Política Global

Sahara Occidental: ¿víctima colateral de una guerra entre colosos?

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La situación en Ucrania ha dejado varios países en fuerte tensión: el almacenamiento de combustible y alimentos se ha transformado en psicosis colectivas que ya permitió el amanecer de fuertes especulaciones en contra de las cuales ningún País está tomando serías medidas. En este cuadro mundial, Pedro Sánchez cede este viernes a las pretensiones de Mohamed VI y cambia la histórica posición de España respecto al conflicto de la soberanía del Sáhara Occidental.

España cierra así la crisis diplomática con Marruecos: aceptando la propuesta de Rabat de convertir el Sáhara Occidental en una región autónoma bajo su soberanía.

Entre las últimas tensiones entre los dos estados estaba la crisis de los migrantes de Ceuta. Más de 8000 migrantes han cruzado ya la frontera de Marruecos hacia España, entre ellos, más de 1500 son menores no acompañados.

Los daños colaterales de la decisión de Pedro Sánchez pueden tener repercusiones no solamente hacia el Magreb. Muchos países están involucrado en este conflicto.




El territorio del Sahara Occidental es clave desde el punto de vista geoestratégico: rico en fosfatos, hierro, petróleo y gas. Esto atrae desde años a empresas de 39 países diferentes que explotan esos recursos, aunque la resolución 1803 (XVII) de Naciones Unidas afirma que “la violación de los derechos soberanos de los pueblos y naciones sobre su riqueza y recursos naturales es contraria al espíritu y los principios de las Naciones Unidas y obstaculiza el desarrollo de la cooperación internacional para la preservación de la paz”.

 

La mano de la CIA sobre el Sahara Occidental

La Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), decidió abrir el acceso a más de 10 millones de páginas de más de 900.000 documentos desclasificados que permiten entender mejor lo que sucedió exactamente a partir de marzo de 1979.

El EC Saharaui publicó estas informaciones en el artículo “De la traición de 1975 a la de 2022: Así vendió Juan Carlos I el Sáhara Occidental”[1], escrito por Lehbib Abdelhay.

Según los documentos de la CIA, para evitar que Marruecos perdiera el conflicto con el Frente Polisario en 1975, Estados Unidos, Francia, España y Arabia Saudí intervinieron para apoyar a la dictadura de Hassan II.

El 21 de agosto de 1975, el Departamento de Estado norteamericano da luz verde a un proyecto estratégico secreto de la CIA, financiado por Arabia Saudí, para arrebatar la antigua provincia del Sahara (270.000 Kms cuadrados) a España. Un territorio rico en fosfatos, hierro, petróleo y gas, que Estados Unidos no estaba dispuesto a dejar en manos de España dada la situación en que se encontraba el régimen de Franco.

El plan consistió en invadir la zona mediante una marcha de unos 300.000 ciudadanos marroquíes (Marcha Verde), que se harían pasar por antiguos habitantes de la zona.

Estamos hablando de 200.000 Kms cuadrados de gran importancia geoestratégica, muy ricos en toda clase de minerales, gas y petróleo, que fueron descubiertos por petrolíferas norteamericanas y en reserva estratégica.

 

¿Hacía un cambio en el equilibrio mundial?

«En ningún momento y a ningún nivel se informó a las autoridades argelinas de este vil regateo concluido con la potencia ocupante marroquí a espaldas del pueblo saharaui», declararon los diplomáticos argelinos, que nunca fueron avisados del cambio de postura español hacia los saharauis. “Se trata de la segunda traición histórica a los saharauis que causa graves perjuicios en la reputación y credibilidad de España como miembro de la comunidad internacional”.

Este sábado, al día siguiente del anuncio del apoyo español al plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental ocupado, Argelia decidió retirar a su embajador en Madrid.

La decisión de España podría poner en riesgo su almacenamiento de gas.

En efecto, Argelia es el principal suministrador de gas natural para España. Del país norteafricano, España importó el año pasado casi el 50% de esta materia prima, que actualmente llega a España a través del gasoducto Medgaz, que une directamente los yacimientos de Hassi R’Mel en Argelia con Almería.

El repentino cambio de posición del Gobierno de Pedro Sánchez ante el conflicto en el Sáhara Occidental, territorio ocupado por Marruecos desde 1975, puede abrir una crisis energética en España.

Más en general, Argelia es el tercer mayor proveedor de gas de Europa, a donde llegan el 83% de sus exportaciones, con España e Italia como principales países de destino.

Con el conflicto en Ucrania, el gas de Argelia tiene aún más valor: para compensar la dependencia del gas ruso, hay un proyecto concreto de que el país norteafricano se transforme en un proveedor clave por Europa. A ese efecto, España pudo promocionarse como un posible hub de distribución de gas en su propio continente.

Cualquier ‘accidente’ o ‘incidencia técnica’ en el gasoducto Medgaz podría provocar en estos momentos muy serios problemas a España en plena crisis energética.

En la actualidad hay dos tubos que conectan Argelia y España: uno, actualmente utilizado y otro, llamado Magreb Europa, que conecta Argelia con España pasando por territorio marroquí, cerrado el pasado mes de noviembre a iniciativa de Argel.

La impulsividad española supo despertar a Argelia, la cual ya llamó a su embajador en España. Pero, no solo, China también levantó su voz en favor del pueblo saharaui.

«Lograr la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio pasan por el respeto mutuo y la adhesión a los principios basados ​​en la justicia y la equidad. E impulsar la búsqueda de soluciones políticas y pacíficas a otras crisis en la región», afirma el comunicado emitido por estos dos países.

Alianzas que se van entrelazando en un momento de crisis sistemáticas, donde Occidente y Oriente siguen enfrentándose.

 

Decidir en lugar de otro: todavía el pueblo saharaui espera un referéndum que parece transformarse en utopía

“La posición expresada por el gobierno español está absolutamente en contradicción con la legitimidad internacional. Las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea, la Corte Internacional de Justicia, el Tribunal de Justicia Europeo y todas las organizaciones regionales y continentales no reconocen ninguna soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental”, denuncia el Frente Polisario, al gobierno de la Republica Árabe Saharaui Democrática (RASD). “También España, junto con Francia, el país que trazó las fronteras entre el Sáhara Occidental y sus tres vecinos; Marruecos, Argelia y Mauritania, tiene más responsabilidades jurídicas y políticas que otros en la defensa de las fronteras internacionales reconocidas, así como detener la expansión marroquí además de sus responsabilidades junto a las Naciones Unidas hacia el pueblo saharaui. Esta responsabilidad no caduca mientras el pueblo saharaui no haya podido ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia”.

“A pesar de todo ello, España no puede sustraerse unilateralmente de sus responsabilidades jurídicas frente al Sáhara Occidental y su pueblo, siendo potencia administradora del Territorio a la espera de la descolonización del mismo. Tampoco puede dar la espalda a sus responsabilidades políticas, ya que es el principal responsable del sufrimiento del pueblo saharaui, y de hecho de todos los pueblos de la región, que hasta ahora no han podido disfrutar de la estabilidad debido a la herida abierta por España en 1975, y que sigue envenenando las relaciones de los pueblos y países de la región”, sigue el Frente Polisario.

El cese el fuego logrado en 1991 por la ONU entre le Frente Polisario y Marruecos debió haber servido para permitir un referéndum, el que aún no se ha llevado a cabo. Como resultado, la situación se estanca en detrimento de las poblaciones indígenas.

La resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1960, sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, instaba a devolver a todas las colonias su independencia.

En ese sentido, el Sahara Occidental sigue siendo considerado por Naciones Unidas como un territorio no autónomo que debe ser descolonizado mediante el ejercicio del derecho a la autodeterminación. La Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) fue creada con este propósito en 1991.

Actualmente, después de años de silencio, unas mesas redondas fueron organizadas en la sede de Naciones Unidas de Ginebra, Suiza, para decidir sobre el destino de estos territorios, que viven en un limbo silencioso desde más de 40 años. Esto entre diciembre 2018 y marzo 2019.

Desafortunadamente, los últimos intentos de la ONU de llegar a una resolución del conflicto no fueron concluyentes y Horst Kohler, Enviado Especial del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, abandonó sus funciones a final del mes de mayo de este año.

A final del año pasado, a principio de noviembre 2020, el cese del alto al fuego entre Marruecos y el Frente Polisario. Una guerra silenciada por el mismo occidente, una guerra desigual y sin fin.

Actualmente, un Enviado Especial ha sido nominado, Staffan de Mistura.

Sin embargo, toda esta historia y la legitimidad del derecho internacional parece invisible a España, y a todos aquellos países siguen explotando los recursos saharauis.

“Usted, cuando le quitan a su casa, va luchar con uñas, pies, porque no puedes dejar a nadie que le quite a su casa, y aún menos su tierra, es una condición de existencia. Porque si no existes no eres nadie”, nos compartía hace un mes Mohamed Fadel Henia, director del Hospital Central de Rabouni, en los campamentos de refugiados en el sur de Tindouf adonde los saharauis se encuentran aparcados por la comunidad internacional desde más de 45 años. “¿Que quiere el pueblo saharaui? Un referéndum, cualquier solución pacifica que respete a nuestro pueblo y a los acuerdos hechos antes las Naciones Unidas hace demasiados años. Porque, al contrario, no nos quedaremos con las manos cruzadas”.

¿Por qué los intereses políticos y económicos deberían ser más contundentes del derecho internacional y de la voluntad de un pueblo?

 

Elena Rusca, Ginebra, 20.03.2022

[1] https://www.ecsaharaui.com/2022/03/de-la-traicion-de-1975-la-de-2022-asi.html

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Corresponsal

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