La nominación de Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos

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La opción de Joe Biden por Kamala Harris no podía ser más acertada: reúne las cualidades de ser mujer, afrodescendiente, (de padre jamaicano y de madre india), y ha logrado, como abogada, llegar a desempeñarse como fiscal, procuradora general y, actualmente, senadora por California: Ha cosechado el reconocimiento político.

Desde el Senado ha participado de la Comisión más importante, encargada de interrogar a altos funcionarios del gobierno, como también a los candidatos a ocupar cargos en la Corte Suprema. Las preguntas de Kamala Harris son agudas e inteligentes y dejan en un pal pie a quienes pasan por su ojo visor.

En el primer Foro presidencial demócrata esta senadora propuso, directamente a Joe Biden, el predilecto en las encuestas de opinión, pero lo culpó de una débil actitud en contra del racismo, además, de ser amigo de dos connotados senadores xenófobos.

El candidato, Joe Biden, había tenido una vida trágica: apenas elegido senador, su mujer y su hija murieron en un lamentable accidente de tránsito, en que viajaban también otros dos hijos, que salvaron con vida. Kamala Harris fue amiga de Bob Biden, el hijo predilecto del candidato presidencial demócrata, posteriormente fallecido a causa de un cáncer cerebral.

Kamela recordó, en su discurso de aceptación a la candidatura a la vicepresidencia, que Biden, el candidato, tenía que viajar desde muy temprano para preparar el desayuno de sus hijos y, luego, volver en la noche antes de que se durmieran.

El Partido Demócrata está unido en la tarea de vencer al psicópata. Donald Trump, pero dividido en varias fracciones: una izquierda poderosa, cuyos líderes son Bernie Sander y Elisabeth Warren, ambos ya de avanzada edad, y de un centro, cuyo líder es Joe Biden.

Biden no puede prescindir de la izquierda demócrata, por consiguiente, se verá obligado a integrar a su gobierno a Sander, so pena de perder la votación de los milleniars y, por otro lado, a los centristas y mafiosos de Wall Street, entre ellos, los Clinton y a George Soros.

Ni el “Superman ni la Superwoman” existen en la vida ni en la política, (otra cosa es el Superhombre, de Nietzsche, que no tiene nada que ver con estereotipos norteamericanos), y la senadora Harris, por cierto, que va a ser atacada por sus defectos, (como ocurre con todo ser humano), pero no cabe duda de que ha sido consecuente en su rechazo a Trump y su antirracismo.

A diferencia del ignorante Presidente actual, Kamela Harris es experta en derecho y sabe mucho de política nacional e internacional, además, posee una gran oratoria adquirida gracias a los cargos que ha desempeñado. Harris ya prometió no sólo reforzar el programa DATA, (los soñadores), sino también incluir a los familiares de estos jóvenes, junto con sus derechos de inmigración.

Joe Biden, de 78 años, ya ha anunciado que no se presentará a la reelección, en 2024, por consiguiente, si Harris se desempeña bien en su nuevo cargo de vicepresidenta, sería la nueva líder del Partido Demócrata.

A la idiosincrasia norteamericana le encantan los récords, (estupideces que se nos ha pegado a los latinoamericanos): de ganar el candidato Biden, Kamela Harris sería la primera mujer afroamericana en ocupar el cargo de vicepresidenta de la República, y en caso de enfermedad de Biden, se constituiría en la primera Presidenta de la República.

La preponderancia de la mujer en los distintos campos del saber, de la investigación científica y de la política, es   un paso gigantesco en el progreso de la humanidad, y como lo decía el poeta Aragon: “la mujer es el porvenir del hombre”.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

13/08  2020

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