
Liberación de sicario y narcos en las Fuerzas Armadas reavivan debate sobre el secreto bancario y la ruta del dinero
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La liberación de Osmar Ferrer, uno de los acusados por el asesinato del empresario José Felipe Reyes —conocido como el “Rey de Meiggs”—, ha encendido una nueva alerta sobre la fragilidad del sistema judicial frente al avance del crimen organizado. El hecho, descrito como una “cadena de errores” aún en investigación, ha generado una fuerte reacción en el mundo político y académico, que coincide en un diagnóstico: sin levantar el secreto bancario, es imposible atacar las finanzas de las organizaciones criminales.
“Estamos ante una situación muy escandalosa y amerita reiterar nuevamente la solicitud que hemos hecho para levantar el secreto bancario y perseguir la ruta del dinero de las organizaciones criminales”, declaró la candidata presidencial del pacto Unidad por Chile, Jeannette Jara. Para la también militante del Partido Comunista (PC), el caso no solo representa una amenaza directa a la seguridad pública, sino también un golpe a la confianza de la ciudadanía en las instituciones judiciales, que ahora son percibidas como vulnerables a la infiltración del narco.
Narcos en las instituciones y la urgencia de seguir la ruta del dinero
El caso Ferrer no es un hecho aislado. A esta polémica se suman las recientes revelaciones sobre efectivos del Ejército y de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) involucrados en el tráfico de drogas desde la frontera norte hasta la Región Metropolitana. Una red de militares utilizando vehículos oficiales y vuelos institucionales para mover cientos de kilos de cocaína y ketamina confirma que el crimen organizado ha comenzado a permear instituciones clave del Estado.
Para el diputado liberal Vlado Mirosevic, la respuesta debe ser inmediata y sin ambigüedades. “Levantemos el secreto bancario y fortalezcamos la Unidad de Análisis Financiero”, escribió en su cuenta de X, en un llamado directo a la derecha para que entregue los votos necesarios.
En la misma línea, el senador comunista Daniel Núñez señaló: “El secreto bancario es el blindaje del crimen organizado y los poderosos”. Para Núñez, mantener la imposibilidad de investigar cuentas bancarias en el marco de delitos complejos beneficia tanto a las mafias como a sectores políticos y económicos acostumbrados a operar en la opacidad.
Empresarios evasores, políticos y narco: un triángulo incómodo
Matías Garretón, académico de la Universidad Tecnológica Metropolitana, advirtió en entrevista con Radioanálisis de Radio Universidad de Chile que el levantamiento del secreto bancario es esencial para investigar la “ruta del dinero” que sostiene a estas redes criminales. Según Garretón, la resistencia a esta medida refleja una “cierta alineación de intereses” entre empresarios evasores, crimen organizado y políticos que se financian irregularmente.
“Ninguno de ellos está interesado en que haya más posibilidad de investigar las cuentas, porque todos están de alguna manera escondiendo dineros de un origen ilícito”, sentenció.
Un frente político trabado
El Gobierno ha confirmado recientemente su intención de incorporar el debate sobre el levantamiento del secreto bancario en el proyecto para crear un Subsistema de Inteligencia Económica. Sin embargo, los intentos por avanzar en esta dirección han sido bloqueados anteriormente en el Senado. A principios de año, una medida similar fue rechazada, principalmente por la oposición, que ha argumentado preocupaciones sobre la protección de datos personales y el riesgo de persecuciones políticas.
Para el diputado Luis Malla (PL), los recientes hechos son una señal inequívoca de que el crimen organizado ya ha penetrado en el poder judicial. “Poner en libertad a un sicario muestra que las mafias no solo operan en las calles, sino que están infiltrando los espacios donde se debería proteger a la ciudadanía”, advirtió.
Un Estado que parece perder terreno
El caso Ferrer y las investigaciones sobre narcos en las Fuerzas Armadas configuran un escenario preocupante: un Estado que parece perder terreno ante un crimen organizado cada vez más sofisticado y con capacidad de corromper estructuras institucionales.
Sin la posibilidad de seguir la ruta del dinero, advierten expertos, las mafias seguirán operando con impunidad, financiando redes de corrupción que van desde funcionarios de bajo rango hasta sectores del poder político y económico.
“Lo que estamos viendo es solo la punta del iceberg”, concluye Garretón. “Si no se rompe el muro del secreto bancario, Chile corre el riesgo de transitar por el mismo camino de otros países de la región, donde el narco no solo controla territorios, sino también instituciones”.






jaime norambuena says:
Esto es obvio y no cabe duda. Me parece que cualquier opinion
critica a esta «postura» seria un apoyo a la increible corrupcion
de estos poderes Estatales que es urgente desmantelar para
que vuelvan a ser neutrales y garanticen seguridad ciudadana.