Cuba desconecta 74% del alumbrado público por falta de combustible
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En medio de una crisis económica que se profundiza, Cuba ha tomado medidas drásticas para hacer frente a una creciente escasez de energía, con casi tres cuartas partes de su alumbrado público siendo apagado durante las horas de mayor consumo, según reportaron los medios estatales el martes.
Los persistentes apagones, que interrumpen la vida diaria y la economía local, han afectado a la nación caribeña durante varios años, pero se han intensificado en los últimos meses debido a la escasez de combustible y la necesidad de mantener una infraestructura obsoleta.
Durante una reunión del Consejo de Ministros, el Ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, destacó la decisión de desconectar el 74% del alumbrado público, junto con otras medidas como el cierre de miles de servicios estatales, la suspensión de los equipos de aire acondicionado y el ajuste de los horarios de casi 70,000 trabajadores.
Cuba, altamente dependiente de las importaciones, se encuentra en una crisis económica cada vez más profunda, con su PIB cayendo un 10% desde 2019.
El gobierno ha atribuido en gran medida estos desafíos a las sanciones impuestas durante la era del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destinadas a frenar sectores generadores de ingresos como el turismo, los servicios médicos y las remesas. Estas dificultades se han visto exacerbadas por la pandemia y los tibios esfuerzos para reestructurar una economía centralizada y dominada por el Estado.
La escasez de divisas para importar artículos esenciales como alimentos, medicinas y combustible parece haber empeorado este año, según cifras oficiales.
De la O Levy recientemente declaró que Cuba solo ha recibido el 46% de las importaciones de combustible planificadas, lo que ha provocado apagones prolongados en todo el país, excepto en la capital, La Habana.
Una encuesta telefónica realizada en cinco de las 14 provincias indicó que los residentes están soportando cortes de energía diarios que duran entre seis y doce horas.
Yurkina Gracial, una empleada estatal de 40 años en la provincia oriental de Guantánamo, describió la situación como insoportable debido a los frecuentes cortes de cuatro horas dos veces al día causados por el intenso calor.
En la provincia de Pinar del Río, ubicada en la parte más occidental de la isla, Jaime Carrillo, propietario de un restaurante, expresó frustración por los prolongados cortes de energía, afirmando: «Los apagones siempre complican nuestro trabajo diario».
Mientras Cuba enfrenta estos desafíos energéticos, su población se enfrenta a las duras realidades de la vida diaria en medio de la oscuridad. La situación subraya la necesidad urgente de soluciones integrales para abordar los problemas económicos del país y garantizar el bienestar de sus ciudadanos.
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