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Jeannette Jara lidera preferencias presidenciales tras primarias, pero enfrenta desafíos en segunda vuelta

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El contundente triunfo de Jeannette Jara en las primarias del pacto Unidad por Chile sigue generando efectos en el panorama político nacional. A solo días del histórico resultado que consolidó su liderazgo dentro del oficialismo, una nueva encuesta del Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo (UDD) la posiciona en el primer lugar de las preferencias para la elección presidencial de noviembre. Sin embargo, el mismo sondeo revela que, en una eventual segunda vuelta, la candidata del Partido Comunista sería superada tanto por José Antonio Kast como por Evelyn Matthei.

Según el estudio, Jeannette Jara obtiene un 26% de apoyo en la primera vuelta, capitalizando el respaldo de la coalición oficialista tras su victoria en las primarias. El segundo lugar lo ocupa el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, con un 23%, mientras que la candidata de la UDI y carta de Chile Vamos, Evelyn Matthei, alcanza un 19%.

Más atrás aparecen el diputado libertario Johannes Kaiser, con un 9%, y Franco Parisi, fundador del Partido de la Gente, con un 7%. Estos resultados configuran un escenario de fuerte polarización, con tres bloques claros: una izquierda popular y gobernante liderada por Jara, una derecha radical consolidada en Kast, y una centroderecha tradicional que mantiene presencia con Matthei.

Un liderazgo fortalecido en el oficialismo

La encuesta confirma que Jara ha logrado consolidar el respaldo de su sector. Tras las primarias del 30 de junio, la candidata comunista recibió el apoyo inmediato de sus excontendores, y ahora las cifras lo respaldan: del 6% que tenía Gonzalo Winter (Frente Amplio) en intención de voto, 5 puntos se traspasan directamente a Jara, mientras que el punto restante iría a Marco Enríquez-Ominami.




Una tendencia similar se observa en el caso de Carolina Tohá (PPD), cuya intención de voto en junio era de 8%. De ese porcentaje, 5 puntos también se suman a Jara, uno se va a Matthei, otro al independiente Harold Mayne-Nicholls, y el restante se mantiene indefinido. Esta transferencia confirma que Jeannette Jara ha logrado concentrar gran parte del respaldo progresista, consolidando su papel como líder indiscutida del oficialismo.

Para el economista y vicepresidente de CENDA, Manuel Riesco, este fenómeno no responde a una maquinaria electoral, sino a una identificación genuina con la figura de Jara. “El pueblo la reconoció como una de las suyas y sin dudar le entregó su confianza para ser Presidenta”, señaló en un post, destacando que la candidata comunista representa un liderazgo distinto, con cercanía popular y sin vínculos visibles con la élite tradicional.

Segunda vuelta: el desafío de ampliarse al centro

Pese a liderar en la primera vuelta, el escenario se vuelve más complejo para Jara en una eventual segunda vuelta. Según el mismo estudio de la UDD, José Antonio Kast vencería a Jara con un 46% contra 34%, mientras que un 20% de los encuestados aún no define su voto. En un eventual enfrentamiento con Evelyn Matthei, la comunista también sería derrotada: 44% para la exalcaldesa de Providencia frente al 32% de Jara, con un 24% indefinido.

Estos números reflejan las dificultades que enfrenta la izquierda para expandirse más allá de su base histórica y convocar al electorado moderado o indeciso. La herencia del estallido social, la erosión del gobierno de Gabriel Boric y los temores agitados desde sectores conservadores respecto al Partido Comunista siguen generando resistencia en ciertos segmentos del electorado.

No obstante, desde el comando de Jara insisten en que la campaña de segunda vuelta será distinta, con énfasis en propuestas concretas de gobernabilidad, estabilidad social y reformas estructurales. La propia Jara ha señalado su disposición a liderar una coalición amplia de centroizquierda, con diálogo abierto incluso hacia sectores independientes o cercanos a la ex-Concertación, como la Democracia Cristiana.

Una elección abierta y polarizada

Con tres candidaturas fuertes y la sombra de una derecha radical cada vez más activa, el escenario presidencial se perfila como uno de los más polarizados desde el retorno a la democracia. Kast sigue representando la alternativa autoritaria y ultraconservadora; Matthei se posiciona como opción más institucional y con experiencia; y Jara encabeza una propuesta de izquierda popular, respaldada por la ciudadanía y por una estructura partidaria con despliegue territorial.

El desafío para Jara será, como ha señalado el propio Manuel Riesco, convertir esa autoridad simbólica y política en capacidad real de gobernar y transformar. La promesa de No + AFP, una reforma previsional profunda y la recuperación de la legitimidad institucional son algunos de los ejes que deberán consolidarse si quiere sumar al electorado moderado sin diluir su identidad.

A cuatro meses de la elección, todo indica que la voz del pueblo volvió a irrumpir con fuerza en la política chilena. Pero el resultado final dependerá de la capacidad de cada candidatura para interpretar no solo el descontento, sino también la esperanza de millones que aún no deciden.



  1. Serafín Rodríguez says:

    Aquí va un interesante análisis que circula en internet y que explica claramente con cifras irrebatibles y perfectamente verificables el liderrazgo de marras:

    «Dado que no milito en ningún partido de Gobierno, carezco de pretensiones electorales y, por ende, de intereses creados en las primarias presidenciales; y ante la proliferación de análisis dominados por la emocionalidad —sin el más mínimo rigor racional—, me permito señalar algunos datos concretos:
    1.⁠ ⁠Desde una perspectiva estrictamente numérica, las primarias de Apruebo Dignidad en 2021 convocaron a aproximadamente 1.75 millones de electores, mientras que en las de 2025 participaron cerca de 1.37 millones, lo que refleja una disminución de 380,000 votantes.
    o El exitismo de ciertos sectores de izquierda —que celebran la victoria con un 60% de los votos emitidos— ignora un hecho crucial: dicha cifra representa solo el 9% del padrón electoral total, lo que se traduce en un apoyo real del 5.4% para la candidata en cuestión.
    o Este fenómeno es análogo al del plebiscito de entrada (2020), donde el Apruebo obtuvo un 78% del 50.9% de participación (es decir, un 39.7% del padrón total), y luego en el plebiscito de salida (2022), el Apruebo obtuvo cerca del38 % en un escenario de voto obligatorio.
    2.⁠ ⁠Resultados históricos del Partido Comunista (PCCh):
    o Municipales 2016: 5.3% de los votos.
    o Parlamentarias 2017: 4.6%.
    o Municipales 2021: 5.3%.
    o Parlamentarias 2021: 5.1%.
    o Primarias 2025: 5.4% (la candidata en cuestión no rompió la tendencia, sino que se mantuvo en el rango habitual del PCCh).
    En síntesis, los porcentajes relativos (dentro de una elección restringida) no deben confundirse con respaldos absolutos. La narrativa triunfalista oculta una realidad fría: el Partido Comunista de Chile no ha logrado expandir su base electoral más allá de su núcleo duro.»

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