
La detención y formalización de siete militares del Ejército de Chile, junto a una civil, por delitos ligados al narcotráfico y asociación ilícita, ha remecido al país y puesto en el centro del debate la vulnerabilidad de las instituciones armadas frente al crimen organizado. Los imputados, en su mayoría integrantes de la II Brigada Acorazada “Cazadores” de Iquique, fueron














