Los acuerdos con la derecha, para cuidar la pega
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 50 segundos
Los romanos que fueron muy sabios en sus instituciones políticas distinguían claramente entre la carrera política (cursus honorum) y la carrera comercial o empresarial (comerci).
En los cargos de elección popular se debe anteponer el interés público al interés personal. Esto no se cumple en Chile, la inmensa mayoría de los políticos profesionales gana mucho más en el parlamento o las alcaldías (con sueldos que se fijan ellos mismos) que lo que ganarían en una actividad privada.
Hace un tiempo entrevistado por la televisión el alcalde Sadi Melo Moya de la comuna de El Bosque (con un 27% de pobreza) señaló que él tenía derecho a viajar al extranjero en clase Premium (la más cómoda y cara) como lo hacen los ejecutivos de grandes empresas, pues se consideraba un ejecutivo. Es decir, era su pega. No consideraba que su comuna es una de las más pobres del país.
En días recientes la Cámara de Diputados aprobó una ley que recogió un anhelo popular de la inmensa mayoría de los chilenos (en movilizaciones que dejaron más de 30 muertos y cerca de 2.000 personas aún presas) que es poner término a las reelecciones indefinidas. Senador, diputado o alcalde no puede ser una profesión.
El alcalde Sadi Melo señaló a la prensa: “es inaceptable que no se haya respetado el acuerdo que había” en cuanto a excluir a los alcaldes del límite a las reelecciones.
No le pareció inaceptable ser alcalde por 30 años ganando el mayor sueldo de una comuna que no muestra mejoras en su pobreza. No viviendo en la comuna esta percepción se atenúa. Debería ser obligatorio que los alcaldes vivieran en la comuna.
Pero quedó flotando eso del acuerdo contra la voluntad popular. Sobre todo quienes lo suscribieron.
No tuvimos que esperar mucho para saberlo. La UDI salió a promover una ley corta para salvar a los alcaldes en ejercicio. El anuncio lo hizo el senador Iván Moreira cuya amistad personal con el Alcalde Melo es conocida.
El alcalde es coherente, cuida lo que ve como una pega. No le importa que sea con acuerdos con la UDI, es una cuestión de pega desprovista de ideas o doctrinas.
Esto hizo explicable otras cosas. Cuando se produjeron manifestaciones en El Bosque el alcalde ultraderechista Rodolfo Carter insto al Intendente por la televisión a “balearlos”. Un alcalde en posesión cabal de su cargo y en defensa de sus vecinos debió iniciar acciones judiciales en contra de Carter.
Pero no, el instigador de genocidas fue recibido (acompañado por Joaquín Lavín) al día siguiente en la Municipalidad de El Bosque por el Alcalde Melo con pretexto de entregar como donación unas cajitas de mercaderías. Era un evidente lavado de imagen. Pero porqué la mano amiga venía de alguien de los registros del Partido Socialista?.
No se necesita apellidarse Holmes ni ser británico, para darse cuenta que se estaban honrando acuerdos.
Por Roberto Avila Toledo