Carmona cierra filas con Jeannette Jara y acusa operación política en torno a Marcel y Jadue
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En medio de homenajes a Guillermo Teillier en el Museo de la Memoria, el presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, enfrentó preguntas de la prensa que apuntaban al corazón de la campaña presidencial de Jeannette Jara. Sus recientes declaraciones críticas al ministro de Hacienda, Mario Marcel, habían generado ruido en el oficialismo y abierto especulaciones sobre un eventual distanciamiento del PC respecto de su propia candidata. Carmona buscó despejar dudas con firmeza: “No la he perjudicado en absoluto, me la he jugado por entero y creo que el lugar que tiene la campaña es cumpliendo lo que el partido acordó”.
El respaldo explícito del PC a Jara
En una entrevista con el diario El Siglo el dirigente subrayó que el apoyo comunista a Jara no tiene fisuras. Recordó que la candidata obtuvo más del 60% en la primaria, con el respaldo total del partido y de la Juventud Comunista, un resultado que, en sus palabras, “socavó a la otra parte, porque obtuvieron muy poca votación”. Ante acusaciones de Ricardo Lagos Weber y Juan Luis Castro, quienes sugirieron que sus dichos habrían debilitado la opción de la abanderada, Carmona replicó: “Si tenemos diferencias, que se planteen con altura de miras y respeto. Yo podría preguntar también: ¿quién socavó la candidatura de Tohá?”.
Con ello no solo defendió la candidatura de Jara, sino que también cuestionó la actitud de sectores de la centroizquierda que, según su lectura, amplifican tensiones menores para instalar la imagen de un PC dividido.
Marcel y la incomodidad oficialista
Uno de los puntos más sensibles fue la crítica que Carmona dirigió a Mario Marcel, a quien responsabilizó de una visión conservadora en materia económica. La ministra Jeannette Jara intentó zanjar la polémica con mensajes internos, pero Carmona prefirió restarle dramatismo: “Eso fue en un contexto preciso y no voy a ampliar un debate sobre una anécdota que quieren inflar artificialmente”.
La tensión refleja una disputa más profunda: mientras Marcel se ha convertido en garante de la ortodoxia fiscal para sectores empresariales y medios tradicionales, el PC empuja por un programa que enfrente con mayor decisión las demandas sociales, en particular la reforma previsional. La incomodidad, en todo caso, se trasladó a la campaña de Jara, quien intenta articular un discurso hacia el centro sin romper puentes con la izquierda.
Autonomía de la candidata, disciplina del partido
Un elemento que Carmona remarcó con insistencia fue la autonomía de la candidatura. El PC, dijo, acordó que Jara tendría libertad para desplegar su programa y que cualquier diferencia no derivaría en polémicas públicas. “Todo comentario, opinión o posición que exprese ella, no va a sacar comentarios de mi parte”, aseguró. El mensaje busca frenar especulaciones y dar señales de disciplina interna, un factor crucial a menos de tres meses de la elección.
En ese marco, Carmona desestimó también los dichos de la ministra Antonia Orellana, quien sugirió que debería guardarse ciertas declaraciones. “Escuché otras opiniones, como la del ministro de Educación, y me quedo con esas. No voy a polemizar con ella”, respondió, evidenciando que, más allá de las diferencias, la estrategia es no abrir nuevas trincheras dentro del oficialismo.
Jadue en la mira judicial
La conversación derivó inevitablemente en el caso del exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue, sometido a investigación judicial y en riesgo de ser inhabilitado políticamente. Carmona reafirmó la defensa cerrada del PC: “Defenderemos esa candidatura hasta el último segundo y con todos los recursos jurídicos disponibles”.
En esa línea, reveló que había solicitado hace tiempo una reunión con el fiscal nacional, a raíz de declaraciones de un formalizado que habló de presiones para mentir en la causa. Carmona acusó un posible “acoso persistente destinado a afectar la candidatura de Jadue”, insinuando que detrás del proceso judicial podría haber una operación política.
Una campaña bajo fuego cruzado
Las declaraciones de Carmona se producen en un momento en que la candidatura de Jeannette Jara intenta consolidar su posición de liderazgo en las encuestas frente al avance de José Antonio Kast. Para lograrlo, necesita unidad en el oficialismo y capacidad de seducir a un electorado de centro cada vez más disputado. La irrupción de polémicas como la de Marcel o el caso Jadue son vistas por algunos como obstáculos que desvían la discusión programática hacia flancos incómodos.
Sin embargo, Carmona parece convencido de que el PC juega un rol central y constructivo en la campaña. Al cerrar filas en torno a Jara y denunciar posibles maniobras en contra de Jadue, busca reposicionar al partido como un actor clave de la contienda. En un clima electoral marcado por desconfianzas, tensiones internas y ataques mediáticos, la apuesta del PC es simple: disciplina interna, defensa de sus referentes y un respaldo incondicional a su candidata.
Serafín Rodríguez says:
Lo de Carmona es sólo para la galería pues no pueda pasat a Jara a revisión de cuadros. En los hechos, de candidata testimonial pasó a ser el peor dolor de cabeza de la ortodoxia comunista. En estas circunstancias, la mandaron a «los territorios», a hablar con su gente, el gulag del quehacer político nacional.