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Jara responde a Sutil: “La derecha sigue atada al pasado y con pocas propuestas de futuro”

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La polémica desatada por Juan Sutil, empresario y actual encargado estratégico del comando de Evelyn Matthei, sumó un nuevo capítulo con la respuesta de la candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara. A través de la red social X, la ministra abanderada del oficialismo confrontó directamente las afirmaciones de Sutil, quien había negado que el régimen de Augusto Pinochet constituyera una dictadura.

Una réplica inmediata

“Las palabras de Sutil no sorprenden”, comenzó Jara, para luego acusar a la derecha de estar “atada al pasado y con pocas propuestas de futuro”. Con ese tono, la candidata oficialista buscó proyectar distancia no solo con el empresario, sino con lo que calificó como un patrón discursivo de la oposición.

El mensaje, publicado en su cuenta oficial de X, hizo referencia al carácter traumático del período dictatorial, recordando que “no solo minimizan una dictadura que asesinó y torturó a miles de chilenos”, sino también “una crisis económica profunda que consolidó injusticias y benefició a unos pocos”.

Memoria y presente electoral

La reacción de Jara instala nuevamente el peso de la memoria histórica en la campaña. La negación de Sutil, que definió el gobierno de Pinochet como “dictatorial, pero no una dictadura”, había provocado un fuerte rechazo. Con su respuesta, la candidata oficialista no solo recoge ese malestar, sino que lo resignifica como evidencia de que la derecha, incluso en su sector más institucional, mantiene vínculos discursivos con el pinochetismo.




Más allá del choque sobre la memoria, Jara quiso subrayar que la discusión no es solo histórica, sino política y programática. “Estas declaraciones demuestran una falta de comprensión de lo que significa la democracia”, escribió, contrastando la visión de sus adversarios con la propuesta de su candidatura.

Propuestas de futuro

La candidata oficialista buscó cerrar su réplica con un mensaje de proyección. “Nosotros, en cambio, miramos hacia adelante, con una visión de país que valora la verdad, la justicia y el pleno respeto a todas las personas”, aseguró. Según su declaración, el objetivo de su campaña es “construir un Chile más justo, que crece realmente para todos”.

Este contrapunto no solo funcionó como respuesta a Sutil, sino también como reafirmación de su identidad política: una candidatura anclada en la memoria democrática, pero enfocada en disputar el futuro.

Un flanco para Matthei

El episodio plantea un problema delicado para Evelyn Matthei. Si bien Sutil es uno de sus principales asesores estratégicos, sus declaraciones tensionan la línea discursiva de la candidata de la derecha tradicional, que busca mostrarse como una opción de gobernabilidad y centro político frente a José Antonio Kast. Al instalar un debate sobre la dictadura, Sutil reactiva una herida histórica que divide aguas y que, para amplios sectores ciudadanos, sigue siendo un límite ético.

Para Jara, en cambio, el episodio es funcional a su estrategia de diferenciarse de Matthei y subrayar la conexión entre la derecha y un pasado autoritario. Al mismo tiempo, le permite reforzar la idea de que su candidatura representa una apuesta democrática y de justicia social frente a una oposición que —según su diagnóstico— carece de propuestas reales para el futuro.

Polarización creciente

El intercambio entre Sutil y Jara refleja el tono de la campaña presidencial que se avecina: marcada por un fuerte componente valórico y por la disputa entre narrativas históricas. Mientras la derecha enfrenta la tensión entre moderarse o ceder terreno al discurso de Kast, el oficialismo encuentra en estos episodios una oportunidad para encarnar el contraste democrático frente a la memoria del autoritarismo.

En las encuestas más recientes, Jeannette Jara ha comenzado a capitalizar un ascenso, mientras Matthei muestra retrocesos. En este contexto, la controversia con Sutil podría terminar acelerando esas tendencias: debilitando aún más a la candidata de la derecha tradicional y consolidando a Jara como la abanderada con mayor proyección.



  1. Serafín Rodríguez says:

    Y a quién le importa lo que digan Sutil y Jara? Ambos esquivan el hecho de que las dictaduras surgen y se establecn ya sea por una toma violenta del poder, como la dictadura militar chilena encabezada por Pinochet, o incluso por medios democráticos cuyo uso distorcionado y adulterado lleva a una concentración del poder político-militar e institucional como es el caso de la dictadura de Maduro en Venezuela y de la dupla Ortega-Murillo en Nicaragua. El caso de dictadura que ejercen los dirigentes del partido único en Cuba, China y Corea es otro.

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