Lo dije en su oportunidad: Boric ganó la primaria con votos prestados

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Con el título “Jadue, una derrota anticipada”, el día 21 de julio (3 días después de la elección primaria), se publicó en Clarín, una nota en que explicaba que Boric había ganado la elección gracias a los votos que había perdido Joaquín Lavín. Reproduzco un par de párrafos como antecedentes de la nota que se publica hoy:

Primero que todo, deseo destacar que, desde mi punto de vista, Joaquín Lavín se convirtió en el generalísimo de la campaña de Gabriel Boric: su acendrado anticomunismo y su odiosidad contra Daniel Jadue, lo animaron a estructurar su propia campaña en contra de alguien que ni siquiera era su adversario en esta elección, pues tenía frente a él otros tres candidatos con los cuales tenía que competir y, por lo tanto, buscar los votos necesarios para ganarles. Pensó que, como todas las encuestas aseguraban, tenía la carrera ganada por amplia mayoría. Ahí está el resultado: sus votos se fueron al que sí era el real adversario de Jadue: Gabriel Boric. Como el tiro le salió por la culata, se podría decir que se inmoló por una causa que, en todo caso logró su cometido: terminar con la candidatura de su “cruel enemigo”. 

Veamos algunas cifras: Sichel obtuvo 657.395 votos; Lavín obtuvo 420.691; es decir, una diferencia de 236.704 votos a favor de Sichel. En el feudo de Lavín, la comuna de Las Condes, Sichel obtuvo 35.979 (40.63%) y Lavín, 34.398 (38.84%). Hay que recordar, que Daniela Peñaloza, candidata de Lavín a la alcaldía de Las Condes, les ganó lejos a los otros tres candidatos. Entonces, ¿es razonable que en tan poco tiempo, Lavín pudiera perder tantos votos?

Sigamos con las cifras, ahora en el otro pacto; Boric obtuvo 1.051.545 votos; Jadue, 692.862. Es decir, una diferencia de 358.683 votos a favor de Boric. ¿De dónde podía provenir esa abultada cantidad de votos a favor de Boric, si no es de los votantes (sobre todo jóvenes) de Lavín que, atendiendo el clamor de su querido candidato, corrieron en masa, “espada desenvainada”, a cortar la cabeza de tan peligroso enemigo?. Estimados lectores, varios analistas han expresado que Jadue perdió la elección por sus errores no forzados y su pésima actuación en los debates. Claro, no dicen que el acoso canalla al que fue expuesto por los que se dicen periodistas, fue diametralmente opuesto a la actitud que tuvieron hacia Gabriel Boric; bueno, no hicieron más que cumplir las órdenes de sus patrones y están obligados a conservar su pega. En todo caso, si ésta hubiese sido la causa, la diferencia de votos a favor de Boric, no habría sido tan abultada. (Hasta aquí la nota de marras).

Luego de la elección presidencial de primera vuelta de este domingo 21 de noviembre, esta aseveración que hacía en ese momento, queda totalmente ratificada; veamos:

Kast:  1.961.122 votos (27.91%)

Boric: 1.814.809 votos (25.83%)

Difer.:    143.313 votos (2.08%)

Es decir, si sumamos 1.051.545 votos obtenidos por Boric en la elección primaria más 692.862 votos obtenidos por Jadue, totalizan 1.744.407 votos obtenidos por los dos contrincantes, lo que comparado con 1.814.809 votos obtenidos en la reciente elección de primera vuelta, nos arroja un aumento de apenas 70.402 votos  respecto de la primaria. Entonces, ¿dónde quedaron los 358.683 votos de ventaja con los que Boric derrotó a Jadue en la primaria?

Sigamos con las cifras: si sumamos  1.744.407 votos (Boric + Jadue en primaria),  con los 358.683 votos “perdidos”, Boric habría obtenido 2.103.090 votos en esta última elección, por lo tanto, si a este guarismo le restamos 1.961.122  votos obtenidos por Kast, nos da como resultado una diferencia de 141.968 votos a favor de Boric, mismos que le habrían dado el triunfo en esta primera vuelta.

Espero haber expuesto con claridad mi planteamiento para explicar lo aseverado en el título de esta nota. Yo no soy experto electoral, ni se necesita ser doctor en matemáticas puras para demostrar lo antes desarrollado.

Modestia aparte, fui el único que analizó las elecciones primarias del 18 de julio pasado a partir de este enfoque. La mayoría de los analistas comentaron que el resultado se debía a que se optó por candidatos de nueva generación (como si Jadue fuera de generaciones más viejas), que  los votantes preferían candidatos  no tan polarizados (seguramente comparaban a Sichel con Lavín), que Jadue había tenido un mal desempeño en los debates, etc. Personalmente, para este pequeño análisis, me zambullí en lo que ofrecía la realidad (que, generalmente, es muy tozuda),  o como diría el tío Karl, busqué dónde estaba el “referente empírico”.

Mi interés en escribir esta nota, es para explicar que Boric y su comando no fueron capaces de leer correctamente el resultado de la elección primaria,  se obnubilaron con tan abultada votación y se durmieron en los laureles. Ahora bien, si no se ponen las pilas y bajan a la tierra (o mejor dicho a los territorios),  creo que la situación se va a poner “color de hormiga” (¿qué culpa tienen las hormigas, si ni siquiera votan?).

Hugo Murialdo es periodista, magíster en Ciencias de la Comunicación, y Magíster en Filosofía Política.

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