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Carta abierta a la Defensora de la Niñez

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Escoltados por monaguillos, por monigotes y por lógicas de matonaje, una patota de fariseos y sumos sacerdotes recalcitrantemente pinochetistas y negacionistas –vox dei para la secta del 20% del Rechazo- rasgan hoy vestiduras por unas metáforas de una canción infantil con que la institución que usted prestigia y dirige intenta visibilizar los derechos humanos históricamente invisibilizados y vulnerados de cientos de niñas, niños, niñes y adolescentes en nuestro país.

 

Los despreciadores eternos de los DDHH la tenían en la mira, ¡obvio!, y no encontraron nada mejor que colgarse de un cándido cántico infantil para utilizarlo sin pudor y cínicamente como su mejor excusa para, desde sus lógicas ultraconservadoras, adultocéntricas y androcéntricas, lapidarla a usted en la plaza pública… admirable abogada, mujer brillante y cuyo único pecado ha sido recordarle a todo Chile que los DDHH de niñas, niños y adolescentes (NNA) debieran ser la primera urgencia de los adultos a nivel país y, de rebote (hablo aquí como profesor de aula), que la educación para los DDHH en la escuela está en los ejes fundacionales del currículum oficial y los Objetivos Transversales de la educación chilena; educación en DDHH que, pese a los esfuerzos heroicos que ha realizado el Premio Nacional de Educación 2017 Abraham Magendzo desde los 90 al presente, es hasta hoy la “asignatura” que saca los peores promedios de notas a nivel nacional, considerando específicamente la inobservancia e irrespeto histórico que pesa sobre los DDHH de NNA.

 El punto es que le escribo para que no pierda de vista que los que la quieren fuera de la Defensoría de la Niñez son los mismos hipócritas que instalaron ese modelo social y económico que se fundó desde el atropello más brutal de los DDHH; modelo que fue desenmascarado en sus injusticias y crueldades por millones de seres humanos sintientes y conscientes el 18 de octubre de 2019.

 

Quienes la quieren fuera son los mismos que instalaron el  paradigma de escolarización neoliberal pavloviano omnidominante del ránking que impera en Chile hasta hoy sin contrapeso alguno, señorita Patricia; modelo de escolarización que –usted lo sabe-  fabrica pura competencia, estrés e individualismo y que silencia, inmoviliza y amputa cuerpos, emociones, sentires, opiniones y cerebros y que en la práctica les niega a millones de niños y niñas sus derechos, en especial el derecho a ser felices en la escuela bajo el régimen de unos horarios escolares que son los más extensos y agobiantes de la OCDE; paradigma “educativo” que en definitiva les roba la vida a generaciones enteras de niñas, niños y adolescentes, como denunció por décadas el filósofo y siquiatra chileno Claudio Naranjo[1].




 

Son los mismos que nunca entenderán que la canción que su equipo compartió con un país conecta con lo más actual de las ciencias pedagógicas: las neurociencias educativas…  las cuales llaman al mundo adulto –ligado a las y los escolares, o a quien quiera opinar con base sobre el mundo escolar- a entender que (cito) “las funciones intelectuales del niño son encendidas desde el mundo emocional[2]”, por ejemplo desde la música, y obviamente con letras y formas de expresión que sintonicen con lo que incluso en el siglo XVIII ya enseñaba el filósofo y pedagogo J. J. Rousseau, esto es (lo cito), que “La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir”, y que, por tanto, “nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras[3]”.

 

La secta que la quiere crucificar está conformada por los mismos que jamás entenderán que en el empoderamiento infantil y juvenil de sus DDHH se juegan aprendizajes fundamentales y vitales para el bienestar y la felicidad tanto de NNA  como de todos/todas/todes quienes habitan hoy, y habitarán mañana, las escuelas y los territorios de esta comarca llamada Chile; por ejemplo, aprendizajes que son literalmente capaces de sanar a una sociedad que ha sido fundada desde el aniquilamiento y la negación del otro/otra (como nuestros pueblos originarios); esto es, la empatía y la felicidad, aprendizajes que no se incluyen en el currículum nacional hoy, como denuncia la UNESCO en su informe del 23 de agosto de 2020[4].

 

Son los mismos que por tener un torniquete de hierro clausurado e incrustado justo en el centro del su cerebro racional y su cerebro límbico, o sea completamente ajenos a una mirada sistémica y holística de lo humano, de la sociedad chilena y la escuela, no pueden entender que los DDHH se relacionan directamente con el desarrollo integral sano del niño/niña y con la “facultad que tiene cada persona para vivir en plenitud[5]”, partiendo por las y los escolares.  

 

Es decir que son los mismos que a golpe de sangre y fuego, y con una Moneda en llamas de fondo, redujeron cuerpos, emociones y cerebros áulicos de generaciones enteras de seres humanos a grasa o aceite puro para lubricar los engranajes de esa maquinaria neoliberal productiva y financiera deshumanizante que se reproduce y retroalimenta gracias a las cotizaciones que se les descuentan cada mes a millones de madres y padres de esos escolares;  madres y padres que al llegar a viejos terminan suicidándose por no poder vivir con unas pensiones que atentan contra  su  dignidad y sus derechos humanos fundamentales.

 

Esos fariseos –que piedra en mano quieren acorralarla- son los mismos que jamás podrán ver en las y los hijos del pueblo a la ciudadana y al ciudadano que reclama ser formada y formado en la escuela (lo que sí ven estos hipócritas en los que estudian en el Nido de Águilas, en el Cumbres, en la Alianza Francesa o en el Saint George); toda vez que estos perseguidores, en cada hija e hijo del pueblo, no ven más que un “objeto de conservación del poder”[6] y a una “fuerza política maximizada como fuerza económicamente útil”[7]; o sea pura ganancia y mano de obra borrega para ser trasquilada por los siglos de los siglos amén.

 

Mismos, a quienes les importa un soberano cuesco que, gracias a la ausencia de políticas públicas en materia de educación en DDHH, Chile ostente hoy los más altos e ignominiosos índices a nivel regional y a nivel mundial en lo que respecta a maltrato infantil. Cito, parafraseando a UNICEF CHILE, Santiago de Chile, 25 de abril de 2019: En el marco del Día Internacional contra el Maltrato Infantil, el Fondo de Las Naciones Unidas para la Infancia alertó sobre los índices de violencia hacia las niñas y niños, agregando que en la última década los niveles de maltrato infantil se mantienen y arrojan una estadística escalofriante que debiera avergonzar a quienes la persiguen a usted, estimada Patricia, toda vez que estos índices nos muestran que 6 de cada 10 niños padece violencia adulta como parte de su crianza[8] en Chile; índices que remiten al admirable empeño del organismo que usted dirige  -Defensoría de la Niñez-  a educar a todo un país (ya que la escuela ni el gobierno ni el Estado se hacen cargo) para que de una buena vez aprendamos como sociedad que los DDHH de NNA son sagrados.

 

Admirable Patricia, por favor no se deje amilanar. Somos miles y miles l@s que estamos de su lado. La secta que la persigue ve en los derechos humanos una amenaza, ¡siempre fue así!; secta que quiere a las niñas, niños y adolescentes cabeza gacha, en silencio, sumisos y obedientes … y ojalá, apenas pase la pandemia, encerrados nuevamente durante todo el día en esos almacenes escolares de carne humana en los que el maestro Claudio Naranjo no vio más que cárceles.

 

Se me antoja –ya despidiéndome-  que estos fariseos hipócritas que la persiguen son una especie de escuadrón de afiebrados venidos de las tinieblas del medioevo, y que reeditan una suerte de Tribunal del Santisisisísimo Orificio en versión chilensis, Tribunal moralmente pútrido y que –en eso creo firmemente- el 80% del país sabe que está en las antípodas del tribunal intachable de su propia, sana y limpia conciencia.

 

 

Teniendo en mi memoria a cada un@ de l@s niñ@s y adolescentes con l@s cuales nos educamos en DDHH en el Colegio en que trabajo, reciba por favor mis respetos, admiración y gratitud por su tan loable tarea.

 

 

Noé Felipe Bastías

Profe de Filosofía

Egr. de Mg. en Neurociencias Aplicadas a la Educación, Chile

 

[1] Claudio Naranjo: “Yo pienso que la educación es un crimen, es una estafa”, Por The Clinic Online, 08 de Enero, 2018, https://www.theclinic.cl/2018/01/08/claudio-naranjo-pienso-la-educacion-crimen-una-estafa/

 

[2] Fundación Liderazgo Chile.

 

[3] https://www.researchgate.net/publication/309219054_El_nino_como_sujeto_de_derechos_Rousseau_y_el_liberacionismo

 

[4] El Informe ERCE llama la atención respecto de que en Chile los conceptos de fraternidad, empatía y felicidad estén ausentes en el currículum nacional. Sin educarnos y educar en y para los DDHH, la fraternidad, la empatía y la felicidad no serán posibles ni en la escuela ni en la sociedad.

 

[5] Ideas para la introducción de los Derechos Humanos en el Aula 2013, https://www.indh.cl/bb/wp-content/uploads/2017/01/derechos-humanos-aula.pdf

 

[6] Magendzo K., Abraham; Donoso F., P.; Valué C., F.; Dueñas S., C.; Kaluf A., C.; Soto L., S., EDUCAR EN Y PARA LOS DERECHOS HUMANOS: UNA TAREA PARA LOS PROFESORES DE HOY, República de Chile – Ministerio de Educación, Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, ediciones CPEIP, 1992.

 

[7]Op. Cit., Magendzo K., A.; Donoso F., P.; Valué C., F.; Dueñas S., C.; Kaluf A., C.; Soto L., S., p. 64.

 

[8] Día Internacional de la Prevención del Suicidio y las alarmantes cifras en Chile, 10 de septiembre, 2019, https://www.elmostrador.cl/agenda-pais/2019/09/10/dia-internacional-de-la-prevencion-del-suicidio-y-las-alarmantes-cifras-en-chile/

 

 

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Mg. en Neurociencias Aplicadas a la Educación, Chile

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