Narcos en las Fuerzas Armadas: hallan droga en base militar de Colchane y refuerzan sospechas sobre funcionarios

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La crisis por la infiltración del narcotráfico en las Fuerzas Armadas chilenas sigue creciendo y suma un nuevo capítulo. Este jueves, la Policía de Investigaciones (PDI), en coordinación con la Fiscalía Regional de Tarapacá, encontró medio kilo de pasta base al interior de un recinto militar en la localidad de Colchane, en la Región de Tarapacá.

El hallazgo se produjo tras una entrada y registro autorizada por la justicia, como parte de las diligencias abiertas luego de los casos de tráfico de drogas que han involucrado recientemente a efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea (FACh). Según información revelada por Radio Bío Bío, la droga estaba escondida dentro de un termo depositado en uno de los basureros de la unidad militar.

Aunque una de las declaraciones recogidas por los investigadores apunta a que el termo habría sido dejado por alguno de los inmigrantes que ingresan irregularmente a Chile, esta versión no ha podido ser confirmada. No existen fotografías ni registros previos que respalden la presencia del objeto antes de su hallazgo, lo que mantiene las sospechas centradas en los propios funcionarios de la unidad.

Diligencias desde Arica a Antofagasta

Este no es el único procedimiento realizado. Durante la jornada de ayer, y en coordinación con el propio Ejército, la PDI llevó a cabo entradas y registros en otras bases militares desde Arica hasta Antofagasta.

Aunque el saldo completo de estas operaciones aún no ha sido cuantificado, fuentes de la investigación confirmaron que en algunos casilleros, particularmente de soldados, se encontraron pequeñas cantidades de marihuana. El descubrimiento, aunque de menor volumen, refuerza la preocupación sobre el uso y eventual tráfico de drogas al interior de las instituciones armadas.

Un patrón inquietante

Este nuevo caso se suma a los recientes escándalos que han sacudido a las Fuerzas Armadas. En junio, siete exsuboficiales del Ejército fueron detenidos por integrar una red de tráfico que trasladaba cocaína desde la frontera con Bolivia hasta Santiago. Poco después, cinco funcionarios de la FACh fueron sorprendidos intentando embarcar cuatro kilos de ketamina en un vuelo institucional desde Iquique a la capital.

La sucesión de casos en cuestión de semanas revela un patrón inquietante: la vulnerabilidad de las Fuerzas Armadas frente a la penetración del crimen organizado en zonas estratégicas del norte del país, donde convergen rutas del narcotráfico y dinámicas de contrabando.

¿Un camino hacia el narcoestado?

El hallazgo en Colchane y los registros en otras bases militares vuelven a poner sobre la mesa un debate de fondo: ¿hasta qué punto el narcotráfico ha logrado infiltrarse en las estructuras de seguridad del Estado? Algunos analistas advierten que, de no contenerse esta tendencia, Chile podría verse enfrentado a una descomposición institucional similar a la que afectó a otras naciones latinoamericanas en las últimas décadas.

La ministra de Defensa, Adriana Delpiano, ya zanjó esta semana la pugna por la competencia judicial en el caso de la FACh, ordenando que la investigación pasara al Ministerio Público. Esta decisión ha sido leída como un intento del Gobierno por reforzar el control civil y garantizar transparencia en las investigaciones.

Sin embargo, los nuevos hallazgos subrayan que el problema es mucho más profundo y requiere medidas de largo plazo: controles más estrictos, auditorías independientes y un rediseño de los protocolos de ingreso y fiscalización al interior de las unidades militares.

Por ahora, la investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones. La ciudadanía, en tanto, observa con creciente inquietud cómo las instituciones llamadas a proteger la seguridad del país aparecen involucradas, una y otra vez, en el mismo delito que deberían combatir.

El Clarín de Chile