
Jeannette Jara lidera en primera vuelta, pero Kast se perfila como ganador en el balotaje: las alertas que dejan las encuestas
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 7 segundos
A menos de dos meses de las elecciones presidenciales, los últimos sondeos de Criteria y Cadem confirman el liderazgo de Jeannette Jara en la primera vuelta. Sin embargo, también dibujan un panorama inquietante para el oficialismo: pese a su despliegue nacional y un ascenso sostenido en las encuestas, la candidata de Unidad por Chile no logra ampliar su base y aparece perdiendo con claridad ante José Antonio Kast en una eventual segunda vuelta.
Según la encuesta Criteria, Jara alcanza un 30% de las preferencias en la pregunta espontánea “¿quién te gustaría que fuera el próximo presidente o presidenta después de Gabriel Boric?”, consolidando su primer lugar. Es un resultado significativo, pero también una señal de estancamiento. La candidata comunista crece apenas tres puntos respecto a la medición anterior, a pesar de semanas de campaña activa en regiones y un esfuerzo por tender puentes hacia sectores más amplios del progresismo.
La siguen, muy atrás, Franco Parisi (11%) y Johannes Kaiser (8%). Ningún otro candidato supera el 2%. El panorama, al menos en la fotografía de la primera vuelta, favorece claramente a Jara. Pero las sombras aparecen al mirar el balotaje.
Segunda vuelta: Kast gana con comodidad
La encuesta Cadem muestra un escenario más crudo. En una simulación de segunda vuelta entre Jara y Kast, el candidato del Partido Republicano se impone con un 42% frente al 32% de la exministra del Trabajo. Una diferencia de diez puntos que no solo sugiere una ventaja estructural del candidato de derecha, sino que evidencia los límites de expansión del proyecto encabezado por Jara.
Más aún, en la pregunta de “expectativa presidencial” —quién cree la ciudadanía que será el próximo presidente— Kast lidera con un 38%, seguido por Jara con un 31%. Este dato revela una percepción de triunfo para la derecha, incluso entre quienes no necesariamente votan por ella, y podría anticipar un efecto arrastre en el clima político y mediático de las próximas semanas.
¿Un giro estratégico costoso?
Cabe preguntarse si ha sido acertada la estrategia de Jara y del Partido Comunista de ampliar la base hacia el centro, incorporando incluso a la Democracia Cristiana. Esta decisión, sin duda clave para construir una candidatura competitiva, ha significado también atenuar buena parte del programa de transformaciones profundas, debilitando su filo reformista. El riesgo es evidente: en ese esfuerzo por construir mayorías amplias, la candidatura puede haber consolidado el statu quo más que desafiado el orden vigente, sin lograr conectar con sectores populares que exigen cambios estructurales urgentes.
Pero si Jara hubiese insistido en una agenda de reformas más radicales, difícilmente habría sumado el apoyo de los partidos de la ex Concertación ni habría accedido a sus maquinarias territoriales. Es una tensión sin solución fácil. Y, quizás, ya es tarde para hacerse estas preguntas.
La derecha, con ventaja y unidad
El otro dato significativo es el dominio total de la derecha en el campo opositor. Kast, Parisi y Kaiser concentran más del 60% de las preferencias combinadas. Aunque con diferencias ideológicas y estilos, el sector muestra cohesión en el rechazo al oficialismo y en la promesa de “restaurar el orden”. Kast se perfila como el candidato de síntesis de ese mundo.
Si ese voto se consolida en la segunda vuelta, y si la centroizquierda no logra movilizar a sus bases ni ampliar sus márgenes, el resultado podría ser una victoria holgada de la ultraderecha.
El momento de las definiciones
Las encuestas no son destino, pero ofrecen señales. Y la señal de esta semana es clara: Jeannette Jara encabeza la carrera, pero no logra crecer más allá de su núcleo. Kast, en cambio, aparece como el candidato con mayor probabilidad de llegar a La Moneda.
El desafío para la izquierda no es solo ganar en primera vuelta, sino construir una mayoría real. Y para eso, el tiempo corre.
Simón del Valle
Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín






Serafín Rodríguez says:
Misia Jara está en su techo y no logra superarlo. Es lo máximo a lo cual ha quedado reducido lo que fue la tal llamada Concertación por la Democracia y la Nueva Mayoría más el Frente Amplio, alianzas que de izquierdistas sólo tienen el nombre puesto que se han limitado a administrar el fundo del patrón con algunas mejoras para el perraje. Pa’ que los rotos no se alcen.
El problema es que ahora el perraje les está haciendo la desconocida a los señores capataces y sus familias y quiere que vuelva el patrón, huasca en mano, ante tanto bandidaje y porque las chauchas no alcanzan, los viejos no pueden seguir viviendo de allegados y los cabros chicos no pueden seguir yendo a la escuela a pata pelá. Todo ello por más que se diga “Ahora si que sí con Misia Jara de administradora!”
Misia Jara no engaña a nadie excepto a sus devotos. Si hasta el cura de su parroquia no cree en ella y teme que los santos y hasta el Cristo del altar mayor se le vengan abajo y la iglesia se le llene de protestantes…
Renato Alvarado Vidal says:
En realidad actualmente los chicos van a la escuela con zapatillas «de marca» (falsas, obviamente), con la panza ahíta de comida chatarra y la cabeza repleta de «influencers». Lo peor es que si logran estudios superiores, fruto del endeudamiento de toda la familia, igual terminan empleados – con suerte – de reponedores en un supermercado.
…Y la oferta de la Nueva Concertación es ¡más de lo mismo!
Serafín Rodríguez says:
Es decir, van a patita pelada a pesar de las zapatillas que llevan puestas…