
Asesinato de Yaidy García Carvajalino remece al país y despierta duras críticas al avance de la xenofobia y el racismo en Chile
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Organizaciones políticas y de la sociedad civil denuncian que discursos de odio y criminalización de la migración prepararon el terreno para el brutal crimen ocurrido en Cerro Navia
La conmoción y el repudio por el asesinato de Yaidy García Carvajalino, ciudadana venezolana de 43 años, madre y abuela, crecen en todo el país. Diversas organizaciones políticas y sociales han levantado la voz ante lo que consideran un crimen de odio marcado por la xenofobia y el racismo, consecuencias de un clima de violencia discursiva y exclusión sostenida contra la población migrante en Chile.
El Frente Amplio emitió este lunes una dura declaración pública en la que califica el asesinato como “la máxima expresión de la xenofobia” en el país. Según el comunicado, Yaidy fue atacada con una escopeta a quemarropa por un grupo de vecinos y vecinas exaltados, mientras celebraba el Día del Padre junto a su familia en Cerro Navia. El conflicto habría comenzado por una discusión relacionada con el volumen de la música.
“La constante criminalización de la migración por parte de la prensa y algunos sectores políticos promueve la deshumanización de la población migrante, al punto de justificar la aniquilación de un ser humano por razones tan triviales como las que terminaron con la vida de Yaidy”, afirma el texto del Frente Amplio.
Una violencia que no surge de la nada
El asesinato, ocurrido el domingo 15 de junio, ha sido descrito por testigos como un acto premeditado. Según un reportaje de ADN Radio, los agresores habrían pinchado los neumáticos del vehículo familiar para impedir que García fuera trasladada al hospital tras el disparo. Murió desangrada en la entrada de su casa, frente a sus hijos.
Para el Frente Amplio, el crimen no se produjo en un vacío, sino que responde a un contexto social donde los discursos de odio se han naturalizado y normalizado. “Cuando los discursos de odio se apoderan de los medios de comunicación y se naturalizan en liderazgos políticos y sociales mostrando al migrante como enemigo… la cohesión social se rompe y los principios democráticos se ven amenazados”, advierten.
La coalición responsabiliza, además, al Estado por su falta de políticas públicas de integración y mediación. En ese vacío, señalan, se instala el miedo, la intolerancia y el odio.
AMPRO Tarapacá: “Una muerte que no debe olvidarse”
A la declaración del Frente Amplio se sumó también la organización AMPRO Tarapacá, dedicada a la defensa de derechos de personas migrantes, que difundió un comunicado titulado “Una muerte no debe olvidarse”. En él denuncian el racismo estructural y la creciente naturalización de la violencia contra migrantes en Chile.
“El asesinato de Yaidy García Carvajalino no fue un hecho aislado ni fortuito. Fue consecuencia directa del racismo estructural y la xenofobia cada vez más naturalizada en nuestra sociedad”, afirma la organización.
El documento denuncia el rol de los medios de comunicación y de algunos sectores políticos —tanto de derecha como de izquierda— en la propagación de discursos de odio, el uso del migrante como chivo expiatorio y la instrumentalización política del malestar social.
“Nos preguntamos: ¿Cuántas muertes más tendremos que lamentar? ¿Cuántas vidas deben ser arrebatadas para que dejemos de mirar hacia el costado?”, interroga AMPRO, que llama a replantear tanto las estrategias comunitarias como institucionales para fortalecer la cohesión social y frenar la espiral de odio.
Crimen de odio, impunidad y justicia pendiente
En ambos comunicados, el crimen es calificado sin ambigüedades como un crimen de odio. Se hace hincapié en que no basta con la indignación momentánea: se requiere una acción decidida del Estado, del sistema judicial y de los sectores políticos para garantizar justicia y prevenir nuevas tragedias.
“Llamamos a todos los sectores políticos a hacerse responsables de la defensa de los valores democráticos y a alzar la voz frente al avance de la xenofobia en nuestro país”, cierra el comunicado del Frente Amplio, que expresa además sus condolencias a la familia de Yaidy y a la comunidad venezolana residente en Chile.
Por su parte, AMPRO sostiene que el antirracismo debe dejar de ser una consigna vacía y convertirse en una práctica cotidiana, transversal, activa: “en las escuelas, en los medios, en las instituciones, en las calles”.
Ambos llamados coinciden en una idea central: la muerte de Yaidy no puede quedar impune, ni ser otro número en las estadísticas. Debe ser el punto de inflexión para detener la violencia estructural que amenaza a miles de personas por su origen o condición migratoria.





