Chile al Día Portada

El “derecho” del almirante y el Estado de derecho

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Con fecha 30 de noviembre de 2018, se publicó en este medio, una nota de mi autoría con el título “Ni Democracia ni Estado de Derecho; Estado de facto, fallido e inmoral”. Debido a que su contenido logra actualidad por la controversia que se ha instalado, tanto dentro como fuera de la Convención Constituyente, con la incorporación del ex almirante Jorge Arancibia en la Comisión de Derechos Humanos, me voy a permitir reproducir algunos párrafos de dicha nota.

Previamente, quiero afirmar que la causa por la que el señor Arancibia pueda integrar la comisión de marras, radica, incuestionablemente, en que Chile no es un Estado de Derecho. En adelante, los párrafos de la nota en comento:

Como lo he mencionado en artículos anteriores en este mismo medio, el problema básico, causal de todas las transgresiones  e inmoralidades que se cometen día con día, especialmente por parte de la casta política y empresarial, es  que seguimos viviendo en un Estado de facto.

Nuestra casta política, especialmente el gobierno y Chile Vamos, constantemente quiere convencernos que vivimos en democracia y que Chile es un Estado de derecho.




Estado de derecho.

“Según la doctrina del gobierno de facto o de hecho, en oposición al gobierno de jure  o de derecho, el acceso a los cargos o roles de gobierno por parte de los nuevos ocupantes se efectúa contrariando normas jurídicas, o por lo menos, al margen de ellas. Por lo tanto, el gobierno será de facto hasta que se produzca la instauración de un nuevo orden constitucional mediante el ejercicio del poder constituyente, y el gobierno se convierte en de jure  ya que estará encuadrado dentro del nuevo ordenamiento jurídico”. (*) Mientras no se realice este ejercicio, el Estado de Chile seguirá siendo de facto.

Efectivamente, personeros de la UDI, respecto del asilo concedido a Palma Salamanca en Francia, insisten en que cuando se cometió el asesinato de Jaime Guzmán, en 1991, Chile ya había accedido a la democracia y era un Estado de Derecho. Pues bien, hay que aclararle, no sólo a los personeros de Chile Vamos, sino a muchos de la ex Concertación y de la Nueva Mayoría, que ni en esa época ni ahora, nuestro país ha accedido a la democracia ni es un Estado de Derecho, pues no basta con decirlo, sino que, primero, debe “constituirse” en Estado de Derecho.

Y digo que no sólo el oficialismo y el gobierno ha insistido ante el gobierno de Francia (donde sí hay Estado de Derecho) para que extradite a Palma Salamanca. El senador “socialista”, José Miguel Insulza, habiendo sido canciller y secretario general de la OEA, por lo tanto supuesto conocedor de la jurisdicción internacional, promueve un proyecto de acuerdo en la sala del Senado, conminando al presidente Sebastián Piñera para que acuda a todas las instancias posibles para que  Palma Salamanca pueda ser extraditado. Es decir,  salva al tirano asesino Pinochet y condena a un luchador en contra de la dictadura. Está pintado para dar clases de ética y moral.

La entrevista de Gabriel Boric con Palma en París (luego se supo que también estaba la diputada Orsini), causó un  revuelo de tal magnitud que, incluso, la UDI exigió la destitución del diputado por Magallanes. El cinismo y la hipocresía de ese partido no tienen límites. Si realmente Chile hubiese sido constituido como Estado de Derecho, ninguno de los militantes de ese partido podría haber accedido a un cargo de votación popular o a un puesto de gobierno, por haber sido cómplices activos de la dictadura; por lo demás,  ese partido debió haber sido proscrito.

Como ejemplo, he aquí un parrafito dedicado con mi más absoluto desprecio al actual “senador” Juan Antonio Coloma, ex presidente de la UDI,  ex presidente de la FEUC y ex presidente del Frente Juvenil de Unidad Nacional (juventudes pinochetistas); en estos dos últimos nombrado personalmente por Augusto Pinochet:

Baldur von Schirach era el presidente de las Juventudes Hitlerianas, nombrado personalmente por Adolf Hitler y anteriormente presidente de la Federación de Estudiantes, también nombrado por Hitler (cualquier semejanza, no es mera coincidencia). Eso sí, él era un hombre muy culto y preparado. En 1945, al terminar la Segunda Guerra Mundial, fue detenido y juzgado en los Juicios de Nüremberg. Ante el tribunal Schirach declaró:

“… Quien  ordenó las muertes fue Adolf Hitler. Él y Himler fueron conjuntamente los prácticos autores de este crimen que seguirá siendo para siempre una mancha vergonzosa sobre nuestra historia. Pero la juventud alemana es inocente de lo que Hitler hizo a los pueblos alemán y judío. Nada sabía del  exterminio de los hebreos y no quiso semejante crimen. Es culpa mía, que asumo ante Dios y nuestra nación, haber educado a la juventud alemana en la fe en Hitler, el hombre que juzgué intachable y que resultó ser un asesino de millones de seres humanos. Yo creí en Hitler, eso es todo lo que puedo decir como exculpación. Yo soy el único culpable; la juventud  alemana es inocente porque creció en un Estado antisemita en el que era ley la política racista…”

Baldur von Schirach fue condenado a 20 años de prisión  como culpable de crímenes de guerra, condena que cumplió en la cárcel de Spandau.

Pero don Juan Antonio Coloma no es el único representante de las juventudes pinochetistas que se ha destacado como gran demócrata desde que finalizó la dictadura, la autentica, la de Pinochet, para dar paso al actual Estado de facto, fallido e inmoral.

El niño símbolo de los 77 de Chacarillas oficia, en la actualidad, como ministro del interior del gobierno  de Sebastián Piñera. Andrés Pio Bernardino Chadwick Piñera, sigue pensando, actuando y hablando como fiel admirador del tirano, desde que subió, junto a otros 76 connotados jóvenes, por los faldeos del cerro San Cristóbal, portando  antorchas hasta el estrado construido al mejor estilo nazi (bastante rasca eso sí) para jurarle amor eterno al tirano. Con este acto, creyeron pasar a la inmortalidad. Pero tanto el dictador como esos 77 jóvenes, ese mismo día estaban cometiendo un acto vil, ignominioso y abyecto en contra de la memoria de los 77 jóvenes soldados comandados por el teniente Ignacio Carrera Pinto que murieron acribillados en la batalla de La Concepción. ¿Quién de los 77 de Chacarillas,  estaría dispuesto  a dar su vida por la patria antes de rendirse ante un ejército que superaba con creces (más de 400 hombres) al batallón de 77 valientes jóvenes soldados? ¿Y el cobarde dictador que el día del golpe estaba atrincherado en el regimiento de Peñalolén, y que cuando Frei Montalva quiso hablar con él espetó: díganle a ese señor que no moleste, que no ve que estoy combatiendo? ¿Combatiendo?

Sin embargo, Juan Antonio y Andrés, yo sé que ustedes no son enteramente responsables de haber podido llegar a los cargos que hoy  ostentan. Los mayores y verdaderos responsables son los líderes de los partidos que conformaron la Concertación, especialmente el Partido Socialista de Chile (con los ex MAPU incluidos) y ese mejunje, esa pócima entrópica que se dice llamar Partido por la Democracia, que transaron su conciencia traicionando a todo un pueblo que veía con esperanza que se abrían las grandes alamedas y que la alegría ya venía. La Democracia Cristiana está en su juego, no se le puede acusar de traidora, pues fue la principal instigadora del golpe.

Entonces, señores de la UDI, ¿realmente creen que si Chile fuera un Estado de Derecho,  podrían ustedes estar usufructuando de esta mal llamada democracia en vez de haber sido juzgados como cómplices activos de una dictadura asesina,  corrupta e inmoral, cuyo jefe máximo robó a manos llenas y en que  su ejemplo sigue siendo imitado  por las  fuerzas armadas y de orden, cuyo desprestigio, fuera de hacerle un gran daño al país, será muy difícil de borrar?

La nota es bastante más extensa, pero he seleccionado los párrafos que tienen mayor pertinencia respecto del título de este artículo.

 

Por Hugo Murialdo

 

 

(*) Mario Justo López, Introducción a los estudios políticos, Kapeluz, Buenos Aires, s/f, citado por Mario Verdugo en Mario Verdugo Marinkovic y Ana María García Barzelatto, Manual de derecho político, Ed. Jurídica, Santiago de Chile, 1996, T. 1.

 

 

 

 



Periodista, magíster en Ciencias de la Comunicación y magíster en Filosofía Política.

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  1. Don Felipe Portales, con sincera humildad, me disculpo por haber manchado su persona con opiniones que no debieran haber sido escritas por mi parte, opiniones que fueron basadas en mi falta de conocimiento de algunos personajes que han sido un aporte para nuestro chilito. Mil perdones, los cuales los hago público en este espacio, y sinceramente, no sé que otra cosa podría hacer para remendar mis injurias.
    En cuanto a eso de que usted no es Diego Portales, le adelanto que yo no soy un hombre violento y no ha pasado nunca por mi cabeza el asesinar a una persona con las que tengo diferencias de cualquier tipo. Pero si hubo una época en que yo estaba dispuesto a morir o…. por mis ideas, cuando fuimos atropellados, torturados y hechos desaparecer.
    Nuevamente, sr Portales, lo siento mucho y no habrá una próxima vez ya que seré más cuidadoso cuado se trata de la dignidad de otras personas.

  2. Felipe+Portales says:

    Señor Román ¿usted sigue confundiendo a Leopoldo Lavín con Joaquín Lavín? Parece que está perdido en el tiempo y en el espacio. Por si acaso, le advierto que yo no soy Diego Portales…

  3. Don Hugo Murialdo, gracias por instruirme con su opinion, pero ¿que tendrá que pasar en nuestro chilito para que el hedor de la pobredumbre pinochetista nos deje respirar las brisas de la verdadera democracia?

  4. Felipe+Portales says:

    El mismo Insulza que defendió exitosamente a Pinochet de la Justicia internacional y nacional; y que dijo en la CNN Chile en noviembre de 2018 que «desde 1990 las Fuerzas Armadas y Carabineros se han mandado solos»…

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