Crónicas de un país anormal Política Global

La guerra de Nagorno Karabaj: un conflicto estratégico de dimensiones mundiales

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Nagorno en ruso, significa altos, y Karabaj, en turco, jardín negro. En geopolítica los tableros chicos, a veces, son más importantes que los grandes: los Altos de Karabaj es un enclave disputado entre Azerbaiyán y Armenia, conflicto muy antiguo y que ha pasado muchos avatares.

En 1921 Stalin, que había sido Comisario de Nacionalidades, de origen georgiano, (líder caucásico), decidió por sí y ante sí entregar los Altos de Karabaj a Azerbaiyán, en aras de mezclar distintas culturas y religiones. El conflicto entre cristianos ortodoxos y musulmanes tenía poca importancia en la Constitución que, en sus principios constitucionales, se declaraba atea; por lo demás, cualquier conflicto que surgiera a raíz de las diferencias étnicas lo resolvía el Comité Central soviético.

Armenia y Azerbaiyán, dos repúblicas socialistas soviéticas podrían convivir en paz, pues entre musulmanes y cristianos no se daban mayores conflictos en un ambiente en que la religión estaba limitada sólo a la vida privada.

Hacia 1988, con la Perestroika y el derrumbe de la URSS las Repúblicas de Azerbaiyán y de Armenia se declararon independientes; en 1991, mediante un plebiscito, lo hizo Los Altos de Karabaj, que sólo cuenta con una población de 150 habitantes, un territorio que pertenecía a Azerbaiyán, pero la mayoría de los ciudadanos eran armenios.




Desde 1991 a 1994, en que Rusia determinó el alto al fuego, se había desarrollado una verdadera depuración étnica, en que el ejército armenio expulsó de los Altos de Karabaj a los habitantes de Azerbaiyán, (hoy, el 99% de los ciudadanos de esta zona son armenios). Para asegurar el éxito de la ocupación por parte de Armenia su ejército se apropió de las aldeas contiguas a los Altos de Karabaj.

Desde 1994 hasta hoy el alto al fuego ha sido trasgredido en varias ocasiones y, para tratar de garantizarlo, se constituyó un trío de potencias compuesto por Rusia, Estados Unidos y Francia.

Los tiempos han cambiado durante estos 36 años: Azerbaiyán se ha convertido en una potencia económica, gracias al petróleo y el gas natural, cuya tubería transporta estos hidrocarburos a Europa, mientras que Armenia se empobrecía, pues su mayor entrada se daba por el aporte de la diáspora.

La República de Azerbaiyán ha sido, desde siempre, aliada de los turcos, y pertenece al plan de Erdogán de resucitar el imperio otomano: por un lado, por la ocupación de las provincias del norte de Siria, como también la disputa Turquía-Grecia para apropiarse de la parte griega de Chipre; por otro lado, conquistar el dominio del petróleo del oriente del Mediterráneo. Por vía del Magreb Turquía se ha introducido en Libia aprovechándose de la guerra civil.

Varias de las ex repúblicas soviéticas son de origen turco, por consiguiente, la estrategia de Erdogán consiste en formar una alianza, esta vez con Turquía como eje.

El gobierno autoritario turco de Erdogán ha demostrado no temer a entrar en conflicto con las grandes potencias, especialmente Francia y, posiblemente ahora, con la Rusia de Vladimir Putin, y ambos autócratas pretenden resucitar los perimidos imperios de los sultanes y de los zares, respectivamente.

Rusia, a su vez, ha formado una alianza estratégica con Armenia, y en su territorio se concentra una de sus bases militares, sin embargo, vende sus armas a Azerbaiyán; desde el punto de vista militar, Azerbaiyán es mucho más poderoso que Armenia, pero hoy, el armamento de ambos países tiene gran capacidad de fuego.

Turquía ya entró, de lleno, en la guerra a favor de Azerbaiyán y, al parecer, ya estos dos Estados han ocupado siete aldeas que rodean los Altos de Karabaj, incluso, están incursionando en la capital de este pequeño país, (aún no reconocido por Naciones Unidas).

Rusia, Estados Unidos y Francia, los tres países de la alianza de MINSK, han exigido el alto al fuego e iniciar conversaciones que, muy difícilmente, tendrían éxito, pues Azerbaiyán y Turquía no están, por ningún motivo, dispuestas a aceptar la ocupación de las aldeas aledañas a los Altos de Karabaj.

Irán, por su parte, limita con ambas Repúblicas en conflicto, además, al igual que Azerbaiyán, ambos países profesan el islamismo chiita, y aún no ha decidido comprometerse con ninguno de estos dos países, sin embargo, hay una poderosa comunidad de azerbaiyanos en Irán.

El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha denunciado a Turquía de haber trasladado a fanáticos Yihadistas desde Siria a los Altos de Karabaj.

Según las últimas informaciones, Turquía, unida a Azerbaiyán, estarían ganando la guerra a Armenia, y ya el ejército ha ocupado siete aldeas cercanas a los Altos de Karabaj.

Las ex repúblicas soviéticas se están convirtiendo en focos importantes de los conflictos de un mundo tripartita, (Rusia, Estados Unidos y China). El occidente, ya decadente, está siendo reemplazado por el oriente.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

04/10/2020

 

 

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  1. Gino Vallega says:

    Turquía de Erdogan es un peligro mundial tal cual el Israel de Netanyahu : van a seguir robando tierras ajenas sin pensar en los pesares humano que producen , son terroristas aunados por las espantosas potencias USA y RUSIA. Los Chinos acechan para vender «espejitos» a los sobrevivientes. La UE
    es un plan fracasado. Sud américa muere bajo el impacto del covid19 y sus gobernantes sueñan con mandar sus dólares a los paraísos fiscales. Algo nuevo bajo el Sol ? SI , el virus SARS-Co2 dice que la super tecnología actual de la cual estamos tan orgullosos , es «bullshit».

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