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El arancel de Trump al cobre: un golpe a la economía chilena que revela vulnerabilidades y abre debates

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El anuncio del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar un arancel del 50 % a las importaciones de cobre a partir de agosto sacudió no solo a los mercados internacionales, sino también al corazón de la economía chilena y al debate político local. Aunque el gobierno intenta transmitir calma y algunos líderes mineros restan dramatismo a la medida, las consecuencias potenciales son profundas y complejas.

Chile, el mayor productor mundial de cobre, recibe más del 50 % de sus ingresos gracias a este mineral, que representa cerca del 10 % del PIB. Cualquier alteración en su comercio internacional no es menor: afecta las arcas fiscales, el empleo y la estabilidad macroeconómica.

Efectos económicos: más allá del precio récord

El arancel de Trump provocó un alza histórica en los precios del cobre, superando los 12.300 dólares por tonelada. Máximo Pacheco, presidente de Codelco, minimizó el impacto, señalando que la medida “afectará más a EE.UU. que a Chile”, dado que Washington importa 500 mil de las 700 mil toneladas que consume anualmente. Joaquín Villarino, del Consejo Minero, añadió que solo el 10 % de la producción chilena va a EE.UU. y que “la demanda global sigue fuerte gracias a la electromovilidad y la transición energética”.

Sin embargo, el economista Andrés Solimano, entrevistado por El Clarín, advierte que los riesgos son significativos:




“El arancel de 50 % puede afectar negativamente el ingreso por exportaciones de cobre, reducir el ingreso fiscal y deteriorar el ingreso nacional de Chile. No es solo un tema coyuntural, sino una alerta sobre la fragilidad estructural de nuestra economía.”

La dependencia chilena de la minería es una espada de doble filo: aunque precios altos pueden beneficiar a corto plazo, la exposición a decisiones unilaterales de potencias extranjeras revela una falta de diversificación productiva que arrastra décadas.

Pizarro: “Chile debe repensar su inserción internacional”

Roberto Pizarro, economista y exministro, plantea en conversación con El Clarín una serie de acciones estratégicas ante lo que califica como “arbitrariedad de Trump”:

  1. Construcción del Sur Global: “Es urgente fortalecer espacios como BRICS+, que pueden ofrecer una alternativa frente a la vulnerabilidad que tenemos ante decisiones de países como EE.UU.”

  2. Revisión de los TLC: “El arancel demuestra que los tratados de libre comercio no garantizan seguridad jurídica, pese a que el establishment empresarial, político y económico en Chile lo repite hasta el cansancio.”

  3. Diversificación de mercados: “Hay que hacer esfuerzos inmediatos para reorientar las exportaciones de cobre a otros mercados, especialmente Asia.”

  4. Conformación de una OPEP del cobre: “Chile debe liderar una alianza con otros grandes exportadores como Perú, Congo e Indonesia para regular precios y producción, evitando quedar a merced de los grandes consumidores.”

Pizarro insiste en que el momento exige una mirada estratégica de largo plazo, que trascienda la coyuntura electoral.

El debate político: la derecha chilena entre la “lealtad” y el “patriotismo”

El anuncio de Trump también desató un torbellino político en Chile. La derecha, particularmente el Partido Republicano de José Antonio Kast y el Partido Nacional Libertario, culpó al presidente Gabriel Boric de la medida por su reciente participación en la cumbre de BRICS en Brasil. Kast calificó la asistencia de Boric como una “imprudencia” que habría irritado a Washington, en línea con sus críticas al viaje previo del mandatario a Asia-Pacífico.

Desde el oficialismo, la diputada socialista Daniella Cicardini emplazó directamente a la oposición:

“Hablan de patriotismo cuando les conviene, pero ahora se inclinan ante una potencia externa como Estados Unidos. Es hora de poner los intereses de Chile en el centro.”

En Brasil, donde Jair Bolsonaro y sus aliados también han respaldado a Trump, analistas ven un fenómeno similar: sectores de ultraderecha apoyando políticas de potencias extranjeras aunque estas perjudiquen a sus propias economías.

¿Una oportunidad para el cambio?

El arancel de Trump podría ser, paradójicamente, un catalizador para repensar el modelo económico chileno. Tras décadas de bonanza minera, Chile sigue exportando recursos primarios sin generar cadenas de valor significativas. Sectores como la celulosa, los salmones y la agroindustria ya han mostrado su vulnerabilidad frente a cambios regulatorios y sanitarios en mercados externos.

Como concluye Pizarro:

“La economía chilena no puede seguir siendo rehén de los vaivenes de los mercados internacionales y de decisiones unilaterales de gobiernos extranjeros. Es hora de avanzar hacia un desarrollo productivo más diversificado y soberano.”

El desafío está planteado: o Chile aprovecha esta crisis para virar hacia un modelo más robusto y menos dependiente, o seguirá a merced de decisiones como la de Trump, sin control sobre su propio destino económico.



  1. Hugo Latorre Fuenzalida says:

    El daño a Chile sería muy temporal, pues basta que se reorientar las ofertas y la demanda vendrá rápidamente, El cobre es el pan que alimenta la nueva economía.
    Lo triste no son los aranceles de Trump, lo grave es que en la más grande oportunidad que ha tenido Chile respecto a su minería, nos sorprenda con el hecho de que la hemos regalado a las transnacionales y a los corruptos como Ponce Lerou.

  2. Patricio Serendero says:

    Kast: el gobierno habría cometido una imprudencia. Ha irritado a EEUU.
    Estos son los políticos vendepatrias que abundan en A. Latina.
    Kast no puede ser candidato a Presidente. Esperemos Jara lo denuncie por ser un servil yanacona.

  3. Renato Alvarado Vidal says:

    El arancel de tío Donald no es contra Chile, sino sobre el cobre, todo el cobre, cualquiera sea su vendedor y como igual los gringos tienen que seguir comprando, esto significa que el arancel lo pagarán los compradores. Los vendedores se verían afectados sólo si se ponen a competir entre ellos bajando sus precios.

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