
La reciente declaración del fiscal nacional Ángel Valencia es, probablemente, una de las más contundentes —y preocupantes— que se han escuchado desde la institucionalidad chilena en los últimos años. Lejos de los eufemismos técnicos o las frases diseñadas para calmar los ánimos, Valencia reconoció en una entrevista en radio Pauta, sin rodeos, que en Chile operan redes del










