Guerra ruso ucraniana

El embargo al petróleo ruso puede convertirse en un boomerang contra Biden

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 39 segundos

El presidente estadounidense, Joe Biden, busca este miércoles mercados alternativos tras la prohibición de la importación de petróleo de Rusia y su consecuente impacto en el alza de los precios de los combustibles.

Sin embargo, la tarea resulta un tanto difícil para el gobernante demócrata, que hasta el momento no ha presentado una estrategia concreta para evitar que su decisión termine en los bolsillos de los estadounidenses.

Por el momento, los líderes de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos rechazaron los contactos de la Casa Blanca para dialogar sobre el tema, según informó el diario The Wall Street Journal.

La administración sí anunció que negocia con Venezuela temas de “seguridad energética” y el presidente Nicolás Maduro afirmó su disposición de venderle petróleo a Estados Unidos «para la estabilidad del mundo», a pesar de que extendió la orden ejecutiva que considera al país sudamericano una amenaza para su seguridad nacional.

Las medidas punitivas contra el sector energético de Rusia buscan presuntamente «asestar otro duro golpe» contra el presidente Vladímir Putin por su operación militar especial en Ucrania, según Biden, pero podrían tener un efecto boomerang sobre el ocupante del Despacho Oval.

El valor de la gasolina alcanzó este martes una marca histórica, al subir hasta l4,17 dólares el galón y ese pico, junto con el de otros bienes, posiblemente suponga un obstáculo para los demócratas de cara a las elecciones legislativas de mitad de periodo, previstas para noviembre de este año.




Los republicanos, que presionaron para prohibir la compra de petróleo ruso, culparon al jefe de la Casa Blanca por ayudar al incremento de los precios y utilizarán ese argumento para ganar votos en los comicios venidores.

En un intento por reducir el costo político del rechazo al petróleo ruso, este martes seis gobernadores demócratas pidieron al Congreso suspender el impuesto federal a la gasolina, que desde 1993 está fijado en 18,4 centavos el galón.

Aunque Rusia aporta solo una pequeña fracción del petróleo importado por esta nación norteamericana Biden reconoció que el castigo al Gobierno ruso tendría un costo para los ciudadanos de la nación norteña.

Por eso trató de evitar ser culpado de las consecuencias y le llamó “el aumento de precios de Putin”, en referencia al mandatario ruso, y luego en declaraciones a la prensa durante una visita a Texas expresó que “Rusia es responsable”.

El futuro político inmediato de Estados Unidos girará en torno a este punto: si los conductores molestos por los precios máximos de la gasolina culpan a Putin o a Biden, resumió la cadena televisiva CNN en un análisis divulgado este miércoles.

El conflicto en Ucrania, agudizado por el papel del Gobierno estadounidense y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, supone a lo interno otro desafío extremo para Biden, quien asumió el cargo frente a la peor crisis de salud pública en 100 años y ha visto caer sus índices de aprobación.

Fuente: Prensa Latina

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  1. Patricio Serendero says:

    El imperio ahora ha descubierto que Maduro y Venezuela no son así tan malos. Y se conversa amistosamente con ellos para que les vendan petróleo. Que gran demostración que el dinero no tiene principios y por lo tanto no tiene moral. Solo conoce pérdidas y ganancias.

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