
Segunda semana de campaña: Dejando todo en la cancha
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A pasos acelerados nos vamos acercando al balotaje, y ambas candidaturas han tenido avances y retrocesos. Por cierto, es la candidata oficialista quien tiene los mayores desafíos dada las proyecciones electorales existentes.
Lo que ha sorprendido de la campaña de Jara es que, de acuerdo a lo que indicaba su jefe de campaña en la primera vuelta, Darío Quiroga, existía una preparación previa para la segunda vuelta y la verdad es que esa preparación no se notó. Aunque Jara es mucho mejor candidata que el derechista Kast, sus problemas de integración de elenco, más allá del breve paso de Balbi el Chamaco, su comando no tiene una línea estratégica común, una parte de su equipo desea salir a golpear a Kast y otra parte cree que debe concentrarse en transmitir sus propuestas que son ciertamente mucho más elaboradas que las propuestas del republicano. Además, ella demuestra una mayor solvencia técnica.
En tiempos en que debe girar al centro y consolidar su probada experiencia en el gobierno, no se entiende que Marcel haya tenido un acercamiento al comando y después nunca más tuvimos noticias. Es cierto que ser la continuadora del gobierno la limita y ella debe ampliar su universo electoral, pero por otra parte una de sus fortalezas es que ella misma logró llevar adelante reformas relevantes, sabe qué errores se cometieron y puede proponer formas de corregirlos. Es cierto que la elección se ve difícil, pero el oficialismo con un buen resultado en la presidencial, con un parlamento mejor de lo esperado puede pasar de buena manera los próximos cuatro años.
En la derecha, Kast ha sorprendido con un par de buenas acciones de gran impacto comunicacional. En primer lugar, su reunión con la familia Piñera – Morel, que le entregó explícitamente el apoyo a su campaña, reconociendo sus diferencias anteriores. Además, sorprendió con una reunión con el expresidente Frei, luego de la cual el ex mandatario expresó que más allá de las diferencias tienen grandes coincidencias en cómo enfrentar los problemas del país. Está claro que Frei electoralmente no es relevante, pero da piso a ex concertacionistas que votaron por Matthei para que puedan votar por Kast. Además, como dijo Tohá, es un golpe al ánimo de la campaña oficialista. A esto se suma que se comete el error de parte de la DC de solicitar al tribunal supremo del partido su expulsión y desde el comando de Jara estuvieron todo un día hablando del tema, cuando lo lógico era resaltar que no influía electoralmente, era una figura del pasado y que sería lamentable que el interés de Frei fuera volver a ser embajador plenipotenciario en Asia, cargo para el que el gobierno de Boric le solicito la renuncia al asumir.
Radio Cooperativa y el Hogar de Cristo se anotaron un gran punto con el desarrollo del Primer Foro Social Presidencial 2025, logrando lo impensado: que Kast participara, sobre todo en una temática que más bien es el fuerte de Jara. Con la solvente conducción de Cecilia Rovaretti, fue una instancia interesante en la que, aun cuando la temática era técnica, la campaña atravesó las intervenciones. Kast evitó cometer errores, Jara tuvo un mejor desempeño con fuertes críticas a Kast y sus propuestas, lo que siempre cuenta con la anuencia de las barras bravas y deja en segundo lugar sus propuestas. El consenso fue que no alcanza para romper la tendencia por lo que debe aprovechar tres instancias claves de los próximos días, la franja y los debates de ARCHI y ANATEL.
En busca del santo grial

Tanto Jara como Kast han corrido a buscar al votante de Parisi, y como decíamos en la columna de la semana pasada, la compulsión hoy es desentrañar a ese votante. El investigador del CEP Aldo Mascareño ha hecho un estudio de ese votante y es muy interesante ya que nos muestra los cambios de nuestra sociedad en los últimos 40 años. Este votante es de la denominada clase media emergente que poco tiene que ver con la tradicional definición de clase media que teníamos, que más bien se relacionaba con la burocracia estatal. Hoy, este segmento tiene una relación distante, de desconfianza con el Estado, que define que sus logros los ha obtenido a pesar del Estado. Por otra parte, Parisi además del norte tuvo un muy buen desempeño en el resto del país, logrando el segundo lugar en varias regiones del centro sur. Es también muy interesante que sus mejores votaciones las logra en lugares periféricos y no en los grandes centros urbanos, concentró el voto entre quienes sienten mayor exclusión y abandono.
No será fácil para las candidaturas presidenciales convocar a este votante. Mauro Basauri en su columna La Trampa Parisi, enfatiza que este votante es antipolítico por lo que su voto dice “ustedes viven de eso, yo vivo a pesar de eso”. Ambas candidaturas corren un riesgo al asumir el discurso antipolítico por una parte ambos requieren para sus programas un Estado fuerte, Jara para corregir las desigualdades y Kast para imponer la autoridad. La forma de actuar de ambas candidaturas refuerza la sospecha que la política puede hacer cualquier cosa para poder sobrevivir.
Además, Parisi y Jiles hicieron lo obvio: primero, abrirse a la posibilidad de comprometerse con una u otra candidatura, después que ambas terminaran adhiriendo a las “muy buenas” propuestas programáticas de Parisi. Y luego Parisi y Jiles terminan llamando a votar nulo o blanco y levantan la candidatura Parisi 2030.
La reconfiguración de la política

Un efecto de estas elecciones será la reconfiguración de los bloques políticos algo que habrá que seguir con atención. En la derecha, republicanos dio un importante golpe para hegemonizar la derecha a partir de lograr enganchar mejor con la ola derechista que hoy vivimos con su discurso de restauración del orden, la libertad individual, crítica al Estado, rechazo a la política tradicional y soluciones simples a problemas complejos.
En el progresismo, aún no hay claridad sobre cómo se avanzará. La DC por una parte ya ha dicho que hoy hay pacto electoral que se termina si son derrotados. El PS, partido clave en este escenario, se debate entre quienes añoran ser el partido de los trabajadores y recuperar las alianzas tradicionales, y quienes buscan una alianza estratégica con el FA tras algo muy concreto, Boric 2030.
El PPD, que logra resistir esta elección, no tiene un camino claro y debiera tender puentes hacia fuerzas como el PL y poner el acento en los desafíos del país, que tienen sus raíces en un escenario de cambio tecnológico acelerado, los cuales hoy nadie tiene presente.
El riesgo para el país es que sigamos con un congreso fragmentado, incapaces de construir políticas de Estado para los problemas estructurales del país. Esto puede terminar en una deriva autoritaria que, con un gobierno populista de derecha, es un riesgo siempre presente.
Rolando Cárdenas
Fuente: El Regionalista





