
Segunda Vuelta 2025: la recta final
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Parece sano no opinar sobre un evento político y comunicacional importante cuando estamos demasiado encima, recién finalizado. Los gases de salida del fuego que ardió anoche en Anatel generando un alto impacto social, impiden la calma del juicio y distorsionan su evaluación.
Como estamos a pocos días de la gran decisión y todo viaja a velocidad de vértigo, me arriesgo tomando en cuenta que han pasado algunas horas y que mi tiempo viaja también a la misma velocidad. Mañana podría ser tarde para decir algo en caliente, que también vale.
A pesar de que se observa cierta decepción porque el debate de anoche no habría variado la tendencia de la voluntad electoral que se esperaba, quiero expresar mi discrepancia, por varias razones.
- Para evaluar el debate se requiere incorporar un concepto actual de tiempo en una sociedad tecnológica, fuertemente sensibilizada y polarizada, con incertidumbre e invalidez de todo lo que se pretende firme bajo férreo control. Pasaron los tiempos de la física social clásica. El tiempo de hoy es una magnitud relativa, elástica, flexible, que afecta a cada evento de modo distinto y a veces contradictorio, obligando a movernos a la física cuántica también en lo social.
- Sigue operando la poderosa maquinaria informativa de la derecha que sostiene el triunfo de Kast, buscado deprimir y desmovilizar a los potenciales votantes de Jara. La lectura del debate Anatel como “empate”, “no significativo” o “neutral” forma parte de la misma estrategia. Abstraerlo y arrancarlo de ese contexto semiótico es una maniobra más de sus ideólogos.
- El clima político previo formado después del debate ARCHI, fue un alza en el ánimo y entusiasmo en la filas de Jara. Esta condición, reconocida también por la derecha, está operando también ahora como un intérprete del imaginario Esta fuerza opera, contrae y retuerce el sentido de los mensajes de Kast, cambiando el clima y el color del paisaje local y del viento que lo recorre.
- La lectura de masas que se está haciendo dista mucho del paradigma que la derecha busca imponer. Incluso se sustenta aún mejor en las mentiras, torpezas, vacilaciones y los increíbles errores de Kast, como afirmar que “en Chile fueron asesinadas 1.200 millones de personas el año pasado”, más que la población total de América.
- En una sociedad fuertemente polarizada la gravitación, la fuerza magnética y modeladora de los polos actúa en ambas direcciones, por lo que para medir el valor total y su dinámica no sólo hay que contar la fuerza hegemónica de la derecha; también hay que considerar la fuerza de la coalición de Jara que está en ascenso y lo más probable es que siga en esa dirección.
- El debate Anatel está aún en evaluación; falta mucho para apreciarlo en su justo valor. A nuestras sociedades ya casi no les queda ningún resto de sustancia natural, virgen, incontaminada de poderes fácticos, maquinarias de poder, discriminaciones, sentimientos, emociones y lógicas humanas e inhumanas, conscientes. Toda palabra, video, spot, señal, símbolo o código opera como un nodo, un átomo social entre millones de otros que transcurren, se mueven y ondulan en un ambiente líquido y muchas veces aéreo, en la nube de internet. Siempre interactúan entre mundos diversos, polarizados y contradictorios de sentido y significación. Tratar de fijar el significado del debate Anatel requiere tiempo y contexto social. En una sociedad fuertemente estratificada y de lucha de clases toda interpretación requiere situarla, sentirla y transmitirla en su aquí y ahora. Es lo correcto. Lo otro es fantasía sin base o gruesa manipulación.
José Miguel Arteaga





