Chile al Día

Chile a media máquina

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Fotos: Guillermo Correa Camiroaga

Pese a todos los intentos del gobierno de Sebastián Piñera por tratar de mostrar a Chile funcionando con “normalidad”, las movilizaciones y la protesta popular continúan activas  a lo largo de todo el territorio nacional, lo que ha provocado que el comercio, los establecimientos educacionales, los servicios públicos y privados funcionen solo a media máquina. Durante la mañana las ciudades muestran  una mayor actividad, pero después de almuerzo se hace evidente la paralización de actividades y el servicio de transporte y locomoción colectiva disminuye notoriamente. Se ha producido así, en los hechos, una especie de “paro nacional de baja intensidad”.

 

 

 

Valparaíso sigue adelante con su calendario de movilizaciones. Durante la mañana de hoy martes 29 de octubre, los gremios de la salud pública paralizaron, así como también sucedió en otras regiones del país. En los principales hospitales de Valparaíso y Viña del Mar, el Hospital Carlos Van Buren y el Hospital Gustavo Fricke, los funcionarios y funcionarias de los respectivos recintos se congregaron a mediodía en las afueras de sus respectivos establecimientos, para posteriormente realizar multitudinarias marchas por las principales calles de la ciudad, exigiendo la renuncia del Ministro de Salud Jaime Mañalich y demandando que se entreguen los recursos necesarios para que se soluciones los graves problemas de infraestructura y carencia de insumos que permitan entregar una atención de salud digna y adecuada a la población.

 

 

Durante la tarde, la Mesa Social de Valparaíso llamó a reunirse en la Plaza Sotomayor a las16 horas, congregándose en dicho sector miles de porteños y porteñas quienes desde allí realizaron una marcha que concluyó frente a la Intendencia Regional, exigiendo la renuncia del Intendente Jorge Martínez, a quien responsabilizan directamente por el accionar represivo que han tenido las Fuerzas Policiales en el Puerto las que, a diferencia de Viña del Mar, se han dedicado a reprimir las movilizaciones pacíficas, dejando en la impunidad los actos de saqueos y la destrucción del pequeño comercio porteño, cosa que, sospechosamente no ha sucedido en Viña del Mar, donde estos desmanes no se han producido, ya que las Fuerzas de Orden han mantenido una  atenta vigilancia del comercio y los edificios institucionales viñamarinos. El Alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, pertenece al Frente Amplio, y la Alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, pertenece a la UDI, por eso los porteños y porteñas exclaman “sospechosa la cosa”.

 

 

 

 

 

 

 

Se puede observar en las movilizaciones como cada día crece el número de pancartas denunciando el violento actuar  de policías y uniformados, ya que las cifras oficiales, que incluso no reflejan la realidad total de los hechos represivos, entregadas por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)  dan cuenta que hasta ayer lunes 28 de octubre, a nivel del país, el número de detenidos era de 3.535 personas; el número de personas heridas alcanzaba la cifra de 1.132, de las cuales 238 son por armas de fuego no identificadas, 98 por disparos de bala, 24 por disparos de balines y 295 por disparos de perdigones. Asimismo se detalló que 127 de las personas heridas resultaron con daños oculares. En estos instantes, mientras escribo esta crónica y son las 19 horas, por las noticias se informa que un Observador del INDH fue herido con siete balines en el sector de la Alameda en Santiago, cuando se encontraba cumpliendo sus labores profesionales. Debido a toda esta represión desatada en forma desmedida en  contra de las y los manifestantes, se ha comenzado a definir el gobierno de Sebastián Pilñera con una democracia dictatorial.




 

 

 

 

 

 

 

 

 

La desafortunada frase del Presidente Piñera justificando el Estado de Emergencia en donde expresó  “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite…”, retrotrajeron a las chilenas y chilenos a la época de la dictadura cívico militar, cuando Pinochet acostumbraba a repetir periódica y majaderamente :“estamos en guerra señores” .Por otro lado, la Primera Dama Cecilia Morel, en un audio que se filtró a la opinión pública, manifestó , refiriéndose a las movilizaciones populares: “estamos absolutamente sobrepasados, es como una invasión extranjera, alienígena…” lo que también nos recordó al Almirante Merino cuando definía a los opositores a la dictadura como ”humanoides”. Esto que pudiera aparecer jocoso, encierra un trasfondo bastante siniestro, ya que el deshumanizar a quienes hacen  legitimo uso de la protesta y de la rebelión popular, al ser catalogados como “no humanos”, se les puede reprimir con mayor “justificación” e impunidad por parte de las Fuerzas Armadas y de Orden, cuya formación ideológica basada en la Doctrina de Seguridad Nacional, define a los sectores populares que luchan legítimamente por sus derechos como “el enemigo interno” a combatir.

 

El pueblo movilizado, pese a la brutal represión que sistemáticamente se ejerce en su contra por parte de las fuerzas represivas del Estado chileno, sigue adelante con su lucha incansable por sus demandas sectoriales y generales, rechazando las medidas cosméticas de un cambio de gabinete que no  resolverá los problemas de fondo generados por un modelo neoliberal opresor, injusto y depredador de los recursos naturales y el medio ambiente.

 

Chile está funcionando a media máquina y es muy probable que en el corto plazo pueda concretarse una Huelga General que paralice a todo el país.

 

 

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 29 de octubre 2019

 

 



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