
Jeannette Jara acorta distancia con Tohá y pone en suspenso las primarias del oficialismo
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A tres semanas de la elección, la contienda entre las principales candidatas del oficialismo refleja no sólo una competencia electoral, sino también una tensión entre continuidad neoliberal y transformación social.
A medida que se acerca la fecha de las primarias presidenciales del oficialismo, el 29 de junio, el panorama electoral se vuelve cada vez más incierto y revelador. No se trata solo de una competencia entre figuras, sino entre dos visiones distintas de país. La candidatura de Jeannette Jara, apoyada por el Partido Comunista, la Izquierda Cristiana y Acción Humanista, ha mostrado un fuerte ascenso en las encuestas. Su contendora, Carolina Tohá, del Partido por la Democracia (PPD), comienza a perder terreno, aunque mantiene aún una leve ventaja.
Según el último estudio de Panel Ciudadano, Jara sube seis puntos y alcanza un 33% en la intención de voto, mientras Tohá cae tres puntos, situándose en un 36%. Pulso Ciudadano, por su parte, muestra por primera vez a la candidata comunista por encima de la exministra del Interior, con un respaldo especialmente significativo entre mujeres y jóvenes.
Este crecimiento sostenido no es casual. Jeannette Jara representa un proyecto transformador, con una trayectoria de gestión que avala su compromiso con los derechos sociales. Su paso por el Ministerio del Trabajo fue decisivo para concretar avances como la reducción de la jornada laboral a 40 horas, el aumento del salario mínimo y una reforma previsional que, pese a sus limitaciones, significa un cambio relevante para los sectores postergados del país.
Su candidatura encarna el anhelo de cambio que sigue vivo desde el estallido social de 2019. Frente a ella, la figura de Carolina Tohá aparece anclada a un pasado de administraciones concertacionistas marcadas por la consolidación del modelo neoliberal. Su rol como ministra del Interior la ligó fuertemente al discurso de la seguridad, con un despliegue más efectista que efectivo, sin resultados palpables en la disminución de la violencia, que hoy continúa siendo la principal preocupación de la ciudadanía.
Más allá de sus credenciales técnicas y su larga trayectoria política, Tohá representa el ala más conservadora del oficialismo. Su base política —el PPD— es un partido minoritario que, sin embargo, cuenta con el respaldo de bloques que fueron pilares de los gobiernos de la transición, como el Partido Socialista, el Partido Radical, el Partido Liberal y, más recientemente, la Democracia Cristiana. Todos ellos han sido parte del andamiaje político que, pese a reformas puntuales, mantuvo intacto el modelo heredado de la dictadura.
En contraste, Jara representa la posibilidad de un nuevo pacto social. Su cercanía con los sectores populares, su capacidad para tender puentes sin ceder en principios y su coherencia con las demandas surgidas del proceso constituyente frustrado, la proyectan como una alternativa real para quienes siguen creyendo en un país más justo y democrático.
En la primaria también competirán Gonzalo Winter, del Frente Amplio, y Jaime Mulet, de la Federación Regionalista Verde Social. De esta elección surgirá la o el representante presidencial de la coalición de gobierno para los comicios de noviembre.
Pero nada está dicho aún. El voto es voluntario, los niveles de indecisión son altos y las encuestas no logran capturar del todo el pulso ciudadano. Lo cierto es que, por primera vez en esta carrera, Jeannette Jara no solo compite: amenaza con liderar. Y su ascenso pone sobre la mesa una discusión ineludible para el oficialismo y el país: ¿volver al pasado con una nueva administración del modelo, o abrir paso a las transformaciones postergadas por décadas? De ahí a las presidenciales es ya otro camino. Cómo se sostiene una candidatura de izquierda, comunista, ante el peso implacable de las derechas.






Serafín Rodríguez says:
Jare, la gran preferida de la derecha para materializar el balotaje Matthei-Kast!