Pensiones de gracia con pecados anteriores

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La derecha encontró un nuevo hueso y lo roerá hasta que no le quede jugo.

Van de canal en canal condenando la reparación y las pensiones de gracia. Apuntan con el dedo a Gabriel como responsable de entregar dinero de todos los chilenos a personas que cometieron delitos graves y que por maltrato/tortura/lesión ocular reciben pensiones de gracia.

La función de la oposición es ser oposición siempre y en todo, llegando hasta la sin razón. Encontrar todo malo, denostar a las autoridades, colocar algún mote al presidente, mentir, hacer uso y abuso de la mentira. Desconocen que ellos hicieron lo mismo.

Lo mismo sucedió en el caso indultos. Los más de cuatro mil indultados en el gobierno de Piñera eran hombres buenos y verdaderos chilenos. Más de la mitad de aquellos beneficiados volvieron a las cárceles por haber cometido los mismos delitos, y algunos muchos más graves, como homicidios o tráfico de drogas, por ejemplo.

De público conocimiento es que la derecha en su conjunto durante años y sin el menor tapujo han violado la buena fe.

No es de verdaderos chilenos que de puño y letra emitieron facturas ideológicamente falsas, donde los familiares cercanos facilitaban sus nombres para obtener dineros destinados al financiamiento ilegal de la política. Orpis, ex senador de la UDI pasó su tiempo en la cárcel, otro subsecretario también tuvo que estar parado frente a la puerta de su celda para cantar su número en la mañana y la tarde. Dos dueños de un banco también recorrieron de ida y vuelta los pasillos de su galería, aunque después fueron enviados a la universidad no para conocer el silabario, sino para instalar la impunidad como un privilegio para esos tiene la clase dominante.

Chile, un país donde las empresas votan y eligen a sus candidatos.

Las pensiones de gracias son acciones que se le confieren para su ejecución a la máxima autoridad de un país. Se trata de reparar un daño causado por agentes del Estado con efectos permanentes o temporales.

Pensiones de gracia son recibidas por muchos chilenos, desde los que por alguna catástrofe natural lo privó de las condiciones mínimas de vida. Son muchas las situaciones que deben ser respondidas por el Estado, más aún cuando en estos casos son agentes del Estado los que provocaron situaciones graves gravísimas.

La derecha donde militan abogados notables de elevados honorarios, sabe que NO es una condición de exclusión el poseer antecedentes penales. La derecha instala que para recibir dinero público en forma de pensión no debió haber cometido delito alguno, entonces ese es el pasaporte para una pensión de gracia. Los presidentes que no han sabido gobernar o han dejado al país en crisis profundas reciben tranquilos su jubilación.

Si alguien roba comida y después da la vida qué hacer canta Silvio.

Miguel Lawner, Premio Nacional de Arquitectura, perfectamente no podría haber recibido su premio sencillamente porque fue llevado a Isla Dawson y se le acusó de haber cometido delito durante su trabajo en la Cormu en el gobierno popular. No hubo condena. Sergio Bitar tampoco podría haber sido ministro de Educación, (que podemos decir poco notable), tampoco recibió pena aflictiva

La pensión de gracia tiene carácter reparatorio sencillamente porque el hecho reparado es responsabilidad de agentes del Estado, militares, carabineros, PDI. Los perdigones que dejaron con capacidad visual limitada a cientos de chilenos provienen de armamento policial disparado por oficiales que recibieron órdenes del alto mando, previamente discutido con el poder ejecutivo específicamente el ministerio de interior.

Nótese por ejemplo que los militares encarcelados en Punta Peuco reciben también pensiones de gracia bajo otro formato especialmente diseñado, y la razón son los traumas y secuelas consecuencia de la guerra contra la subversión y la captura de extremistas. Asesinar y hacer desaparecer para la derecha aquello es justo y así debe recompensarse.

El presidente Gabriel se equivoca y dobla la rodilla ante la derecha y cede posiciones, la UDI/RN/EVOPOLI y otros aferrados a su hueso de pureza blanca y sin mancha. Se evidencia una fragilidad política ante la embestida del sector menos creíble y el más corrupto. El ministro de justicia hace algunas semanas refiriéndose a este asunto manifestó expresamente que antecedentes anteriores y maltrato de parte de agentes del Estado son asuntos diferentes.

Los agentes de Estado son funcionarios públicos a los cuales se le entrega el uso de armamento y aparatos de carácter represivo. Mantener el orden público es su tarea pero mutilados no los contempla el ejercicio para mantener la paz social.

Cuando Piñera entregó pensiones de gracia sencillamente fueron entregadas por el uso de un derecho presidencial, porque así se contempla. Entonces los lanceros piñeiranos rechazan la política de los empates. Las pensiones de Piñera fueron justas y la de Gabriel no lo son. Chile se convierte en un país donde las personas malas dejan de tener derechos, aunque hayan cumplido una condena y saldado su deuda con la sociedad.

El doble estándar en la derecha chilena se olvidó de la capacidad de asombro.

Por un lado deja caer su guillotina blanqueadora para castigar al oficialismo, y por el otro redactó un proyecto de ley para que los presos mayores de 70 años en los hombres y 65 en las mujeres puedan cumplir el resto de sus condena en sus casas. La intencionalidad es evidente, sacar de Punta Peuco a la criminalidad uniformada, esos verdaderos chilenos patriotas que salvaron a la patria.

“Condicionar la pensión de gracia a que la persona no tenga antecedentes penales es injusto” Correa Sutil. Miembro de la Comisión Rettig.

La discusión instalada sobre este asunto olvida la razón primaria y fundamental. Habían pasado treinta años y todo seguía y sigue igual. Marginalidad, vida precaria, pensiones indignas, educación sesgada y excluyente. La lista es bastante larga e indecorosa. Las banderas de octubre no se han arriado, no se ha ganado nada.

Pablo Varas

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