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Chile vota en contra de la Kastitución

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A sólo días del segundo plebiscito de salida para votar a favor o en contra de la nueva propuesta constitucional en Chile, si bien en ambos casos es una derrota histórica para quienes creímos en la construcción de un país distinto, lo que nos jugamos esta vez es el fortalecimiento o no de la ultraderecha en el país.

De ahí que este nuevo proceso de redacción de una nueva constitución, a diferencia del anterior, haya sido usado explícitamente como un medio por la derecha tradicional y parte de la ultraderecha para proyectar la candidatura presidencial de José Antonio Kast para el 2025, quien no tiene principios a la hora de apoyar un cambio constitucional que nunca quiso antes.

Por lo mismo, el contenido de esta constitución y la implementación posterior le importa poco a este sector, con tal de que sirva para que sean gobierno el próximo periodo, presidencializando así una discusión sobre quienes están a favor o en contra del presidente Gabriel Boric, tratando de instalar la idea de que este último sería supuestamente el jefe de la campaña del en contra.

No obstante, esta vez no les será tan fácil de instalar ese tipo de mentiras, como ocurrió el 2022, ya que no se puede esconder el hecho de que fueron ellos quienes controlaron el Consejo Constitucional esta vez y que le pasaron la máquina a la minoría de partidos de izquierda que estaba presente en ese órgano encargado de escribir la nueva carta magna.




Por lo mismo, más que un plebiscito sobre la figura de Gabriel Boric, es en realidad un plebiscito sobre José Antonio Kast, que es quien ha asumido el liderazgo de un sector que busca bajo cualquier forma mostrarse victorioso, sin ver que están haciendo un triste espectáculo frente al país, al buscar algo que nunca les interesó, como lo es dejar atrás la constitución de Pinochet.

En consecuencia, lo que está en juego el próximo 17 de diciembre, ya no es la posibilidad de un país más justo y democrático, como ocurrió el año pasado, sino en votar a favor o en contra de oportunistas que han instrumentalizado este proceso para profundizar el neoliberalismo y aumentar así los privilegios de una elite, que siempre ha impuesto instituciones que la protegen.

Esto sumado a que el malestar y cansancio de la gran mayoría de las y los chilenos con lo constitucional no le ayuda a el a favor, sino al en contra, ya que el momento constituyente se cerró por distintas razones, siendo lo de ahora una verdadera farsa, que difícilmente va poder engañar a quienes vayan a votar el próximo domingo de manera obligatoria.

Dicho lo anterior, lo que se vendrá el día siguiente del plebiscito, en el caso de ganar el en contra, que es bastante probable, no da para celebrar nada, sólo nos da un momento para reflexionar sobre qué pasó en Chile para cerrar este proceso constituyente de tan mala forma y con tanta desesperanza.

Por esto, sin duda será difícil de asumir un fin de ciclo en Chile y la incapacidad que tuvimos en dar una respuesta política a tanta rabia y frustración acumulada por décadas en el país, quedando en la historia de cómo nos farreamos la posibilidad de dar horizontes colectivos y confianza en las personas a que las cosas podían estar mejor.

 Sin embargo, si bien se terminará un ciclo, no será el fin de la historia de Chile, como quisieran algunos, ya que la política en un sentido amplio, va seguir más allá de todo el miedo que nos buscan generar los grandes grupos económicos a través de sus empresas de información, y de una ultraderecha llena de odio, que desprecia cualquier tipo de mirada que ponga en el centro el cuidado de los demás y del planeta.

En definitiva, quienes de verdad queremos a Chile, con toda su pluralidad, seguiremos dando la pelea para construir una sociedad en donde quepan todas y todos, por lo que nos podrán haber quitado la posibilidad de tener la primera constitución democrática en nuestra historia como país, pero nunca nuestros sueños.

 

Por Andrés Kogan Valderrama

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Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín

 



Sociólogo Diplomado en Educación para el Desarrollo Sustentable Diplomado en Masculinidades y Cambio Social Magíster en Comunicación y Cultura Contemporánea Con cursos de Doctorado en Estudios Sociales de América Latina Profesional de la Municipalidad de Ñuñoa Militante de Convergencia Social

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  1. Creo que sólo un mago puede predecir el resultado de la próxima votación, ya que Chile se presta para muchas sorpresas.. Mi apreciación personal es, que si el voto fuese voluntario, el gran ganador sería la fracción de los no votantes. Viendo las realidades, una nueva constitución, es algo que le interesa tan sólo a una cierta elite «política-intelectual», a la gran mayoría le da lo mismo. Votarán en contra: Personas que leyeron el nuevo proyesto y lo encuentran inceptable. Peronas que no la leyeron (la gran mayoría) pero que escucharon que era inaceptable y además, personas que quieren mantener la Constitución actual. De ahí creo yo que la posibilidad del rechazo es mayor, pero no estoy dispuesto a apostar un centavo sobre que opción será la ganadora. En el plebiscito anterior, yo pensaba 50+ para una opción y 50- para la otra, al leer los resultados con el 62% del rechazo tuve una sorpresa mayúscula.

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