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Fracasa el plan para derribar los Ayatolah ¿Y ahora que?

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El ataque sorpresa de Israel a Irán el 12 de junio no solo violó normas internacionales: desató una guerra sin precedentes cuyas consecuencias podrían redibujar el mapa político del Medio Oriente. Estados Unidos apostó por un golpe fulminante para instalar un gobierno amigo en Teherán, pero el plan fracasó. Hoy, Israel enfrenta su peor crisis militar, con ciudades bajo fuego y una narrativa de invencibilidad que se desmorona. ¿Estamos ante el inicio de una nueva era geopolítica?

 

El sorpresivo e inesperado ataque de Israel a Irán el 12 de Junio, que violó todas las normas internacionales de la ONU, intentaba en un solo golpe derrotar militarmente y derribar el gobierno iraní instalando un gobierno amigo de EEUU e Israel.  Tal era el objetivo principal del ataque. El asesinato de altas personalidades militares, una docena de científicos nucleares utilizando comandos infiltrados del Mossad, la eliminación de los sistemas de defensa anti-aéreos, el ataque a bases de misiles y el bombardeo de algunas instalaciones atómicas completaban el plan de ataque. Se suponía además que los agentes del Mossad y la CIA infiltrados desde hace tiempo en el país ayudarían a provocar el levantamiento de algunos grupos étnicos – como los Balúchis o los Kurdos por ejemplo – así como grupos políticos de la oposición (Mujahideen-e Khalq, Consejo Nacional de la Resistencia de Irán, Monárquicos, Frente Nacional de Irán, entre otros) para realizar el descabezamiento del gobierno y su substitución por uno amigo. Una operación en la que EEUU tiene un largo historial exitoso. Como el último acontecido no hace mucho en Siria.

 

Solo que el plan falló. No fue eliminada la dirección política del país, no hubo ningún levantamiento político-social contra el régimen,  las defensas militares sufrieron daños solo parciales,  las bases principales de enriquecimiento de uranio y desarrollo nuclear no fueron dañadas o solo parcialmente (están a una profundidad solo alcanzable para algunos aviones de EEUU). Las patentes militares fueron rápidamente substituidas como informamos en una nota anterior y por lo tanto restituida la cadena de mando.  De que el plan de EEUU e Israel falló, lo demuestra el hecho que pasada ya una semana de esta violenta guerra no declarada, Irán responde con una fuerza, recursos y determinación que el gobierno israelita y norteamericano no se esperaban. Los bombardeos contra las principales ciudades de Israel a manos del país persa son el mayor y más destructivo ataque sufrido por Israel en sus cortos decenios de existencia. Cada día Irán sorprende a Israel con una batería de nuevos misiles más destructivos y más rápidos que los anteriores. Tan rápidos los últimos lanzados este viernes 20 de Junio, que el famoso escudo protector de Israel simplemente no los pudo abatir. Y así vemos a Tel Aviv y Haifa principalmente, ser lentamente destruidas frente a la impotencia israelita. Simplemente los israelitas y sus mandantes norteamericanos no tienen hoy una tecnología capaz de anular estos misiles. Lo que a nuestro modesto entender esto será determinante para el resultado final de esta guerra.

Esto representa una situación nunca antes vivida por Israel. Una verdadera catástrofe en tanto ha terminado la imagen del país militarmente invencible en Oriente Medio y poseedor de uno de los mejores ejércitos del mundo. Imagen que hace parte de la narrativa israelita y de Occidente desde hace décadas. Y que hoy ha terminado.




¿Cómo esto puede haber sucedido? Cómo se pudo desestimar tanto las reales capacidades del enemigo?  Porque está cada día que pasa más claro que tanto Israel como EEUU mal evaluaron las capacidades políticas y militares de Irán y la fortaleza política del régimen, el que como todo poder autocrático mantiene un férreo control social y político sobre la población, la que en este evento sin embargo se ha unido detrás de su gobierno. Estaban tan seguros del éxito de su plan que según decidirían el destino de esta guerra en pocos días, consiguiendo sus objetivos. Entre otras cosas porque ni Israel ni EEUU están hoy en condiciones de afrontar una larga guerra de desgaste.

El problema principal que se observa es que no tenían Plan B. A medida que Irán ha ido devolviendo golpe por golpe esta guerra aérea de misiles y drones sobre todo – característica esencial de las guerras modernas inaugurada en Ucrania – Israel comienza a preocuparse por sus limitados stocks de misiles. Pareciera que ahora descubren que no tendrán recursos logísticos para una guerra prolongada. Tampoco pareciera que han dimensionado cuanto sufrirá la economía del país si acaso esto dura tres , cuatro o más meses. La destrucción de la refinería de petróleo de Haifa así como de las plantas de agua potable (Israel no tiene agua y utiliza agua del mar en costosas plantas desalinizadoras) anuncian serios problemas de abastecimiento.  Según fuentes de expertos militares Israel tendría cuando mucho stock para uno o dos meses. Pero además, están preocupados con la actitud del pueblo israelita que ya comienza a denunciar la falsa propaganda sobre la invencibilidad e impunidad de sus FFAA,

No sabemos la situación con los stock de Irán, que tampoco son infinitos. Y no podemos saber la real situación en este aspecto fundamental por lo que dicen unos y otros. Ya se sabe como funciona la propaganda de guerra. Pero sí sabemos que Irán tiene muchos más recursos naturales, población y territorio que Israel. Además que contrariamente a lo afirmado por la prensa occidental, enteramente a favor de Israel, Irán hoy no está aislado. Pakistán, Corea del Norte, China y Rusia se han puesto hoy decididamente de su lado. Incluidos Irak y Turquía.  De modo que de aislado, nada. Podemos así sospechar que los pertrechos militares no faltarán si la guerra continúa.

El resultado de los hechos relatados son el que Israel está muy preocupado con el cariz que han tomado los acontecimientos. Sus urgentes llamados a EEUU para venir en su ayuda es una muestra evidente que algo no ha salido como planeado.

 

La estrategia de EEUU para Oriente Medio

Los israelitas cuentan con el apoyo de todos los gobiernos de EEUU desde la fundación del país. Desde su creación hace 80 años el país ha hecho la guerra a casi todos los países de su entorno. Rodeados por un mundo islamita que consideran su enemigo mortal, Israel vive permanentemente con la psicosis de que será atacado. De allí que sea hoy un país militarizado. Todo israelita tiene obligación de haber hecho su servicio militar y decenas de miles son considerados reservistas, que pueden ser llamados a las filas en cualquier momento.

El apoyo de EEUU a Israel no se trata solamente de tener a este como el perro guardián de sus intereses en el Medio Oriente, esa estratégica región entre Europa y Asia donde el nudo fundamental es Irán. Tampoco son los riquísimos recursos petrolíferos y de gas el interés principal de las clases dominantes de EEUU. Lo fundamental es que el enemigo estratégico principal de EEUU y sus clases dominantes es China. Y la mejor manera de atacar a esta es colocar gobiernos amigos en los países vecinos o cercanos a esta.  Por esto la política estratégica de EEUU para la región está definida desde hace varias décadas. No solo porque lo haya dicho el Brooking Institution hace años (2009), centro de pensamiento muy cercano al Pentágono y en sus documentos oficiales tal como se encargó de revelarlo el general Wesley Clark hace algunos años[i]. Sino que también el propio Netanyahu desde hace 30 años indica que Irán es una amenaza existencial pues busca su desaparición.

¿Aplicará Trump la estrategia de siempre de su país o su espíritu de comerciante se impone al lobby y negociará la paz para obtener algún beneficio? No lo sabemos.

 

La falsa narrativa de las armas de destrucción masiva.

¿Cuales son las “armas de destrucción masiva” de Irán por las que es acusado por casi todo el Occidente para poderse justificar el ataque militar a este?

De la misma manera que para atacar Irak en 2003 fue preciso mentir a todo el mundo asegurando que Sadam Hussein tenía dichas armas, hoy se trata de convencernos de las “armas de destrucción masiva” de Irán. Que aunque todavía no las tiene, las va a tener. El complicado ejercicio de afirmar como real lo que predecimos para el futuro no representa un problema para los publicistas del imperio.

Digamos de paso que los líderes de la Unión Europea aseguran lo mismo. Recientemente han declarado que Irán constituye una amenaza para la estabilidad regional. Y esto lo han dicho después de la agresión reciente de Israel hecha sin provocación alguna!  Juzguen los lectores.

Hace 30 años también que Netanyahu asegura que Irán tendrá el arma atómica “en dos semanas”. Y eso hasta el día de hoy. No importa que la propia Jefa de Inteligencia de EEUU, la oficial militar Tulsi Gabbard haya dicho en fines de Marzo pasado que de acuerdo con las informaciones de todas sus agencias de información Irán no tenía el arma atómica y que había dejado este objetivo en 2003. No importa tampoco que el señor Grossi, Jefe de la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica)  haya -ambiguamente – dicho mediante una investigación de su organismo que se acuerdo con ellos, Irán no enriquece uranio para fines bélicos[ii]. La realidad objetiva no interesa en estos tiempos como se sabe. La realidad es lo que los poderosos dicen que es. Ellos crean la realidad. Y punto. Como en este caso, cuando Trump interrogado por una periodista sobre la posibilidad de Irán tener el arma atómica y recordándolo del informe de su Jefa de Inteligencia arriba citado, Trump haya respondido: “no me interesa lo que ella diga”. Y acto seguido, en una de esas declaraciones cada vez más propias de un emperador que tipifican la personalidad del personaje, Trump ha dicho que le daba dos semanas a Irán para decidirse a firmar su rendición y todas las condiciones exigidas en ella. Entre otras, que Irán no solamente deje la pretensión de contar con una bomba atómica. Caso no aceptar, agrega sonriente, que  “muchas cosas muy malas le van a ocurrir al país”. Y para que quede claro quien cree todavía ser el patrón del mundo, agrega que “sabemos donde se esconde el Allatolah Khamenei Jefe del Estado Islámico, pero no lo vamos a eliminar ahora. Todavía no.” Y todas estas declaraciones  con todo lo que significan por el no respeto entre naciones, el respeto entre países, la negación de la vía diplomática como la herramienta para resolver conflictos internacionales y la inmoralidad que supone decir que se va a asesinar a un dirigente de un país, no tiene un solo comentario crítico ni el escándalo que representa por parte de los dirigentes del Occidente cristiano y democrático. Ni uno solo. Pero imaginen ahora los lectores qué habría ocurrido si Putin hubiese dicho esto mismo del señor Zelenski. Occidente como siempre, dos pesos, dos medidas diferentes.

Una última pregunta sobre esto. ¿Porqué Irán no puede tener la bomba atómica? ¿Quién decide eso? ¿Porqué pueden Israel, Rusia o Francia por ejemplo? La realidad nos dice que es un arma disuasoria efectiva. Si no, vea el caso de Corea del Norte. Muchas acusaciones de dictadura y un peligro para el mundo. Pero nadie les pone la mano encima. Ellos tienen bomba atómica. El ideal claro sería que nadie tuviese. Solo que la realidad es porfiada.

 

El lobby israelita

¿Porqué es tan importante el lobby israelita en EEUU como para obligar a Trump a dejar corriendo la última reunión del G7 en Canadá? ¿Cómo puede ser que las prioridades e intereses de EEUU pasen a segundo término cuando se trata de Israel?. No es difícil de adivinar. El lobby judío de EEUU es poderosísimo porque es muy rico.

Tal vez la fracción burguesa más rica israelita en EEUU es aquella de los bancos. Los primeros cinco bancos más grandes de EEUU (que tienen asiento en la Reserva Federal, el Banco Central de EEUU) J.P.Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Wells Fargo y Goldman Sachs son controlados en su mayoría por los tres mayores fondos de inversión mundiales: Vanguard, BlackRock y State Street Corporation. No solo el CEO del fondo mayor del mundo BlackRock, el señor Larry Fich es de origen hebreo. También lo son varios de los CEOs si consideramos los 10 mayores bancos estadounidenses, tales como David Solomon, el CEO de Goldman Sachs[1].

Pero no solo entre los banqueros de N.York encontramos notorios ciudadanos de origen hebreo. Estos existen en las grandes empresas tecnológicas del Silicon Valley como Mark Zuckerberg (Meta), Safra Catz (Oracle) o Sam Altman (OpenAI). Muchos otros existen entre los productores de Hollywood.  El propio gobierno norteamericano ha tenido siempre funcionarios de origen hebreo. Todos todavía recordamos al señor Anthony Blinken y al asesor Jake Sullivan en el gobierno de Biden, de los que se dicen dirigían en términos reales la política exterior de EEUU. Un lobby muy poderoso como se ve. Dentro pero sobretodo fuera del gobierno. Organizados en instituciones tales como la AIPAC (American Israeli Public Affairs Committee), la ADL (Anti Defamation League),  la J. Street o la Conference of Presidents of Major American Jewish Organizations que coordina la opinión de 50 organizaciones judías en temas de consenso para políticas públicas, entre otras.

Este numeroso y variado lobby de las fracciones de la clase más rica de EEUU  es el que ha financiado a Donald Trump para llegar a la Casa Blanca. Es “natural” que ahora pasen la factura. Son ellos quienes definen la política estadounidense en Oriente Medio tal como lo afirma con razón el coronel (ret) Douglas McGregor. Algo que los chilenos conocemos tan bien, donde el lobby principal nuestro se llama Confederación de la Producción y el Comercio. Con destaque claro para Soquimich (SQM), Penta o Corpesca.

En esta muy peligrosa escalada de la guerra Israel-Irán, donde el peligro atómico está muy presente hoy como nunca antes, la decisión de Trump de intervenir o no en Irán será de pesadas consecuencias. Desde ya porque varios países con armas nucleares se han manifestado apoyando a Irán. Siendo tan pequeño Israel, en el cuadro de una confrontación atómica “táctica” utilizando bombas de baja intensidad, el país corre el riesgo de desaparecer de la faz de la Tierra. No sin antes disparar él sus propias bombas. Esas que la OIEA no fiscaliza.

Pensamos que los buenos oficios de Rusia, con buenas relaciones con Israel y China pueden ayudar en estas circunstancias. Aunque tal vez ambos contendientes no están prontos para el dialogo y la paz. En el caso de Israel porque sería la muerte política de Netanyahu y la pérdida de la hegemonía regional que tanto interesa a EEUU. En el caso de Irán, porque el intento de descabezar su gobierno y cambiar el régimen político, que ha representado la muerte de muchos de sus altos oficiales militares y científicos, sobre todo los declarados intentos de asesinar el líder espiritual del país Ali Khamenei, le resulta una afronta intolerable.

En cualquier caso EEUU no tiene posibilidad alguna de mediar en el conflicto. Ellos participan con Israel en esta guerra, tal como lo hacen en Ucrania. Si Israel logra vencer a Irán, algo que en este momento se ve poco probable, entonces tendremos otro gobierno dócil para los intereses del imperio, y quedará finalmente abierto el camino para atacar a China. Si vence Irán y hay alto el fuego y luego negociación de la paz, será otra señal inconfundible de que vivimos en un mundo sin una potencia dominante.

Veremos qué movida hacen China y Rusia en esta pugna por la hegemonía mundial que ya algunos llaman de Tercera Guerra Mundial híbrida. Y veremos como se rediseña  o no el mapa geopolítico del Medio Oriente. EEUU ha logrado un triunfo reciente en Siria. Veremos si consigue lo mismo en Irán, aunque a fecha de hoy esto se ve mucho más complicado.

 

Patricio Serendero

 

[1]    Los principales accionistas de los bancos se encuentran en las respectivas páginas de ellos o el el SP %500. En nuestro caso hemos preguntado a la aplicación de IA DeepSeek que nos ha facilitado el trabajo.

[i] EEUU apoya a los grupos opositores al gobierno de Irán. En el pasado y ahora. Por ejemplo el MEK (Mujahideen-e Khalq) ha sido apoyado por el Gral. James Jones,(ex-consejero de Seguridad Nacional de Obama) y el General Jack Keane ha participado en eventos pro-MEK. Organización cuyo nombre fue retirado de la lista de terrorismo de EE.UU en 2012 y desde entonces ha recibido apoyo de algunos ex-funcionarios.

[ii] Este funcionario, acusado recientemente con documentos obtenidos del gobierno israelita que pasaba información a estos de las investigaciones que llevaba a cabo en Irán, es el mismo que tras los ataques ucranianos a la planta atómica de Zaporigia controlada ahora por Rusia,  no tenía claro quien había sido el atacante.



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