
Todo sistema político genera sus propios dispositivos de defensa. Una autopoiética que le permite autoproducirse, mantenerse y regenerarse a sí mismo a través de sus propios procesos internos, manteniendo así su identidad y autonomía. Tal como un ser viviente, el neoliberalismo no tiene vocación suicida y hará lo que sea necesario para defenderse de sus enemigos. Uno de














