
Ayer fueron los carabineros, con el llamado Paco-Gate; luego los marinos, con las coimas derivadas de las compras fragatas; enseguida el Ejército, con el Milico-Gate, y ahora los aviadores, con el tráfico de estupefacientes desde el norte del país a la Capital. A partir del primer día de la llamada transición a la democracia, las Fuerzas Armadas y policías han estado










