donde los políticos y la política se muestran en condiciones tan ajenas y distantes de esa lógica aristotélica del poder (donde la ética y la política se vuelven sinónimas). Concepto que es la base de toda la corriente humanista en Occidente.
Por otra parte, Sócrates, en el discurso de defensa ante el juicio que se ejecuta en su contra por la ciudad de Atenas, en la introducción, contra ataca afirmando que son los políticos quienes corrompen la verdad y la virtud, puesto que hablan con falsedad y traicionan al pueblo y a las normas de justicia que deben regir a la Ciudad (Apología de Sócrates).
Citando nuevamente al filósofo del martillo, en uno de sus aforismos señala: “La política es el campo de trabajo de ciertas mentes mediocres”, para luego rematar: “El camino de todo lo grandioso pasa por guardar silencio”. Pero no es el único que habla de este modo, pues el famoso filósofo Byung- Chul Han, señala que en la sociedad del cansancio la prisa es una mala consejera y el silencio es una provechosa inversión mental y ontológica de gran valor para poder pensar y proyectarse, es decir salirse de la trampa. El secreto está en poder meditar y caminar lentamente, pues la “lentitud” es otra virtud para la odisea del pensar reflexivamente.
Pero en los políticos el silencio es un imposible existencial ¿Será por aquello de que el que calla otorga? Porque en tiempos del SER extremo de la política actual toda concesión es una pérdida, una derrota.
Claro que se olvidan de la vieja advertencia de que todos somos esclavos de lo que dijimos, en cambio si cerramos la boca….somos libres.
Por otra parte, el pensador alemán judio Cassirer, define al hombre ya no como un animal racional, sino como un “animal simbólico” (Antropología filosofica).
Es decir que el hombre vive de imágenes más que de buenas razones.
Aquí vamos entonces al caso Freí Ruiz Tagle.
El expresidente concedió retratarse con el candidato J.A.Kast, eso es un acto de fuerte simbolismo, pues crea una imagen, una especie de proximidad.
Pero no sólo se retrató, sino que manifestó oralmente su coincidencia con parte del ideario político del candidato Kast, es decir No guardó silencio, con lo cual plantó y ratificó la prueba de que se adhiere de algún modo al ideario del político más enemigo de la democracia, ya que confiesa añorar los tiempos y la personalidad del dictador Pinochet, el mismo que mandó asesinar al ex mandatario don Eduardo Freí Montalva, padre del señor Freí Ruiz Tagle. Es decir se cobija en el regazo de sus criminales.
También, ya antes de las primarias, el expresamente manifestó su repudio a apoyar una candidata ( J.Jara) de militancia comunista, pues traicionaron los principios defendidos por toda su vida.
Claro que el señor Freí R.T. olvidó que no hace tanto cohabitó en armónica alianza con los mismos que ahora condena al ostracismo doctrinario.
Por eso Nietzsche advierte que si bien nunca la historia se puede repetir, si debe ser revisitada para no reiterar errores ni forjar fantasmagorías.
EL CAMBIO DE CHAQUETA EN LA SOCIEDAD POSMODERNA.
Esto de “darse vuelta la chaqueta” se viene poniendo de moda desde la dictadura. Primero están los que se travistieron desde la izquierda y centro democrático a los ideales económicos y culturales del neoliberalismo y del individualismo absoluto. Eso ocurrió tempranamente y actuaron en consecuencia (Boeninger, Foxley, Lagos, Correa, Tironi y el mismo Freí Ruiz Tagle).
Luego están esos que fueron de la extrema izquierda que regresan convertidos en gente adinerada y que se visten de empresarios actuando fielmente en defensa de sus capitales e intereses ( Oscar Garreton, Fernando Flores, Máximo Marambio, Ominami y otro menos ilustres pero igualmente mutantes.
Finalmente llegaron al redil de los transfer, los “demócratas”, los “Amarillos” y un buen número de tránsfugas de la política, son esos que intentando sobresalir dentro del espectáculo de las máscaras, se posicionan sobre dos sillas, logrando como único resultado el dejar expuesto sus grotescos traseros (dicho del sabio Montaigne). Y finalmente fueron a dar al lugar donde van a morir los elefantes, pero ya sin sus colmillos.
Esta manía de “darse vuelta la chaqueta” también ha contagiado al hombre de a pie, pues de amanecer un día furiosamente revolucionario, al anochecer opta por descansar en el lecho de la burguesía, y lo peor es que ahorita viene migrando a paso de parada hacia el militarismo más antidemocrático.
Esto llama a la sospecha de que estamos metidos en un brete (aprieto) cultural de insospechada proyección. No es normal esto de andar a bandazos por la vida. Mas bien lo normal es que las personas sostengan una postura y coherencia de por vida, es decir o te conduces por el carril de la derecha o por el de izquierda; puede ser aceptable hacerlo con ciertos matices, con ciertos énfasis, pero andar saltando como grillos de uno a otro lado del camino es síntoma de una seria patología en el sistema neurólogos y psíquico social. Eso en política es tan anormal y peligroso como es el practicarlo en el tránsito carretero. Pero así estamos y curiosamente no existe, hasta ahora, un diagnóstico de las academias para esta anomalía. Lo que sí existe es la sorpresa e incredulidad atónita de los observadores externos. Ellos si perciben el peligro a que esta conducta disfuncional nos puede conducir.
EL TEMA DE PADRES E HIJOS.
Sócrates discutió el tema de si las virtudes eran innatas o adquiridas por el ejemplo. Se anima a cortar la discusión diciendo que ser virtuoso no se aprende, se nace. En seguida da como razón de su postura el que de los hijos de hombres virtuosos, como Pericles y otros grandes personajes, no exhibieron las mismas virtudes que sus progenitores.
Turgeniev, define a las generaciones posteriores a la de “las luces”, como decadentemente nihilista. Lo mismo denuncia Dostoievski en su magnífico libro “ Los demonios”.
Ahora, si echamos un vistazo a la seguidilla de dirigentes chilenos, podremos ver el fenómeno de líderes populistas o progresistas, incluso revolucionarios, cuya descendencia termina cobijándose en la muelle alcoba de la burguesía. Ver a don Arturo Alessandri, acusando a la “canalla dorada”, y a su descendencia participando activamente y conspicuamente de esa misma “canalla”. Con la familia Freí pasa algo similar. Su hijo, de igual nombre, no heredó nada de la grandeza transformadora e intelectual de su padre, y también sucumbe ante la derecha piñerista, que le distingue con un relevante cargo, vinculado a las relaciones comerciales con China. Lo más triste es que ahora desliza por la pendiente de la extrema derecha de un Kast, que viene constituyéndose en la peor amenaza a la estabilidad social y democrática del país.
Los dirigentes intermedios de ese partido político que un día tuvo rostro revolucionario, la Democracia Cristiana, al regresar la democracia optaron por cambiarse al pragmatismo acoquinado y liberal individualista, contribuyendo, al igual que todos esos “renovados” del socialismo, a profundizar los anclajes en Chile del modelo más neoliberal del planeta.
Esta puñalada al pueblo crédulo, que sangra cada día en mayor desamparo, no terminará bien. No hay que ser profeta del desastre para vaticinar algo así, solo basta abrir bien los ojos, traspasar la plaza Italia e incursionar hacia el sur y poniente de la ciudad, para darse ese golpe de realismo como el que tuvo que plantearse el derechista ministro de salud, señor Mañalich, durante la Pandemia del Covid: “Nunca pensé que existía tanta pobreza”.
Y la pobreza que existe no es sólo social, es económica, disfrazada de consumo habilitado por el endeudamiento masivo de las familias, que viven cada vez más prisioneras de sus pasivos que, además, los convierte en malabaristas de la bicicleta financiera, hasta el día del colapso, en que se le cierran todas las puertas.
Pero también se trata de una miseria cultural y moral. Porque en presencia de estos masivos abusos, pareciera que todo está permitido, “Dios ha muerto”, ya no hay restricción, nihilismo puro.
Los hermanos estafan a sus hermanos, los hijos abandonan a sus padres y los padres no se responsabilizan de las necesidades básicas de sus hijos; los comerciantes estafan a sus clientes, las empresas de salud defraudan y roban a sus cotizantes; los empresarios se burlan de Estado eludiendo impuestos y de los chilenos mediante las colusiones; los políticos se corrompen, los tribunales también. Luego culpan de todos los males a los inmigrantes, cuya presencia es fácil de estigmatizar, hasta el punto de promover una especie de “pogromo”, como sucedió tantas veces con los hijos de la diáspora hebrea, los gitanos, población asiática y, ahora, con palestinos.
LA AVARICIA SIN LIMITES.
Constituye otro de los pecados capitales de las nuevas generaciones ricas del Chile neoliberal. Todo comenzó con el asalto a la riqueza pública, realizada durante la dictadura cívico militar. Miles de millones de dólares fueron transferidos a privados cercanos al régimen tiránico, a gratuidad.
Cuando siguieron agrandando sus capitales en base a los petrodólares, esa deuda debió ser pagada por todos los chilenos, cuando quebraron en 1983.
La Constitución del 80 aseguró la prohibición para el Estado de toda actividad económica, reservando ese privilegio exclusivamente al sector privado ( malamente entendido como subsidiariedad). De esta forma, siguió por 40 y más años, la expansión privada, subsidiada por todos los chilenos.
Obviamente nuestro empresarios adquirieron el hábito de obtener grandes utilidades sin riego alguno, dada la protección y complicidad del Estado, que permaneció dominado por la misma casta autoritaria y plutocrática.
La ilimitación de la avaricia fue la consecuencia natural dentro de este ambiente económico sin contraparte política y protegida en campana de vidrio, tanto por la dictadura como por la Concertación.
Pero como la cabra suelta tira pa’l monte, lo que siguió como conducta explícita fue el de transgredir las mismas normas creadas por ellos, entonces eludiendo más, defraudaron a destajo, se coludieron descaradamente, compraron funcionarios públicos, incluso del sistema tributario y del sistema judicial, así los jueces estipularon tarifas y los fiscalizadores fueron comprados por los fiscalizados. Los parlamentarios dictaron normas redactadas no desde sus asientos sino desde el escritorio de los empresarios interesados en acrecentar sus posiciones de privilegio.
Chile tiene todas las características de una sociedad manipulada por el miedo y el consumo. Estos poderes que son abiertamente refractarios al espíritu de la democracia, vienen construyendo una estrategia fáctica y cultural para adelgazar la línea de legitimación del autoritarismo. Un libro famoso “Cómo mueren las democracias” (Ziblatt y Levitky), advierte de las estrategias de un personaje basto y tosco como Trump en Norteamérica, pero acá, tenemos estrategias sibilinas, pero igualmente dantesca, para conducir al pueblo por círculos cada vez más profundos del Averno .
Las élites vienen tejiendo una especie de velo de Maya, que oculta esa morfinizacion de la voluntad, que se aproxima a la sumisión, a esa especie de pacto mefistofélico, en que vende su alma a cambio de la promesa de borrar el miedo.
Cuando despiertan de esa especie de sueño místico, ya tienen montado el espectáculo del aquelarre, de las noches del walpurgi y del autosacramental del sacrificio. Pero es cuando ya nada se puede remediar.
Hugo Latorre Fuenzalida






IBAN SÁNCHEZ MATUS says:
Si concuerdo con el Autor de este articulo: Chile camina a pasos cada dia más agigantado hacia el abismo; con gran mala suerte ¿..? que para ello el planeta da sus puñetazos para que asi sea.- Hoy emergen rapidamente » líderes» obstinados, endiosados y hasta mal intencionados, a los cuales los seres humano importan » un pucho»,que ha sido tomado como bastón ideologico de un sector de nuestra política; mientras la misma clase política en su totalidad emerge cual travesti camaleón,para estar ahí…donde se les asegura aumentar sus caudales económicos y privilegios.-
Analizar este proceso diremos que arranca con la misma Independenciadel pais: nacimos como un país segmentado donde los ricos miran de reojo y sin lástima a los pobres ( pobre Mañalich como dijo el autor,a sus más de 60 años se dio cuenta que Chile tenía una enorme pobreza).; incluso esa estratificación social se dio y se sigue dando en la Educación que TODOS señalan como el único y la más importante herramienta para alcanzar el desarrollo y pese a eso NADIE se atreve a realizar un PROYECTO EDUCACIONAL que nos salve de las infranqueables barreras que lo entrampan,dañan y lo hacen obsoleto ¿ Por que será? porque estoy cierto hay razones de fondo y/o conveniencia.-.-
No me alargare mucho,puesto el tema da para mucho…pero mi inquietud hoy en mi vejez de sobre 80 años me lleva a implorar a Dios ( porque no veo a otro ser posible) a que nos LIBRE del CAOS, DE LA INTRANSIGENCIA Y LA MISERIA.- Recordar simplemente que los Pueblos que llegaron más rapido al COMUNISMO fueron aquellos que a manos de Emperadores, Dictadores , Zares,Caudillos y otras especies rimbombantes, llevaron e hicieron transitar a sus habitantes por el camino de la MISERIA ABISMANTE.- QUE DIOS EN SU BONDAD NOS PROTEJA Y AMPARE.-
Felipe Portales says:
¡Muy buen artículo! Añadiría, para rematar el cuadro, de que en «la Corea del Norte del capitalismo» (como tan bien definieron al Chile post-dictadura, Ricarte Soto y José Maza) ¡fallecen decenas de miles de personas (pobres, por cierto) al año por «incapacidad» de nuestro «sistema» (desastre más bien) de salud de atenderlos, mientras esperan en las famosas «listas» (listas de la muerte para ellos…). Según nos dijeron en el debate de Anatel, se estima su número en 40 mil (Kast), o 30 mil (Jara)…
Sin embargo, dada nuestra pérdida de sentimientos humanos -que tan bien analiza el artículo de Hugo Latorre- dicho «dato» no suscitó ni siquiera referencias (¡por supuesto que ningún escándalo!) en los medios masivos de comunicación ni en los dirigentes políticos de todos los colores. De «todos los colores» es un decir, porque ya hace mucho que todos comparten en la práctica la misma tonalidad (¿amarilla?) neoliberal…