
En Chile, desde los años 90 en adelante, los discursos mediáticos y políticos han instalado una narrativa hiperbolizada de la delincuencia. Esta estrategia, por un lado, socava la credibilidad de las autoridades en ejercicio para mantener la seguridad y, por otro, reduce el concepto de seguridad al orden público, la defensa de la propiedad privada y la conservación del








