
Arancel de Trump al cobre: Chile busca estrategia para enfrentar el desafío
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El anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de aplicar un arancel del 50 % a las importaciones de cobre desde el 1 de agosto abrió un nuevo frente de discusión en Chile. Aunque la medida tiene un impacto directo limitado —pues solo el 11,3 % de las exportaciones de cobre chileno se dirigen a Estados Unidos—, ha encendido un debate más amplio sobre la estructura económica del país y sus relaciones internacionales.
Este jueves, el presidente Gabriel Boric anunció la convocatoria de un grupo transversal de expertos en economía y reuniones con el sector privado. “Chile tiene fortaleza institucional para enfrentar estas situaciones”, escribió en su cuenta de X. La decisión se tomó tras un encuentro en La Moneda con el canciller Alberto van Klaveren, los ministros Mario Marcel (Hacienda) y Aurora Williams (Minería), el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, y el embajador chileno en EE.UU., Juan Gabriel Valdés.
El objetivo del gobierno es evaluar posibles efectos y coordinar acciones que permitan dar una señal de unidad frente a la medida unilateral de Washington.
Efectos económicos: contexto favorable, pero con riesgos
El canciller van Klaveren recordó que Chile exporta a EE.UU. un producto muy específico: cátodos de cobre de alta calidad, fundamentales para la reindustrialización norteamericana. Algunos analistas consideran que el arancel afectará más a los consumidores de EE.UU., ya que el país depende en buena medida de las importaciones para cubrir su demanda.
Además, el mercado internacional del cobre atraviesa un buen momento. La transición energética, la electromovilidad y la urbanización global mantienen alta la demanda por el metal rojo. Como señaló Joaquín Villarino, del Consejo Minero, “el cobre que no se dirija a Estados Unidos se puede colocar en otros mercados como China o India”.





