Comercio exterior: resultados del 2023
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Las cifras de cierre del 2023 en materia tanto de exportaciones como de importaciones no son muy buenas, aun cuando ambas merecen un análisis más pormenorizado que la mera mención de las cifras finales del período.
Las exportaciones totales del país durante el año2023 fueron de 94.936 millones de dólares, en circunstancias de que el año anterior estas fueron de 98.548 millones de dólares. Se presentó, por lo tanto, un bajón cercano a los 3.500 millones de dólares. Sin embargo, para colocar estas cifras en un contexto más amplio hay que mencionar que la cifra del 2023, si bien es más baja que la del 2022, es más alta que cualquiera otra conocida por el país antes del año 2020.
Esta baja en las exportaciones totales obedece en alta medida a la caída en las exportaciones mineras, que pasaron de 56.489 millones de dólares en el 2022, a 53.031 millones de dólares en el 2023. Una caída de aproximadamente 3.450 millones de dólares. Y dentro de estas últimas, las exportaciones de cobre cayeron de 44.662 millones de dólares en el 2022 a 43.433 millones de dólares en el 2023.
La caída más grande, en todo caso, en el campo de la minería, es la caída de las exportaciones de carbonato de litio, que bajó de 8.093 millones de dólares en el 2022 a 5.430 millones de dólares en el 2023. Hay que tener presente, en todo caso, que todas las cifras mencionadas, obedecen no solo a bajas eventuales de la producción sino también a bajas en los precios y/o en las cantidades demandadas a nivel internacional.
En síntesis, la caída de las exportaciones no es una cosa buena para el país, pero no estamos en presencia de una caída catastrófica. Estamos por arriba de los niveles previos a la pandemia, si es que eso puede servir de consuelo. La estructura de nuestras exportaciones, sin embargo, se mantiene sin cambios relevantes. Seguimos exportando materias primas y bienes primarios e importando bienes manufacturados. El cobre, como porcentaje de nuestras exportaciones, pasó 45.3 % a 45.7 % de un año a otro, lo cual significa que en términos de estructura seguimos donde mismo. Nuestras exportaciones de bienes industriales, a su vez, siguen bajas e incluso presentando una tendencia a disminuir más aún. Se pasó en ese campo de 35.417 millones de dólares en el 2022 a 34.907 millones de dólares en el 2023.
Las exportaciones frutícolas, sin embargo, aumentaron desde 5.828 millones de dólares en el 2022 a 6.197 millones de dólares en el 2023. Un aumento de 269 millones de dólares de un año a otro, que no es aumento como para tirar petardos, pero un aumento al fin y al cabo. El producto estrella en este campo son las cerezas.
En materia de importaciones las cosas son un poco más complicadas. Las importaciones FOB cayeron desde de un nivel de 94.741 millones de dólares en el 2022 a 79.434 millones de dólares en el año siguiente. Una caída de aproximadamente de 15 mil millones de dólares. Las importaciones de bienes de consumo disminuyeron desde 28.505 millones de dólares a 22.025 millones de dólares. Esto podría ser bueno, en otras circunstancias, si se tratara de una sustitución de importaciones por producción interna, pero eso no parece ser el caso actual en Chile. Disminuyeron, a modo de ejemplo, en este campo, las importaciones de automóviles, de celulares y de computadoras. No se puede sino concluir que la causa de la caída de las importaciones de bienes de consumo obedece a bajas en el consumo interno de vastos sectores de la población nacional.
En materia de bienes intermedios, básicamente insumos industriales, la caída fue desde 56.628 millones de dólares a 46.206 millones de dólares de un año a otro, lo cual está en relación directa con una baja de la producción final de bienes, y no a que estemos en presencia de un proceso de sustitución de importaciones, que ya hemos dicho que no parece ser el caso en el Chile de hoy en día. Para no ser menos, las importaciones de bienes de capital disminuyeron desde 19.757 millones de dólares en el 2022, a 17.277 millones de dólares en el 2023, lo cual, muestra una baja en las nuevas inversiones y/o en la reposición o reparación de las anteriores, que es posible que termine repercutiendo en el comportamiento económico del 2024.
En todo caso, el saldo en la balanza comercial – exportaciones menos importaciones- ha aumentado en forma significativa como consecuencia de los cambios antes mencionados, lo cual es una ayuda importante para los equilibrios en el resto de la cuenta corriente de la balanza de pagos y en la cuenta de capitales.
Por Sergio Arancibia
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