
Después de sufrir quebrantos y alucinaciones a fines de este año, cierta derecha ve próxima su menopausia. Bajo sucesivos traspiés electorales e historias conspirativas, las sumió en el bochorno. Ansiaban provocar la anarquía en el país, sin embargo, salieron trasquilados. Se lanzaron como hormigas amarillas tras el pastel de las prebendas. La mesa parecía servida para el














