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La guerra sucia en la derecha: Matthei denuncia ataques con video‑montajes y recibe advertencias

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La contienda electoral en Chile no solo ofrece un choque ideológico entre bloques, sino que también revela fisuras profundas dentro de la derecha. Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, expuso públicamente una campaña agresiva de desinformación desde sectores del Partido Republicano, acusándolos de manipular sus videos para sugerir que tiene Alzheimer. No obstante, además ha recibido una advertencia estratégica que marca el pulso político al interior de Chile Vamos.

El video-bullying: montajes y acusaciones de deterioro cognitivo

En una entrevista con T13 Radio, Matthei reveló que simpatizantes de José Antonio Kast han alargado intencionadamente sus pausas al hablar, exagerando sus muletillas hasta 15 segundos. “Pareciera que estoy vacilando, o que tengo Alzheimer”, señaló la exalcaldesa en referencia a la campaña “asquerosa” contra su figura. Respaldada por una investigación de El Mostrador, Matthei aseguró que “cualquier persona decente debería verlo y decir ‘esto no está bien’”, y que conforme se identifiquen los responsables estos ataques perderán fuerza.

Advertencia interna: ¿muro de contención o señal de alerta?

Paralelamente, el académico Alberto Mayol, habló de un “muro de contención sanitario” dentro de la coalición. Según su análisis, Evelyn Matthei debería reforzar los límites frente al auge del discurso autoritario para proteger a la derecha tradicional de la radicalización. Mayol advirtió que sin una estrategia clara, el ala dura impulsada por Kast podría terminar empujando a todo el bloque hacia un bloque extremo incompatible con los votantes moderados y centro-derecha.

Esta advertencia coincide con la tensión que ya advertía Matthei: mientras ella propone una derecha pragmática—centrada en crecimiento económico, lucha contra el narcotráfico y reformas legislativas por consenso—la ultraderecha apuesta por amplificar el miedo, el desorden, y sus símbolos históricos, incluso contra figuras afines.




El quiebre en Chile Vamos

La ruptura se materializa no solo en discursos, sino también en tácticas mediáticas. Arturo Squella —presidente del Partido Republicano— acusó a Matthei de tener resultados débiles en las encuestas, distancia que ella atribuye a los ataques que la muestran como cognitivamente frágil. Por su parte, Paulina Núñez (RN) tildó la ofensiva como una “guerra sucia”, advirtiendo que atenta contra la unidad electoral del bloque.

Este quiebre pone en relieve dos visiones contrapuestas:

  • Derecha tradicional (Matthei, Núñez): política institucional, acuerdos, reformas, seguridad, crecimiento.

  • Ultraderecha (Republicanos, Kast, Squella): discurso populista‑autoritarista, radicalización, uso agresivo del miedo y la manipulación mediática.

Impacto y riesgos para la democracia

Matthei ya alertó que “si nos vamos a los extremos, Chile no va a progresar”, y que estas campañas “no le hacen nada de bien al país”. En un contexto marcado por la desconfianza pública y heridas históricas tras el estallido social de 2019, estas peleas intestinas y tácticas sucias arriesgan erosionar la credibilidad de la coalición y polarizar aún más el electorado.

El análisis de Mayol refuerza lo mismo: la coalición enfrenta una disyuntiva vital. Debe decidir si erige muros para contener el virus autoritario o permite que esta ola lo arrastre todo hacia el extremo. Ahí radica no solo su supervivencia política, sino también el tipo de país que prometerá construir.

La guerra sucia de desinformación y las advertencias internas reflejan la crisis de identidad de la derecha. Matthei ha expuesto ambas amenazas: los ataques por video‑montajes que buscan deformar su imagen y la advertencia de que el ala dura de su propia coalición actúa como un “muro autoritario” que puede socavar el bloque. En medio de todo, la pregunta clave es si la derecha moderada logrará frenar esta dinámica antes que sea demasiado tarde.



  1. Es muy importante leer en Wikipedia : Michael Kast, padre de Felipe.
    Nada se puede esperar de un hijo de un oficial del ex partido NAZI aleman que
    apoyaba a Hitler.
    Felipe Kast es claro que esta con Kaiser y debe tener las mismas ideas.

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