Gobierno advierte que destitución de senadora Isabel Allende por el TC es un “precedente grave e inédito”
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La ministra (s) vocera de Gobierno, Aisén Etcheverry, calificó como un “precedente grave” el fallo del Tribunal Constitucional (TC) que resolvió cesar en sus funciones a la senadora Isabel Allende (PS), por el caso vinculado a la fallida venta de la casa de su padre, el expresidente Salvador Allende. Si bien reiteró que el Ejecutivo respeta la autonomía del órgano, enfatizó que se trata de una decisión sin precedentes en democracia.
El pasado 3 de abril, la ministra Etcheverry había señalado que “la decisión pertenece a un órgano autónomo del Estado, el Tribunal Constitucional, que nosotros por supuesto respetamos”. Sin embargo, sus declaraciones posteriores, en las que advirtió que “la destitución de una senadora democráticamente electa (…) nos parece un antecedente grave”, generaron críticas incluso desde dentro del oficialismo. El vicepresidente del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), sostuvo que esas palabras “generan confusión” y pidió una aclaración.
En respuesta, este lunes Etcheverry reafirmó su postura, subrayando que sus dichos no fueron personales, sino en representación del Gobierno: “Lo que hemos señalado, yo desde la vocería del jueves y distintos ministros que se han referido a esta materia, es que como Gobierno lo que nos corresponde es respetar las decisiones de los tribunales, incluidas las del Tribunal Constitucional, y esas fueron mis palabras explícitamente”, aclaró.
No obstante, insistió en la gravedad del precedente sentado por el fallo del TC. “Es primera vez que en democracia, desde la vuelta a la democracia, tenemos la destitución de una senadora democráticamente electa. Esto no había ocurrido, es inédito, es algo que no había pasado antes y de ahí deriva la gravedad del precedente”, explicó la secretaria de Estado.
Para Etcheverry, la situación no solo plantea una interrogante jurídica, sino también política, ya que se trata de una decisión que afecta directamente la voluntad popular expresada en las urnas. “La gravedad es porque es una decisión inédita. Lo que justifica esa decisión es algo que, por supuesto, nosotros no conocemos. Lo conoceremos cuando se dicta el fallo y ahí todos los académicos y expertos en esta materia podrán hacer los análisis que correspondan”, añadió.
La vocera (s) también enfatizó que este tipo de decisiones deben ser cuidadosamente observadas por sus implicancias institucionales a futuro:
“El que sea un precedente grave viene dado por lo inédito. Esto es algo que no había ocurrido antes y por lo tanto, tiene que ser analizado, tiene que ser mirado, hay que comprender cuáles son sus implicancias a futuro y eso es lo que corresponde cuando se producen fallos de esta naturaleza”, concluyó.
El Gobierno, si bien ha reiterado su respeto por el Estado de Derecho y las instituciones, pone el foco en la excepcionalidad del caso y en cómo una decisión del Tribunal Constitucional puede, de facto, modificar la composición del Senado a través de un fallo que podría tener consecuencias más allá de lo jurídico, tocando directamente el equilibrio democrático del país
Felipe Portales says:
Claro que sería grave para los grandes grupos económicos que son los que mandan realmente en Chile -y para sus «administradores» de «derecha» o «centro-izquierda»- que existiese un auténtico Estado de derecho en nuestro país. Y la resolución del Tribunal Constitucional va en esa dirección.
Alexandre says:
La señora Etcheverry se farreó un execelente oportunidad de quedarse callada. Erguir el caracter electo de la senadora Isabel Allende en contra de una décisión de justicia es inaudito. Cometió un delito y punto. Nadie está, teoricamente, por sobre la ley. Con dos dedos de frente la señora Allende debió dar la casa de Guardia Vieja en comodato al Estado. En lugar de eso prefirió tratar de venderla en 933 millones de pesos cuando el avalúo fiscal es de sólo 512 millones. Después del retorno de la « democracia » la senadora Allende, como muchos « socialistas » se ha dedicado a explotar la renta patrimonial del apellido Allende convirtiéndola en riqueza constante y sonante. Un mínimo de respeto por la memoria del gran e íntegro presidente don Salvador Allende exigía que no se lanzara en estafas.