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11 de Julio: Día de la Dignidad Nacional

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El 11 de julio de 1971 se concretó la nacionalización del cobre. Se trató de una modificación constitucional aprobada por el Congreso pleno durante el gobierno de Salvador Allende que dispuso la incorporación al “pleno y exclusivo dominio de la nación, las empresas que constituyen la Gran Minería del Cobre”.

Antes del proceso nacionalizador del llamado “sueldo de Chile”, tres empresas con sus respectivas filiales conformaban la gran minería del cobre: la Kenneth Copper Corp, con su filial Braden Copper que correspondía a “El Teniente” y que inició sus exportaciones en 1906. También estaba la Anaconda, con su filial Chile Exportation, que operaba desde 1913 con Chuquicamata, y Andes Copper Co. ligada a Anaconda, que inició sus labores en 1920 con el mineral Potrerillos.

Durante nuestra historia se realizaron varios intentos para nacionalizar la gran minería. Entre el o4 y 16 de junio de 1932, la República Socialista que encabezó  Marmaduke Grove, redactó un decreto ley que facultaba al presidente de la República para conceder y caducar las pertenencias de las empresas extranjeras; EE.UU. reaccionó de una manera invasora y envió barcos de guerra hacia Chile para derrocar al gobierno, combate que dura 12 días. De ahí que se conoce la República Socialista de los 12 días.

 

En los años 50, las agrupaciones  sociales, en conjunto con la Confederación de Trabajadores del Cobre, la Central Unica de Trabajadores, el Frente de Acción Popular, integrado por Socialistas, Comunistas, y Demócratas, lucharon para que la gran minería del cobre fuera nacionalizada. El año 1955 se dicta la Ley 11.828, llamada”Ley del Nuevo Tratado del Cobre”. Posteriormente en los gobiernos de Carlos Ibáñez, Jorge Alessandri y Eduardo Frei Montalva, hubo una gran presión de la izquierda y las fuerzas sociales, estudiantes, intelectuales, etc. para recuperar el cobre chileno.




“El sueldo de Chile”. Muchas veces escuchamos esa frase, sabiendo cuántos beneficios nos aportaría ese precioso metal. Un día 21 de diciembre de 1970, el presidente socialista Salvador Allende, que había triunfado en las elecciones de septiembre del mismo año, pronunció un discurso en que se refirió a la nacionalización del cobre: “Quiero que cada hombre y cada mujer que me escucha, comprenda que la importancia del acto del cual vamos a firmar el proyecto destinado a modificar la constitución política, para que Chile pueda ser dueño de su riqueza fundamental, para que podamos nacionalizar sin apellidos definitivamente, para que el cobre sea de los chilenos”.

 

Al año siguiente, un domingo 11 de julio de 1971, se celebró la sesión del Congreso Pleno en la cual por unanimidad de los votos (42 senadores y 135 diputados presentes), se aprobó el proyecto de Ley 17.450, nacionalización de la gran minería del cobre. “Hoy es el día de la dignidad y de la solidaridad”. Es el día, que Chile rompe con el pasado; se yergue con fe de futuro y empieza el camino definitivo de su independencia económica, que significa su independencia política. Desde entonces, algunos yacimientos pasaron a ser propiedad del Estado de Chile; además de ser un gran logro de nuestro pueblo, ha demostrado ser lejos, el mejor éxito económico de la historia de Chile.

El 11 de julio de 1971, día de la nacionalización del cobre, fue denominado por Allende como el “Día de la Dignidad Nacional y de la Solidaridad”. Día de la Dignidad Nacional, por ser el día de la “Segunda Independencia”, como lo manifestó el presidente Allende ya que el país rescataba el cobre, denominado anteriormente por él , como el “sueldo de Chile”; Día de la Solidaridad, porque Allende planteaba en forma reiterada que los recursos del cobre deberían ser usadas en el bienestar actual del pueblo chileno y para las generaciones futuras.

La renacionalización del cobre no es algo irrealizable, como muchos quisieran hacernos creer, puesto que la disposición tercera transitoria de la constitución de 1980, dejó vigente la disposición 17° transitoria de la constitución de 1925 (Ley de la nacionalización de 1971), la que permite que el presidente de la república, pueda nacionalizar por un simple decreto a las empresas que la ley declara de gran minería.

El cobre y el litio chileno constituyen una riqueza incalculable, que nos permite nuestro crecimiento como país, nos proporciona recursos que se invierten en la salud, en la educación, la vivienda o lo que sea necesario para el bienestar de nuestro pueblo.

Para que pueda concretarse la renacionalización de las empresas de la gran minería, y que sean las empresas chilenas que exploten tanto el cobre y el litio se debe cumplir el siguiente requisito: que los chilenos elijamos un presidente de la república y un congreso que tengan la visión de futuro, la voluntad política, la inteligencia y el coraje que tuvo el Dr. Salvador Allende y el congreso en el año 1971, cuando se nacionalizó la gran minería.

 

José Cerda Herrera

 

Presidente del Centro Cultural de Derechos Humanos Salvador Allende

 

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