Las elecciones del 16 de noviembre no sólo redefinieron el mapa presidencial y parlamentario. También dejaron al borde de la extinción a 13 partidos políticos, una cifra inédita desde el retorno a la democracia.
Las elecciones presidenciales de este domingo abrieron un ciclo político cargado de incertidumbre y con un fuerte remezón para el progresismo. Aunque Jeannette Jara logró situarse en primer lugar, la distancia con José Antonio Kast terminó siendo mucho más estrecha de lo que anticipaban las encuestas, y el inesperado ascenso de Franco Parisi —que alcanzó cerca de un 20%—
Para el abogado Gustavo Burgos, director del portal El Porteño, lo ocurrido no solo es una derrota: es el inicio de un nuevo ciclo político donde la izquierda institucional queda reducida a su mínima expresión.
Con el 40,3% de las mesas escrutadas, las elecciones presidenciales chilenas comienzan a perfilar un mapa político rotundo, inesperado y, para muchos, preocupante. La competencia por el liderazgo se ha consolidado en torno a dos nombres: Jeannette Jara, que mantiene un 26,4%, y José Antonio Kast, que asciende a un sólido 24,4%, confirmando el golpe electoral de la derecha
Con apenas 5,9% de las mesas escrutadas, Chile comienza a dibujar el mapa político de una jornada electoral que ya está dejando sorpresas, miedos confirmados y un diagnóstico preocupante para el campo progresista. A esta altura —temprana, sí, pero decisiva en su tendencia— Jeannette Jara lidera con un 26,4%, seguida muy de cerca por José Antonio Kast, que alcanza un
La elección de este domingo no es una más en el calendario político chileno. Es, para muchos analistas, un punto de inflexión que puede redefinir el ciclo político abierto en 1990 y dar inicio a una nueva era. En un escenario marcado por el ascenso sostenido de la derecha y la extrema derecha, y por un país profundamente fatigado tras años de crisis política, institucional
Este domingo, más que despejar dudas, abrirá un nuevo campo de interrogantes. La principal de ellas es qué derecha pasará al balotaje: ¿la derecha histórica moderada, un ente más teórico que real? ¿La derecha empresarial-tradicional de Matthei? ¿O la derecha abiertamente pinochetista, que se expresa —con matices— tanto en Kast como en Kaiser?
En Los temores de la calle, el académico de la UDP analiza cómo el miedo se volvió un eje estructurante de la vida cotidiana y de la política chilena. Advierte que las respuestas maximalistas —militarización, mano dura, restricciones de libertades— no solo son ineficaces, sino que pueden abrir la puerta a mayor corrupción, violencia y vulneración de derechos. Su propuesta
En un país que aún enfrenta las consecuencias de décadas de impunidad, relativizar la violencia policial y proponer indultos masivos a condenados por delitos graves debilita las bases mismas del Estado de derecho. No es un gesto político inocente. Es un proyecto de sociedad.
Si la izquierda desea hacer política de cambios y no conformarse con malamente administrar el modelo para los ricos, debe ponerse seriamente a organizar al pueblo, formar movimientos y partidos con base popular participativa, tener programa de cambios sustentado en una teoría económica alternativa, que anuncie un modelo alternativo de desarrollo, cambiando el estilo de