
Comunidades del Valle de Camisas exigen respuestas a Minera Los Pelambres ante posible contaminación del agua potable por nuevo derrame
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 57 segundos
Un nuevo derrame desde el concentraducto de Minera Los Pelambres ha encendido la alerta en el Valle de Camisas, en la comuna de Salamanca, Región de Coquimbo. El incidente, lejos de ser considerado aislado por las comunidades locales, se suma a una serie de episodios similares que han incrementado la desconfianza y el temor por una eventual contaminación de los pozos de Agua Potable Rural (APR) que abastecen a cinco localidades del sector: Camisas, El Arrayán, Palquial, Peladeros y Colliguay.
El material fue vertido en piscinas de emergencia ubicadas junto a los pozos, lo que ha generado temor de filtraciones hacia las fuentes de consumo humano y agrícola. Ante la falta de información clara por parte de la empresa, los habitantes han respondido con movilizaciones, incluyendo cortes de ruta hacia y desde Salamanca.
“No es un hecho aislado”
Milena Báez, exconcejala y dirigenta del Valle de Camisas, advirtió que este nuevo derrame no es un hecho fortuito ni excepcional:
“Hace dos meses ocurrió exactamente lo mismo y también se tuvo que echar relaves a una de las piscinas que está acá en el valle. Anteriormente, en 2021, también tuvimos el mismo conflicto. Se hizo un paro de dos meses para llegar a acuerdo con la minera, porque aguas abajo están los pozos de agua potable. El riesgo de contaminación es real”, declaró.
Las comunidades acusan una conducta reiterada de Minera Los Pelambres, propiedad del grupo Luksic, que pondría en jaque la seguridad hídrica de sectores rurales históricamente postergados.
“Está en juego la salud de las personas”
En una asamblea realizada en el territorio, el senador Daniel Núñez se hizo presente y respaldó las demandas comunitarias.
“Una vez más, Minera Los Pelambres tiene un incidente que pone en riesgo la salud de las personas. Lo que las comunidades quieren es certeza: que no hubo filtración hacia los pozos de agua potable. Estamos hablando de un derecho humano básico: el acceso al agua”, señaló.
El senador exigió que la empresa asuma responsabilidad efectiva ante los conflictos ambientales que provoca.
“La minera debe responder. Las comunidades no pueden seguir viviendo en la incertidumbre”, añadió.
Estudios y garantías para el agua potable y agrícola
Por su parte, la diputada Nathalie Castillo también se sumó a las críticas.
“Queremos que los APR tengan todos los estudios necesarios para garantizar que el agua que consumen las personas y que se usa para regadío no esté contaminada”, sostuvo.
Castillo acusó una falta de responsabilidad sistemática de la empresa y planteó que es hora de que Pelambres modernice sus operaciones y adopte protocolos efectivos ante emergencias:
“No se trata de un evento aislado. Es una cadena de negligencias que pone en riesgo a comunidades campesinas que ya enfrentan condiciones difíciles”, puntualizó.
La urgencia de la transparencia y la fiscalización
Frente al silencio de la minera y la ausencia de resultados de monitoreo público, las comunidades exigen presencia del Estado. Solicitan estudios independientes y un seguimiento ambiental efectivo para descartar cualquier tipo de contaminación del agua potable y del suelo agrícola.
En un contexto de sequía prolongada y escasez hídrica, los pobladores del Valle de Camisas enfrentan una doble amenaza: la disminución natural de recursos y la presión contaminante de una de las mayores faenas mineras del país.
Mientras las comunidades esperan una respuesta clara de Minera Los Pelambres, la desconfianza se profundiza. El agua, como derecho y como sustento de vida, no puede seguir expuesta a la incertidumbre. La pregunta que hoy recorre el valle es simple, pero urgente: ¿Quién protege el agua cuando una empresa falla?





