Carta abierta a mis amigos indecisos en el histórico plebiscito del 4 de septiembre de 2022
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Estimados amig@s;
Como toda formación social moderna Chile es una sociedad compleja. Su desarrollo muestra, como organización humana un camino de desarrollo en espiral. Esto es, hay momentos de avance y momentos de detención y retroceso, altos y bajos. Los impulsos hacia el crecimiento son muy marcados Podemos distinguir un primer gran impulso histórico que se instala con el triunfo del Frente Popular en 1939.
La tensión dialéctica de este proceso hace que luego de que el Estado asume un rol conductor importante en la estructura económica del país, éste inicia una etapa en que marca el paso sin mayores avances hasta la llegada del Gobierno de Eduardo Frei Montalva en 1964. Aquí se inicia un proceso de cambio en la estructura agraria, una recuperación parcial de las empresas que explotan el cobre y un importante proceso de organización social en el plano sindical y vecinal. Estos impulsos de cambios estructurales abren el camino al triunfo de la izquierda que radicaliza los avances iniciados en el gobierno anterior y plantea un cambio profundo en la sociedad chilena con un programa definido como antiimperialista, anti oligárquico y democrático.-
Estos dos últimos procesos de inflexión en el devenir histórico del país se iniciaron un 4 de Septiembre como el que nos tocará vivir ahora. Pero ellos fueron frustrados por la interrupción del proceso democrático y el asalto al poder de los grupos minoritarios, pero dominantes en la estructura socio económica del país. Luego de ello se inicia la instalación de un modelo neoliberal que hasta hoy mantiene su vigencia.
Para lograr la puesta en marcha y la mantención de este modelo, la clase gobernante se dio un marco jurídico bajo la forma de una Constitución en 1980 que legitimara el proceso que iniciaron en 1973. Pero este marco no pudo legitimar con el pasar del tiempo el nivel de desigualdad, exclusión e injusticia social que generaba el modelo y la sociedad se movilizo exigiendo su reemplazo. El país en este trance se puso de pie y decidió salir al paso del estado de indefensión en que se sentía que se encontraba. Descubrió en Octubre de 2019, que la movilización es la manera de ponerse de pie para responder a la pregunta de qué tenemos que hacer para no seguir en el abuso y la desesperanza, tras años de sometimiento a un esquema económico y de sociedad agobiante.. Es este esquema, el modelo neoliberal de sociedad, el que está en crisis, y es su réplica en Chile sostenida desde su brutal aplicación por el régimen dictatorial el que nos tiene en la situación que estamos viviendo hoy .
Este es el desafío de Chile hoy para salir de la crisis. Construir el espacio de dialogo donde realizar el ejercicio de buscan los sentidos compartidos que le den sustento a una sociedad distinta a la de hoy y que enfrenta de manera resuelta superar un modelo de desarrollo, impuesto por el sistema capitalista mundializado en su fase salvaje asumida como neoliberal.
Pareciera que este espacio por hoy no es otro que iniciar una amplia discusión sobre un nuevo ordenamiento institucional y social que se exprese mediante una nueva Constitución. Allí la pregunta a responder por todos los chilenos debe ser ¿Cómo quiero que sea el país en que me gustaría vivir?
La respuesta a esa pregunta puede ser compleja, pero es necesaria porque activa el deseo que es la emoción básica que articula el sentido de la vida. La respuesta a esta pregunta permite observar aspectos ligados a la identidad de las personas mediante el uso que hace de su libertad para desear y decidir sobre lo que quiere. Por eso para algunos filósofos, el objeto primario de la libertad es como quiero vivir, que tipo de persona quiero ser y eso significa precisamente la identidad del sujeto y todos los restantes objetos de la libertad tienen relación con esta cuestión fundamental: ¿cómo quiero vivir, como quiero organizar mi futuro dentro de los límites estrechos de mi libertad?.
El dialogo social debe girar hoy sobre los modos de vida. Esto porque es claro que las relaciones sociales ligadas a la tradición, las prácticas culturales y las creencias religiosas se ven afectadas por el cambio que trae una revolución industrial impuesta por la modernidad y su evolución hacia una sociedad dominada por el peso de lo financiero. Esto es lo que hace que esta crisis a nivel global, como se ha señalado, sea crisis de la civilización y del sujeto.
Esto es lo que está en juego en el plebiscito del próximo Domingo No aspectos puntuales de la nueva constitución que son posibles de corregir porque en lo grueso ella es una propuesto de un Chile nuevo. Como saben hacerlo los sectores retardatarios de la sociedad chilena hábilmente, con el concurso de algunos agentes políticos pro sistema que eran parte de la centro izquierda, han procurado desdibujar la consulta. Han intentado distorsionar el sentido de la consulta y la han puesto en un plano de confrontación y de deslegitimación de la voluntad ciudadana que en un plebiscito democratizo pidió una nueva Constitución.
Desde el solo compromiso de su fe religiosa las Carmelitas Descalzas de San José de Maipo han declarado que la nueva Constitución es perfectible «y se puede solucionar con el diálogo, el respeto y la buena voluntad, pero lo fundamental es que se constituye como un Estado social de derecho; se concibe a Chile como una República solidaria, donde los derechos humanos, individuales y colectivos, son el fundamento del Estado; se estructura una democracia participativa, inclusiva y paritaria, además de regional, dándose un gran paso para que cada región pueda auto determinarse y desarrollar sus potenciales. Estos conceptos son esenciales para entender toda la nueva Constitución y el norte de ella” Terminan afirmando que “Si rechazamos la proposición de una nueva Constitución estamos rechazando la posibilidad de dar un paso grande en el devenir de nuestro país”.
Para terminar esta carta abierta repito la cita de las religiosa Carmelitas que cierran su reflexión con un extracto de la homilía del Cardenal Silva Henríquez en el Te Deum de Septiembre de 1974, que cita el Papa Francisco en su última Encíclica Fratelli Tutti N° 14: “Los pueblos que enajenan su tradición y por manía imitativa, violencia impositiva, imperdonable negligencia o apatía, toleran que se les arrebate el alma, pierden, junto con su fisonomía espiritual, su consistencia moral y finalmente su independencia ideológica, económica y política”.
Muchas gracias y mis saludos amigos indecisos .Espero reflexionen.
Por Jorge Leiva Cabanillas
Psicólogo Ph.D.
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