
MIR llama a votar nulo en las presidenciales: “No aceptamos el chantaje”
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En la celebración oficial de sus 60 años, realizada este miércoles 13 de agosto en el Teatro Camilo Henríquez, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fijó una postura tajante frente a las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre: llamará a votar nulo. La decisión fue anunciada por su secretario general, Demetrio Hernández, en un acto que combinó memoria histórica, diagnóstico político y definición estratégica.
Un aniversario con proyección política
El evento congregó a dirigentes, líderes sociales, autoridades nacionales y extranjeras, en un marco que celebró seis décadas de trayectoria revolucionaria. Fundado el 15 de agosto de 1965, el MIR nació con el objetivo de articular al conjunto del pueblo —junto a trabajadores, pobladores y estudiantes— en la construcción de un sujeto histórico con programa propio para conquistar poder, justicia social e igualdad.
Durante sus primeros años, la organización participó en procesos claves como la reforma agraria, la autogestión en campamentos y la reforma universitaria. Tras el golpe de 1973, el MIR optó por resistir en el país, lo que implicó un alto costo: gran parte de su dirigencia y militancia fue asesinada o desaparecida. En democracia, la continuidad del modelo neoliberal y la dispersión del movimiento popular obligaron a la organización a reconstruirse en un escenario adverso.
En el acto de este 60° aniversario, la consigna fue clara: la lucha histórica del MIR sigue vigente y el desafío actual pasa por articular una fuerza social y política capaz de disputar poder más allá del marco institucional existente.
Crítica a las candidaturas actuales
En su intervención, Demetrio Hernández sostuvo que la “catástrofe nacional” que vive Chile no se resolverá con las candidaturas presidenciales en competencia ni con el actual Parlamento.
“No negamos la posibilidad ni la lucha electoral, pero con los candidatos actuales no se resuelven los problemas. Lo que ayuda es la generación de una fuerza social y política organizada con propuestas programáticas propias, que dispute el sentido de las verdades instaladas en los medios”, afirmó.
El dirigente fue enfático en señalar que el voto nulo no es una acción en contra de personas o sectores que se presentan como progresistas, sino un “llamado de atención” frente a promesas que, a su juicio, se han repetido y frustrado en las últimas décadas.
“Hace tres décadas nos dijeron que llegaría la alegría, y no llegó; después, que habría crecimiento con igualdad, y tampoco llegó. Comprar por tercera, cuarta o quinta vez esa idea falsa es aceptar el chantaje. Nosotros no estamos dispuestos a aceptar el chantaje, porque tenemos cientos de hombres y mujeres que lucharon contra el fascismo y el nazismo instalados en la dictadura militar”, enfatizó.
Un voto como señal política
La postura del MIR se inscribe en un clima electoral marcado por la fragmentación política, el debilitamiento de los partidos tradicionales y una ciudadanía que expresa desconfianza hacia las instituciones. Para la organización, el voto nulo en noviembre busca enviar un mensaje claro: la necesidad de un proyecto político alternativo que no se subordine a las lógicas del poder existente.
En palabras de Hernández, la alternativa pasa por “la construcción de una fuerza social y política que sepa disputar en todos los terrenos y que no dependa de promesas incumplidas, sino de un programa propio elaborado desde las luchas populares”.
Memoria y continuidad
En medio del acto, la dirección del MIR recordó las palabras de Jecar Neghme, dirigente asesinado en 1989: “Y si estamos vivos, nuestra lucha fue justa y calamos en lo más hondo de nuestro pueblo”. Esa cita sirvió como puente entre la memoria de las luchas pasadas y la proyección de las actuales, reafirmando que la tarea iniciada hace seis décadas sigue inconclusa.
El 60° aniversario no fue solo una conmemoración histórica. Fue, sobre todo, la oportunidad de reafirmar que el MIR no se disolverá en el juego electoral sin condiciones, y que su estrategia seguirá apuntando a un horizonte de transformación social profunda. En noviembre, su llamado será a marcar el voto nulo, como gesto político y como señal de que, para ellos, el verdadero cambio no se juega solo en las urnas, sino en la organización y movilización del pueblo.





