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300 días sin Julia Chuñil: la lucha por verdad y justicia que crece en Chile

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 Este jueves 4 de septiembre se cumplen 300 días desde la desaparición forzada de la dirigenta mapuche Julia Chuñil Catricura, presidenta de la Comunidad Indígena Putreguel y reconocida defensora del territorio en la comuna de Máfil, Región de Los Ríos. Desde que se perdió su rastro, el 8 de noviembre de 2024, la ausencia de Chuñil ha marcado profundamente a su familia, a sus hijos, hijas y nietas, y ha encendido una causa nacional e internacional que exige justicia.

La figura de Julia Chuñil

Julia Chuñil regresó a su tierra de origen para reconstruir el buen vivir en su comunidad. Recuperó parte del territorio ancestral, intercambió semillas en trafkintu, cuidó huertos, bosques, ríos y animales, y recorrió casa por casa para conocer la historia de su pueblo y organizar procesos colectivos. Como madre, abuela y lideresa, se convirtió en un referente de la defensa territorial frente al extractivismo forestal que arrasa la región.

Hoy, cientos de organizaciones sociales e indígenas la recuerdan no solo como víctima de una desaparición en democracia, sino como símbolo de la resistencia mapuche.

Una desaparición forzada en democracia

El caso de Chuñil está rodeado de denuncias de amenazas y conflictos con un empresario forestal que habría recibido, mediante asignación de la CONADI, las 900 hectáreas recuperadas por la dirigente. Hasta ahora, el Estado chileno no ha identificado a los responsables. La falta de avances recuerda otros episodios de impunidad en la región, como el feminicidio de Macarena Valdés, el asesinato de Emilia Bau y la desaparición de José Huenante.




El 14 de julio de 2025, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares en favor de Julia Chuñil, exigiendo al Estado celeridad en la investigación y respeto hacia su familia. En respuesta, el gobierno anunció un equipo interministerial de coordinación. Sin embargo, hasta ahora no se han cumplido los estándares de debida diligencia reclamados por sus abogados y organizaciones defensoras.

Movilización social y apoyo internacional

La lucha por Chuñil se ha convertido en un movimiento amplio. Cada 8 de mes, marchas y actos culturales en diversas ciudades levantan la consigna “¿Dónde está Julia Chuñil?”. Desde diciembre, la exigencia de verdad y justicia ha resonado frente a La Moneda, y se multiplicó en la marcha del 8 de marzo, cuando su rostro apareció en lienzos y performances en ciudades de todo el país.

El 7 de septiembre, una columna convocada por el Espacio Día a Día por Julia Chuñil se sumará a la marcha por el 11 de Septiembre, junto a familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos.

El apoyo también ha trascendido fronteras. En junio se realizó un Encuentro Internacional por Julia Chuñil, organizado en conjunto por organizaciones en Madrid, Toronto y Chile. Además, un informe elaborado por el MAT, OLCA, Codepu, la Comisión Ética Contra la Tortura y otras entidades fue presentado ante Naciones Unidas, denunciando la impunidad y la criminalización de los defensores de derechos humanos en Chile.

Obstáculos judiciales y denuncias de hostigamiento

La familia de Chuñil acusa que la investigación se ha desviado hacia ellos mismos. Solo en marzo de este año pudieron acceder a la carpeta investigativa, constatando que fiscales y policías habían centrado sospechas en su círculo cercano. También denunciaron noticias falsas difundidas por la prensa, como supuestos rastros de sangre en la casa de la hija de Julia, versión que resultó infundada.

A ello se suman denuncias contra funcionarios policiales y fiscales, señalados por hostigar y amenazar a familiares. En junio, la Corte Suprema rechazó un recurso de amparo presentado por la defensa, pese a evidencias de detenciones ilegales y apremios contra la hija de Chuñil.

Una deuda con la democracia

A 300 días de su desaparición, el caso de Julia Chuñil se ha transformado en un emblema de las luchas territoriales y de los derechos humanos en Chile. La CIDH ha puesto el tema bajo vigilancia internacional, mientras la sociedad civil insiste en que la justicia debe actuar con premura y eficacia.

La pregunta “¿Dónde está Julia Chuñil?” no solo interpela al Estado por la vida de una defensora mapuche, sino que también desnuda las debilidades estructurales de una democracia incapaz de proteger a quienes defienden el territorio y la naturaleza.

La movilización social, nacional e internacional, seguirá marcando el camino de una causa que ya no pertenece solo a su familia y comunidad, sino a todos quienes reclaman verdad y justicia para Julia Chuñil.



  1. Felipe Portales says:

    Y Jara, Boric y los partidos de «centro-izquierda» siguen sin decir nada. ¡Ni siquiera por razones electorales! ¿O quizás debido a ellas?… En cualquier caso, muy penoso.

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