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Kast y la dictadura, como historia y advertencia

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El ascenso en las encuestas del candidato del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, es una muy mala señal de los tiempos. En pocas semanas el ultraderechista se acomoda en los primeros lugares de estos sondeos y se corona como líder por dos veces consecutivas en la Cadem, por dudosa que esta sea. Si continúa esta tendencia podríamos tener una sorpresa el 21 de noviembre para vivir bajo una extrema inquietud hasta el 18 de diciembre en caso de una segunda vuelta. Aunque por una simple aritmética es poco probable que Kast gane en esa fecha, la ultraderecha triunfa en algunas partes del mundo con un relato y consignas abiertamente retrógradas e inspiradas en los peores momentos de la historia. Está el caso impresentable de Trump, tenemos más de cerca al inefable Bolsonaro, y en España crece y se expande Vox y su apología directa al franquismo junto a recursos rescatados de las telarañas de la política. Kast tampoco tiene problemas en levantar elogios a la dictadura cívico militar, en confesar su admiración por un criminal como Pinochet y su cercanía con el psicópata de la DINA Miguel Krassnoff, que suma condenas por casi mil años en Punta Peuco.

 

Esta narrativa, que se extiende desde el supremacismo blanco occidental, desprecio por los pueblos originarios, fundamentalismos cristianos, profundo anticomunismo y antisocialismo, machismo atávico al militarismo, tiene otro hilo que los cose a todos por igual. La táctica política se basa en la mentira para el despliegue de miedos que estimulan el odio. Siempre habrá a quien culpar de nuestras fatalidades. El otro es el mapuche, el migrante, el comunista, los que protestan, los organizados, los sindicatos, los intelectuales.

 

El portal El Mostrador hizo este martes un análisis del programa de Kast y ha hallado un texto negacionista, intolerante, militarista cuya finalidad es concentrar el poder para implantar su programa. El acceso al poder es para ejercer el poder total del mismo modo que lo han hecho sus mentores.

 

Su discurso «moderado» contrasta con las políticas de su programa de gobierno, que están marcadas por un reforzamiento del hiperpresidencialismo, con facultades que superan el del actual régimen político y una especial atención en temas de seguridad, con limitación a derechos civiles y supresión de convenios internacionales. Las «moderadas» propuestas de José Antonio Kast pasan por «redefinir» el concepto indígena y «tierra indígena»; denunciar el convenio 169 de la OIT por ser «nulo», derogar la Ley de Exonerados Políticos. Dotar al «Presidente de la República -para que en Estado de Excepción- pueda tener la facultad «de interceptar, abrir o registrar documentos y toda clase de comunicaciones y arrestar a las personas en sus propias moradas o en lugares que no sean cárceles ni estén destinadas a la detención». Propone también limitar la independencia de los nuevos gobernadores regionales, acortando su periodo, por el que fueron elegidos democráticamente, si es que un gobernador no le permite implementar su programa de gobierno. Y en materia ambiental, defiende la vigencia de las termoeléctricas pese al plan de cierre acordado por las propias empresas y en cuanto a la inclusión y la igualdad de género, aunque ayer su comando matizó su postura acerca del cierre del Ministerio de la Mujer, su propuesta apunta a avanzar en su eliminación.




 

Las intenciones están claras. Emplear todos los mecanismos a su alcance, que serán muchos si llega al gobierno, para una vez allí perseguir y restringir derechos y libertades. Su modelo es la dictadura por lo que no debería haber grandes dudas ni en los contenidos ni en sus métodos.

 

El historiador estadounidense Timothy Snyder, experto en política centroeuropea del siglo XX,  escribió el 2015 Tierra Negra: El holocausto como historia y advertencia. Una alerta ante los negacionismos y revisionismos en cuanto Hitler accede a Canciller en Alemania en momentos muy complejos en la política europea. Una vez allí pone en marcha el desquiciado programa que conduce al mayor genocidio de la historia occidental conocido.

 

Nosotros tenemos la dictadura y sus crímenes horrorosos, que es también historia y debería ser una advertencia. Es tiempo de reflexión y grandes decisiones. Después será demasiado tarde y las lamentaciones podrían durar por más de una década.

 

Por Paul Walder



Periodista

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  1. Curioso ese escritorcito yankee Snyder. Pero hay que citarlo
    Es «importante» para orientar a los idiotas que votan por el Kast.
    Este retrógrado que le falta el bigotito cómico de su ídolo.

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